CUERNAVACA, Mor., 13 de abril (apro).- El poeta Javier Sicilia convocó a ciudadanos, empresarios, Iglesia católica y clase política y gobernante de todo el país a firmar un pacto por la paz y la reconstrucción, acuerdo que se firmaría en Ciudad Juárez, Chihuahua, y con el que se buscaría sacar a México de la "emergencia nacional" que vive a partir de la guerra contra el narco declarada por el presidente Felipe Calderón.
"¡Vamos a hacer que cumplan!", exclamó el escritor y periodista en la plaza de armas de esta ciudad y después de ocho días de permanecer en plantón.
Sicilia también hizo un llamado a una movilización nacional para el próximo 8 de mayo, “por la paz y la seguridad en todo el país”, y exigió la renuncia del gobernador de Morelos, el panista Marco Antonio Adame, a quien acusó de ineficiente para resolver el asesinato de su hijo. "¡Que se vaya!", fue la respuesta en coro que recibió al unísono de los asistentes.
Acompañado de los activistas Julián Le Barón y Olga Reyes, así como de padres de la Guardería ABC de Hermosillo, Sonora; de las madres de los asesinados en Salvárcar, Juárez; de los deudos de los muertos en Pasta de Conchos, Coahuila; además de Emilio Álvarez Icaza, del padre Miguel Concha, de Miguel Ángel Granados Chapa y de Alberto Athié, el poeta Javier Sicilia convocó a una nueva marcha nacional que partirá desde de la Paloma de la Paz, en Cuernavaca, el 5 de mayo, para arribar al Zócalo de la Ciudad de México el día 8.
"Vamos a caminar en silencio, después de estos días de recogimiento y meditación, para detener la violencia; para decirles que aún estamos a tiempo de rehacer nuestro suelo y nuestro tejido social --uno de los dones más bellos que tenemos-- y de refundar la nación.
"Vamos a ir al Zócalo de la Ciudad de México para exigirles al presidente de la República, al Congreso de la Unión, a los partidos políticos, a sus líderes, a los empresarios, a los líderes sindicales, a las Iglesias y a sus jerarquías, que asuman su responsabilidad para que los millones de mexicanos que aman este suelo llamado México no vean cancelado absolutamente su porvenir.
"Vamos a convocarlos allí para que con nosotros y ante nosotros se comprometan a firmar un pacto nacional auténtico, genuino, sin simulaciones y escenografías institucionales", manifestó el también colaborador de Proceso.
Luego de participar en una misa celebrada en la plaza de armas de la capital morelense, en la que el padre Miguel Concha Malo y otros cuatro sacerdotes pidieron un alto a la violencia y a la guerra desatada por Calderón, Sicilia criticó la omisión de la Iglesia católica, de los partidos políticos, de los empresarios y de los dueños de los medios ante el clima de violencia que ha roto el tejido social en el país.
Sostuvo que el pacto por la paz y la reconstrucción nacional deberá firmarse en Ciudad Juárez, "en el centro de la ciudad más dolida de entre las dolidas, en el centro de la ciudad que más muertos ha puesto en los últimos años".
También exigió la renuncia del gobernador Marco Antonio Adame y los ediles de Jiutepec, Miguel Ángel Rabadán; de Temixco, Nereo Bandera Zavaleta; de Cuernavaca, Manuel Martínez Garrigó, luego de que no han detenido a los responsables del asesinato de su hijo Juan Francisco y las seis personas que lo acompañaban.
 "Ahora que han demostrado que han sido incapaces de cumplir, el pueblo reunido aquí, en el centro de los poderes de Morelos, les demanda sus renuncias. Si no lo hacen, llevarán la vergüenza en su frente y el desdén de los ciudadanos de este estado".
Sicilia recordó que en estos últimos días no han dejado de multiplicarse los asesinatos de civiles, migrantes, mujeres y niños en el país, llegando a cerca de 40 mil muertos, a quienes hay que darles nombres, apellidos, ya que tienen sus historias y, de esta manera, reivindicarlos moralmente.
Asimismo, planteó indemnizar a las familias de las víctimas, pues "además de sufrir el desprecio y la criminalización de las autoridades, son pobres".
     Luego destacó la necesidad de poner placas con el nombre de las víctimas "que se vayan reconociendo y de las que continúen apareciendo a causa de la inoperancia de nuestras instituciones".
Hizo un llamado para que en cada plaza de cada pueblo, de cada municipio, de cada estado se recupere la memoria de sus muertos. "En cada plaza del país debe haber una memoria de nuestros muertos en esta guerra imbécil, una memoria de nuestro Holocausto", manifestó el poeta.
Ante cientos de morelenses reunidos en el zócalo de esta ciudad, Sicilia insistió en que se vive una emergencia nacional:
"¿Cómo pretenden ir a las elecciones si no son capaces de ponerse de acuerdo entre ustedes para defender la vida de los hijos y las hijas de nuestro amado México?", cuestionó.
En el evento, que duró más de una hora, participó el expresidente de la Comisión de Derechos Humanos del Distrito Federal (CDHDF), Emilio Alvarez Icaza, quien dijo que la movilización nacional que partirá desde Cuernavaca debe exigir un alto a la guerra y demandar por la construcción de un México justo y en paz.
También participó el expresidente de México Unido contra la Delincuencia (MUCD), Eduardo Gallo, quien sostuvo que dijo a Calderón Hinojosa que la estrategia contra la delincuencia es un error, ya que no tiene parámetros claros de lo que se busca. "Porque, además, busca confrontar a los cárteles entre sí, buscando que uno gane, generando la violencia”; ahí está la falla, acusó.
El empresario criticó la necedad de Calderón por elegir el camino de la sangre que, dijo, no soluciona nada.
Al término de la concentración se realizó una breve marcha en silencio, con veladoras, en memoria de los miles de muertos producto de la violencia generada por la guerra contra el narco.

Presuntos responsables

Horas antes, el abogado de Sicilia, Julio Hernández, dijo que la Procuraduría General de la Republica (PGR) ya tiene identificados a dos presuntos responsables de los homicidios.
El abogado no quiso dar los nombres porque, aseguró, esa es una responsabilidad del gobierno estatal y de la PGR. Pero destacó que en el sistema de recompensas de la dependencia ya aparecían los nombres de los presuntos delincuentes por los que, además, se ofrecía una recompensa de más de 10 millones de pesos para quien proporcionara información que llevara a sus captura.
Trascendió que se trata de Julio de Jesús Radilla Hernández, jefe de los sicarios del Cártel del Pacifico en la entidad, así como de otra persona identificada como Jorge Lukin.