Invierno profundo: el llamado de la sangre

viernes, 22 de abril de 2011 · 01:00

MÉXICO, D.F., 20 de abril (apro).- Invierno profundo (Winter’s Bone, EU-2010) cuenta la angustiante historia de una adolescente que desafía las normas de la comunidad donde vive para salvaguardar a su familia.

Dirigida por Debra Granik, esta historia habla sobre el conflicto que ocurre cuando el amor fraternal, la lealtad y los lazos familiares de grupo,  atentan contra los intereses de particulares.

En las montañas Ozark, una zona sumamente pobre de Estados Unidos, la vida de Ree Dolly (Jennifer Lawrence) no es nada fácil: debe cuidar a sus dos hermanos y a su madre (quien padece de sus facultades mentales).

Las cosas se complican cuando le notifican que su padre, quien fabrica metanfetaminas,  puso su casa como fianza para poder salir de prisión, bajo la promesa de asistir a un juicio posteriormente. 

El problema radica en que el padre de Ree está desaparecido y si no se presenta al juicio al que fue requerido, Ree podría perder su casa. Es entonces que la pequeña se lanza a la búsqueda de su padre con el propósito de que vaya a juicio.  Para colmo, Ree no tiene dinero.

El problema es que aquellos que pudieran saber el paradero del viejo, están involucrados en el negocio de la metanfetamina y poseen un código de silencio; nadie dirá nada y más vale que Ree deje de preguntar pues podría ponerse en peligro.

La frialdad del entorno, tanto física como humana, contrasta con la pasión de de Ree por salvar a los suyos a toda costa.

La cohesión de la comunidad que pareciera ser su principal fortaleza, se convierte en una abrumadora lápida sobre la espalda de Ree: la pequeña se topa con mezquindad y violencia, incluso entre sus mismos parientes, cuando sus deseos van en contra de los intereses de la mayoría.

Aunque Ree parece desaprobar el hecho de que muchos miembros de la comunidad son delincuentes y drogadictos, no se emiten juicios moralinos al respecto; ahí le tocó vivir y ahora deberá luchar por su sobrevivencia.

A cada paso, Lawrence consigue transmitir la desesperación y soledad en la que se halla su personaje; prácticamente, Ree está sola contra el mundo, y ante la falta de resultados, prefiere perder la vida.

Una manera cruda pero efectiva y conmovedora de llevar al máximo el amor y la determinación.

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