Díaz de León, artífice del arte posmoderno
MÉXICO, D.F., 29 de abril (apro).- Apenas terminada la exposición Francisco Díaz de León en el Museo Colección Blaisten del Centro Cultural Universitario Tlatelolco de la UNAM, que dio cuenta de la obra de este artista no sólo poco difundido sino prácticamente olvidado, se presentó el libro-catálogo que recupera para quienes deseen ahondar en su conocimiento las imágenes de la muestra y la investigación realizada por Renata Blaisten González.
Es la historiadora de arte, hija del coleccionista Andrés Blaisten, la autora del ensayo Francisco Díaz de León: “El marqués de las polainas”, dividido en los capítulos: Su vida y su obra, El contexto, Los autorretratos y el humor, La mujer, El indígena y la modernidad, El paisaje, Asuntos miliares y Conclusiones.
La bella edición de 157 páginas, presentada por la crítica de arte Raquel Tibol hace un par de semanas en el CCUT, incluye al final un breve texto del coleccionista, en el cual explica que la obra del grabador, pintor, fotógrafo, y maestro Díaz de León fue siempre parte del proyecto de su colección iniciada desde finales de los años setenta.
En 2008, la Fundación Blaisten recibió de manos de Graziella y Susana Díaz de León, hijas del artista (director de la Escuela de Pintura al Aire Libre de Tlalpan), una donación de más de seis mil piezas, de pintura, dibujo, grabado, fotografía y archivo documental, no sólo de Díaz de León, sino de sus alumnos, así como un conjunto de obra gráfica del periodo virreinal y del siglo XIX que coleccionó a lo largo de su vida.
Ello dio pie a un amplio programa de catalogación e investigación cuyo resultados son la exposición y el libro-catálogo, en el cual se reproducen varias de sus imágenes, tanto pictóricas, como grabados, dibujos, documentos y fotografías.
En un recorrido por la ya terminada exposición, Andrés Blaisten destacó que Díaz de León no era precisamente un fotodocumentalista sino que gustaba de componer la imagen haciendo posar a la gente, así hay incluso imágenes de campesinos atrincherados con fusiles en las manos o de un fusilamiento.
El libro catálogo, editado por la Universidad Nacional Autónoma de México, presenta también un texto del propio Díaz de León, quien en vida fue autor de diversos textos y escribió poesía. En éste, titulado Elogio de la fotografía y escrito en noviembre de 1946, dice el artista fallecido en la Ciudad de México en 1973:
“Siempre he sentido una irresistible atracción por la fotografía puesto que veo en ella los mismos problemas que todo arte encierra. Las soluciones llegan después de largos y penosos ensayos tras de los cuales se abre un abanico de caminos que conducen a muchos modos de expresión, entre los cuales ha de afirmarse la esencia personal y definitiva.”
Para él, la fotografía era indiscutiblemente un arte que como la pintura interpreta a la naturaleza “con sus recursos propios”. Blaisten dice que su propósito al “componer” imágenes y no sólo captarlas como se presentan, buscaba demostrar que la fotografía no es una copia fiel de la realidad sino que los fotógrafos seleccionan lo que desean plasmar y mostrar.
Al presentar a Díaz de León en su ensayo de cerca de cincuenta páginas, Renata Blaisten destaca:
“Francisco Díaz de León (1887-1975) fue un artista multifacético y prolífico en aportaciones al arte mexicano de la primera mitad del siglo XX. Prueba de ello es su técnica impecable en el grabado y su labor como maestro e ilustrador, a lo que se suma el haber sido introductor del diseño editorial en México y promotor de arte --destacan el rescate de Gabriel Vicente Gahona, mejor conocido como Picheta, y sus ensayos dedicados a este grabador--. Fue además un gran coleccionista, gracias a él conservamos una cantidad considerable de obras en papel, entre las que es imprescindible mencionar una amplia colección de grabados originales de José Guadalupe Posada.”
Lo mostrado en la exposición y reunido ahora en este volumen, muestra a un artista que abarcó diversas gamas de la creación, pero también estilos y técnicas. Sus características --dice Renata Blaisten-- “pueden parecer a simple vista poco novedosas”. De hecho indica que fueron ignoradas en las décadas de 1920, 1930 y 1940, pero hoy vistas con perspectiva histórica permiten afirmar que fue un visionario “una de las figuras que plantaron la semilla del arte posmoderno”.