Secretario de Seguridad de Quintana Roo se vuelve la pieza incómoda del gabinete

viernes, 8 de abril de 2011 · 01:00

CHETUMAL, Q. Roo., 8 de abril (apro).- Con apenas tres días al frente de la Secretaría de Seguridad Pública (SSP) del estado, el general retirado Bibiano Villa Castillo amenazó con convertirse en “un dolor de muelas” para Roberto Borge Angulo, aunque refrendó su “lealtad hasta la muerte” al gobernador.

En su primer día como titular de la SSP, el controvertido personaje, quien asumió su cargo bajo amenazas de muerte del crimen organizado, se negó a firmar el acta de entrega-recepción con el argumento de que encontró “un “cochinero” en la corporación, que antes de él encabezó el almirante Miguel Ángel Ramos Leal.

Sus señalamientos le ocasionaron un desaguisado con el secretario de Gobierno, Luis González Flores, quien en actitud mediadora dijo que sólo era “una expresión coloquial” del general.

Posteriormente Villa Castillo tuvo un desencuentro con Luis Pavia Mendoza, asesor del gobernador en materia de seguridad, a quien calificó de “flojo” y le ordenó presentarse a trabajar para desquitar su sueldo.

Pavia Mendoza ventiló el conflicto en un programa de radio que conduce en una estación de su propiedad. "El general en retiro nos dijo que somos unos flojos, que él trajo a sus 30 gordos para hacerse cargo de la seguridad", dijo.

En esa ocasión fue el propio Borge Angulo quien salió para conciliar. Todo se trató de un “malentendido”, declaró, luego de lo cual expresó que había dialogado con Pavia y seguirá siendo su asesor.

Además, refrendó su respaldo a Villa Castillo, quien ordenó el desarme de todos los agentes de la corporación y exigió la renuncia de 45 mandos, cuyos cargos serán ocupados por militares.

Pero las cosas se agravaron cuando se filtró una presunta conversación privada en la que el general retirado habría dicho que sólo obedecía órdenes del secretario de la Defensa Nacional, Guillermo Galván, y de la periodista Isabel Arvide, a quien reconoció como amiga personal.

Entrevistado al respecto por el noticiero radiofónico Notifórmula 7AM, de Cancún, el secretario de Seguridad Pública refrendó su “lealtad hasta la muerte” al gobernador, a quien reconoció como su "comandante" y "jefe supremo".

“Quien me invitó a trabajar aquí fue el gobernador. Dependo 100% de él, y a él le debo lealtad hasta la muerte. Es mi jefe, es mi comandante y es el comandante del estado”, sostuvo.

E insistió: “Soy leal y patriótico. Soy de extracción militar. Profeso ocho valores militares, entre ellos ser leal, la disciplina, ser abnegado, el valor, el espíritu de cuerpo y otros. Si él tiene un deseo, es una orden”, reiteró en diversas ocasiones.

Días antes de asumir la titularidad de la SSP, Villa Castillo causó una serie de reacciones al declarar en una entrevista para La Jornada que cuando detiene a un zeta, lo mata antes de interrogarlo.

El general intentó retractarse de sus dichos al señalar que es "muy respetuoso de los derechos humanos".

En ese sentido, aseguró que nunca recibió una sola observación de la Comisión Nacional de Derechos Humanos.

"Nunca he tenido ningún problema. Nadie me ha acusado en Derechos Humanos, no he recibido ninguna recomendación. Si llega la acataré", apuntó.

Sobre el equipo de ex militares que trajo a Quintana Roo para trabajar con él, detalló que suman 30. La mitad de ellos, agregó, fueron escogidos como escoltas y el resto son “especialistas, abogados, periodistas...”.

“Venimos a cumplir órdenes expresas del señor gobernador, Roberto Borge Angulo. Estoy adoctrinado en el Ejército y listo para servirle al pueblo de Quintana Roo. Estoy dispuesto a dar mi vida para cumplir con mi servicio”.

Añadió que su designación no surgió de un volado, y reconoció que está “cumpliendo un programa de Isabel Arvide, aplicado en otros estados, pero aquí debe ser mejor".

Sobre las funciones de Arvide en la dependencia, simplemente dijo que es su amiga y rechazó que sea su asesora.

"De ninguna manera (es mi asesora), es mi amiga. Yo la conocí igual que como conocí a la doctora Malvido, quien fue mi jefa en la Procuraduría General de la República (PGR). La respeto. Como ustedes saben, ella se ha desenvuelto dentro de fuerzas militares", argumentó.

Y sobre el “cochinero” que en encontró en la SSP, ya no dijo más, sólo mencionó que hay muchas irregularidades, como la carencia de vehículos oficiales.

"No tengo cómo moverme", se quejó.

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