Sitios y blogs sobre ajedrez
MÉXICO, DF, 6 de abril (apro).- El ajedrez es una actividad que cada vez más seguido se ve como una consecuencia lógica de la red Internet. Podemos hallar muchísimos sitios para jugar al ajedrez en línea, es decir, frente al monitor, en la comodidad de nuestras casas.
Yahoo, por ejemplo, tiene toda una sección en su página dedicada a los juegos, y hay un sinfín de éstos. El ajedrez desde luego está y se puede jugar con algún eventual internauta, o bien, jugar en competencias para subir en la clasificación que Yahoo lleva internamente.
Ahí jugar al juego ciencia es gratis, pero hay sitios de paga, especializados, como el Internet Chess Club (ICC), cuya página es www.chessclub.com, que por algo así como unos 40 dólares por semestre, se puede participar en partidas rápidas, torneos de todo género, ver análisis de las mejores partidas, consultar las bases de encuentros, llevar registro de las propias partidas, convivir con otros jugadores, platicar con ellos, tomar clases en línea por cierta cantidad de dólares al mes, etcétera.
Vaya que hay un montón de actividades, prácticamente todas gratuitas (a excepción de las clases particulares que ofrecen algunos maestros de ajedrez), que se ofrecen en el ICC. De verdad, la cuota es muy baja para los beneficios que el sistema da.
Además, ahí coinciden muchos grandes maestros y maestros internacionales, porque para ellos es gratuita su inscripción al sistema. Ahí están Carlsen, Nakamura, Shirov, Svidler, e incluso se sabe que Kasparov ha jugado ahí (con un seudónimo).
Otras páginas de ajedrez son muy interesantes para los aficionados. Por ejemplo, www.chessgames.com resulta una de las más completas y por unos 25 dólares por año se puede tener acceso a millones, sí, millones de partidas, a ver colecciones de los encuentros más importantes en la historia del ajedrez, etcétera.
Hay un sistema para hacer ejercicios de táctica, para resolver problemas, para “jugar al lado de un gran maestro” en un esquema de ajedrez solitario, en el cual el jugador debe acertar las jugadas que hizo el jugador que conduce al bando que gana la partida, etcétera. Si no se quiere pagar, de todas maneras se tiene acceso a buena parte de uno de los sitios con más partidas de ajedrez que hay en la red.
Pero además de esto, encuentro que últimamente han aparecido una serie de bitácoras, blogs, en donde no solamente se habla de ajedrez, sino que ponen a disposición, pública y anónima, bases de datos, videos, libros digitalizados en PDF o formato Dejavu, los cuales son –en muchos casos– obras clásicas del ajedrez, como por ejemplo los libros de Grau (Tratado General de Ajedrez), en cuatro tomos, o bien, la magnífica obra de Kasparov (Mis grandes predecesores), que aunque me suena que su aparición en la red no es lo más legal, se puede bajar y consultar.
Desde luego que si alguien quiere imprimir la obra digitalizada para leerla en papel, es más razonable y barato comprar el volumen original que se desea leer a gastar papel y tinta de la impresora.
Muchos de estos blogs también ponen bases de datos, de partidas, cursos de ajedrez, etcétera, de manera gratuita, dentro de sus artículos, con los enlaces de dónde descargarlos. Sin duda no es la actividad más legal dentro de la red, y queda en cada lector de dicho blog el bajar esa información a sus respectivas computadoras y usarla sin pagar.
Aquí entramos en un problema de índole moral, más que legal, considerando que quizás los que tienen interés mayormente por esta información son jóvenes que buscan progresar en el arte de las 64 casillas pero que probablemente no pueden comprar toda la información disponible en la red.
Argumentos y justificaciones habrá muchas, pero el punto es que los materiales están accesibles en redes peer to peer, lo cual no es un problema local de México, sino que existe en todo el mundo. Cada quien tendrá que hacerse responsable de sus actos en este sentido.
Como sea, es importante simplemente hacer notar que Internet es hoy, probablemente, el mejor sitio para buscar información, del tipo que sea, pero particularmente en ajedrez se ofrece, como nunca, una miriada de posibilidades. Quien quiera aprender más no tiene pretextos. En la red se puede conseguir todo.