MEXICO, DF, 13 de mayo (apro).- Por mediación de la Comisión Nacional de los Derechos Humanos (CNDH), unos 600 indígenas mayas, zapotecos, tzotziles, entre otros, que cumplían alguna condena en cárceles del país, tanto del fuero común como del federal, han obtenido su libertad anticipada de 2010 a la fecha.    
En ese lapso se otorgó la libertad para 422 casos del fuero común y 178 del federal; de los que 545 fueron hombres y 55 mujeres.
    Con estas acciones han sido beneficiados grupos como el náhuatl, maya, zapoteco, mixteco, tzotzil, tzeltal, mixe, chatino, cora, huichol, tlapaneco y zoque.
    En lo que va del año, 75 personas de diversas comunidades étnicas han alcanzado este derecho previsto en la ley.
    A través del Programa de Gestión de Asuntos sobre Beneficios de Libertad Anticipada para Indígenas, la CNDH atiende las peticiones de asesoría.
    Y como parte de las actividades desarrolladas en el marco de este programa, la CNDH realiza visitas a diversos centros penitenciarios para entrevistarse con la población de origen indígena, analizar sus expedientes y brindar la orientación jurídica correspondiente.
    La CNDH ha encontrado víctimas del ejercicio indebido de la función pública, la prestación inadecuada del servicio, falta de respuesta a sus peticiones, omisiones para la aclaración de su situación jurídica o falta de información para acceder a los beneficios legales.
    El artículo 2, apartado A, fracción VIII de la Carta Magna establece que en todos los juicios y procedimientos en que sean parte los indígenas, éstos tienen el derecho a ser asistidos por intérpretes y defensores que tengan conocimiento de su lengua y cultura.
    Para alcanzar el beneficio de la libertad anticipada, el interno debe cumplir 60% de la condena, observar buen comportamiento, ser primodelincuente, acreditar la pertenencia a una etnia y no haber participado en delitos de alto impacto, como secuestro o violación.
    En la actualidad se encuentran recluidos en penales de la República unos 8 mil 293 indígenas.