MÉXICO, D.F. (apro).- Con la captura de José de Jesús El Chango Méndez Vargas, el gobierno federal dio “el golpe más contundente” al cártel de La Familia michoacana, afirmó el vocero de seguridad nacional, Alejandro Poiré. Según el funcionario, con esta acción “han caído 21 de las 37 cabezas del crimen organizado” identificadas por el gobierno federal y “se destruye lo que restaba de esa estructura de mando” de la organización criminal michoacana. Poiré hizo el anuncio en la residencia oficial de Los Pinos y afirmó que la detención se realizó en Aguascalientes sin enfrentamiento ni bajas de por medio. Informó que El Chango sería trasladado en breve a la Ciudad de México por elementos de la Policía Federal (PF), donde el capo será puesto a disposición de la autoridad competente para responder por la probable comisión de delitos como homicidios, extorsiones, corrupción e incluso ataques arteros contra la población. En particular se refirió al ataque perpetrado el 15 de septiembre de 2008 en la plaza Melchor Ocampo de Morelia, Michoacán. Méndez Vargas escaló a la cúspide de la estructura criminal en diciembre de 2010, luego de la muerte de Nazario El Chayo Moreno a manos de militares. La organización que hasta hoy encabezaba El Chango está marcada por un fuerte sentimiento religioso, que fue inculcado por El Chayo. Su estructura de mando emula a Jesucristo y sus doce apóstoles. El grupo utiliza la religión para conseguir adeptos e integrantes que funjan como sicarios, transportadores de droga y operadores. El consejo lo componen 12 jefes que eran liderados por Méndez Vargas. La Procuraduría General de la República (PGR) tiene plenamente identificados a los otros 11: Ignacio Rentería El Franky, Jesús Méndez Jr. (presunto hijo de El Chango); Gustavo Malfavón, El Tavo, y otros tres a quienes sólo ubica por su nombre de pila: Miguel, José y Refugio. También destacan Javier Barragán, El Borrado; Alfonso Morales, La Moraleja; Sergio Pérez, El Checo; Javier Suárez, y Francisco Servando González, La Tuta, quien se escindió del cártel para formar con Enrique Plancarte la organización criminal de Los Caballeros Templarios. El Chango Méndez operaba con un cuerpo de seguridad conocido como Los Doce Apóstoles (Proceso 1780). Los miembros que se gradúan como “guerreros celestiales” pueden hacerlo de dos formas: reciben 12 tablazos o ejecutan a alguien. Luego de la captura de El Chango, el presidente Felipe Calderón felicitó, a través de su cuenta en Twitter, a la PF. "Gran golpe de la Policía Federal al crimen organizado. Uno de los criminales más buscados fue capturado. Felicidades", escribió. Por la tarde, hizo un comentario velado sobre el hecho en la reunión anual de consejeros de Bancomer, pero no dio detalles. "Hemos dado un golpe, ya lo verán ustedes", dijo ante los banqueros y el expresidente de Brasil, Luiz Inacio Lula da Silva.