Cuestiona Felipe Gonzalez guerra del gobierno mexicano

miércoles, 13 de julio de 2011 · 14:14
MADRID, (apro).- El expresidente Felipe González habló hoy sobre la estrategia de combate al crimen organizado en México, y aseguró que el gobierno federal ha privilegiado las acciones operativas antes que las labores de inteligencia. “El problema es que en la lucha contra la criminalidad organizada en cualquiera de sus formas hay 85% de inteligencia y 15% de operatividad, y creo que el planteamiento en México es 85% operación y 15% inteligencia. Y ahí me voy a parar”, dijo González. Luego bromeó: “Menos mal que estamos en Madrid, porque si estuviéramos en México me aplicarían el (artículo constitucional) 33. Soy bastante impertinente, pero no le quiero hacer competencia a mi sucesor (el líder del Partido Popular, José María Aznar)”. Durante su participación en el encuentro “América Latina, temas para una agenda alternativa” –dentro de los XXIV Cursos de Verano de El Escorial–, el exmandatario español (1982-1996) expresó que los próximos gobiernos de México tendrán que luchar contra el narco, pero “ojalá sepan que es 85% inteligencia y 15% operatividad”, insistió. En su opinión, México vive una situación de violencia y una “muy seria” percepción de la misma. “En México hay una situación de violencia muy seria y una percepción más grave que las estadísticas de la violencia. Es lo primero que quiero decir, en honor a la verdad. “Pero no olviden lo primero que he dicho: hay una percepción de violencia y hay una realidad de violencia, que es muy seria. Y una percepción de la violencia que es más seria que la realidad de la violencia”. Por tanto, añadió, este escenario “está creando un impacto muy serio. Al principio, hace tres años, una buena parte de la sociedad mexicana partía de la base de que 90% de la violencia era (por) arreglos de bandas”. No obstante, en este momento “la lluvia fina ha calado” y eso ya no lo cree la sociedad mexicana, la cual “tiene la percepción de que la violencia les afecta a todos”, puntualizó. El expresidente español señaló que si bien el Distrito Federal es una de las ciudades “más grandes y complicadas” del orbe, no es la más violenta, comparada con otras como Caracas o Sao Paulo, “ciudades infinitamente más violentas”, pero que “no tienen la percepción del drama de la violencia”. Sin embargo, subrayó, Monterrey, la capital de Nuevo León, es un caso crítico porque “siempre ha sido una capital al margen de”, por su potencial de desarrollo, su universidad y su institucionalidad, pero ahora enfrenta una “inestabilidad provocada por la violencia extraordinariamente grave”, lo cual se traduce en la fuga del capital humano que ahí se desarrolló. “Estamos frente un problema realmente muy serio”, advirtió González. Sin mencionar el nombre del presidente Felipe Calderón, el exmandatario español cuestionó si se debía o no entrar en una “guerra contra el narcotráfico”, si era conveniente o no. Y respondió que “la guerra contra el narcotráfico empieza a ser poco evitable en el momento en que el narcotráfico –un gran negocio que mueve cientos de miles de millones de dólares– empieza a ocupar territorio y, por tanto, a mandar sobre el territorio, incluidas las instituciones”. Añadió: “En el momento en que el Estado mexicano, que siempre ha sido un Estado fuerte, no manda sobre el territorio, se encuentra con un enemigo interior que manda en el territorio y que le quita la autoridad al Estado”. El adversario político más serio del PRI es el propio PRI El expresidente español también hizo sus pronósticos sobre el futuro político en México, y señaló que al parecer “va a haber alternancia en el poder”, y esa “alternancia más próxima, por su presencia territorial, es la que se articule en torno al PRI”. Desde hace muchos años, dijo, “el PRI tiene un adversario político muy serio, que es el PRI”. Y agregó que si el tricolor arreglara eso “podríamos identificarlo en términos de proyecto ideológico, por el momento muy complicado”. Además, Felipe González criticó el “transfuguismo o transformismo” de la izquierda mexicana con sus “pactos de oportunidad con el PAN”, que deben tener “sus límites”, porque “en México pasa demasiado como para que no tenga un costo en términos de credibilidad”. Criticó a la izquierda mexicana –“donde tengo muchos amigos en la tribu”– porque, apuntó, está desaprovechando una gran oportunidad de ofrecer una plataforma de izquierda moderna, progresista para el siglo XXI. “A mí no me preocupa tanto que no aproveche la oportunidad como que no cumpla con su responsabilidad, que es la responsabilidad de darle al país la posibilidad de una alternancia en el poder, con crecimiento con una redistribución del excedente, que es crecimiento con sanidad pública creciente, crecimiento con educación pública suficiente, crecimiento con sistemas de protección social y de pensiones que retroalimenten al sistema”. En su opinión, “esa izquierda en México todavía no está articulada, no se lo están planteando en serio, yo no los veo”.

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