Replegar a la autoridad, origen de los ataques en Michoacán
MÉXICO, D.F., (apro).- La Secretaría de Seguridad Pública (SSP) federal aseguró hoy que los desmanes encabezados ayer en el estado de Michoacán por Los Caballeros Templarios, que dejaron un saldo de siete muertos y un herido, y cuantiosos daños materiales, tienen el propósito de obligar a la autoridad a replegarse.
En un comunicado difundido este viernes, la dependencia advirtió, sin embargo, que “eso no va a suceder”, y de paso aclaró que ese tipo de acciones violentas forman parte de una “estrategia propagandística” de ese grupo criminal.
Asimismo, detalló que luego del ataque registrado en las inmediaciones del municipio de Apatzingán, se aseguraron seis armas largas y dos cortas, seis granadas de fragmentación, aproximadamente 200 cartuchos de diferentes calibres, así como 42 cargadores para AK-47 y dos para arma corta.
Según el texto, durante la agresión contra la PF, “los presuntos integrantes de Los Caballeros Templarios realizaron disparos contra la población civil que se encontraban en el lugar, para generar pánico y confusión” y luego darse a la fuga.
Por separado, el procurador general de Justicia de Michoacán, Jesús Montejano, informó que el grupo criminal se adjudicó los enfrentamientos registrados la víspera en distintas ciudades de Michoacán.
"La organización que se está atribuyendo esto, incluso con la aparición el día de hoy de algunas mantas en las diferentes ciudades del estado, refiere que son del grupo de los Templarios", dijo en entrevista radiofónica.
De acuerdo con Montejano, el inicio de los ataques fue un enfrentamiento, en dos momentos, entre los presuntos delincuentes y policías federales en la región de Apatzingán, a partir del cual se desató una serie de actos de violencia en distintas ciudades, con un saldo de siete muertos, cuatro de los cuales ya fueron identificados.
Según la Procuraduría General de Justicia de Michoacán, las víctimas respondían a los nombres de: Juan Carlos Reyna Sánchez, Mario Alberto Romero Maldonado, Francisco Díaz Hurtado y Luis Germán Arévalo Torres, cuyas edades oscilaban entre los 26 y 28 años de edad.
La dependencia aclaró que los cuatro cadáveres quedaron tirados en la comunidad de Uspero, mientras que los otros tres –aún sin identificar– fueron levantados de un lugar conocido como Arroyo del Muerto.
El procurador michoacano detalló que en Apatzingán fueron incendiados nueve vehículos, y en Uruapan hubo un enfrentamiento con las fuerzas federales y un bloqueo que paralizó casi toda la ciudad.
En tanto, en Morelia fueron bloqueadas las principales salidas carreteras y se contabilizaron siete vehículos incendiados.
Esta mañana, Los Caballeros Templarios reclamaron la autoría de las narcomantas que aparecieron en distintos puntos de territorio michoacano.