Rechaza Aguirre que proteja a capos del narco y niega vínculos familiares con uno de ellos
CHILPANCINGO, Gro. (apro).- El gobernador de Guerrero, Ángel Aguirre Rivero, rechazó que su gobierno brinde protección a capos del narcotráfico y negó vínculos familiares con uno de ellos, como han denunciado grupos antagónicos a través de narcomantas colocadas en espacios públicos de Acapulco.
En conferencia de prensa, Aguirre Rivero se deslindó de las versiones que lo señalan como primo de Víctor Aguirre, uno de los líderes del Cártel Independiente de Acapulco (Cida), y para demostrarlo, dijo que está dispuesto a someterse a cualquier tipo de investigación y al escrutinio de los guerrerenses.
Acompañado por su homólogo de Puebla, Rafael Moreno Valle, con quien suscribió un convenio de colaboración en matera de seguridad, Aguirre calificó de “irresponsable” la imputación que le ha hecho el grupo delictivo La Barredora, sobre la presunta protección que el gobierno estatal brinda al Cida y sus presuntos vínculos familiares con uno de los operadores de esa organización.
Durante la conferencia, Aguirre evadió responder a los señalamientos hechos por testigos protegidos de la Procuraduría General de la República (PGR) sobre los niveles de infiltración del narcotráfico en el gobierno de Guerrero, en especial en Acapulco, que desde 2008 controlan a policías y funcionarios de los tres niveles de gobierno.
Aguirre se limitó a decir que durante su administración se han emprendido acciones para "enfrentar y combatir" al crimen organizado en todo el estado, especialmente en Acapulco, con la coordinación del Ejército, la Armada y la Policía Federal.
Por separado, el procurador Alberto López Rosas, negó que durante su administración como alcalde de Acapulco (2002-2005) tuviera tratos con capos del narcotráfico y rechazó que éstos tuvieran “ingerencia o interferencia en su gobierno”.
Asimismo, reiteró su llamado a los grupos criminales para que declaren una tregua entre ellos y “respeten (los) códigos criminales”.
Ayer, la agencia Apro reveló que dos testigos protegidos de la PGR aseguraron que desde 2008 autoridades de los tres niveles de gobierno han brindado protección a la estructura del extinto capo Arturo Beltrán Leyva, El Barbas, en Acapulco, exfeudo del capo abatido en 2009 en Cuernavaca, Morelos.
De acuerdo con el expediente PGR/SIEDO/UEIDCS/218/2011, integrado por la Subprocuraduría de Investigación Especializada en Delincuencia Organizada (SIEDO), el testigo protegido identificado con el seudónimo de Zajed, un exoperador financiero de los Beltrán Leyva en Guerrero y Quintana Roo, admitió que la policía porteña recibía 500 mil pesos semanales a cambio de impunidad y el encargado de recibir el dinero en ese entonces era un comandante de apellido Frías.
Asimismo, reveló que en la nómina de esta estructura criminal también había políticos locales y oficiales del Ejército que forman parte de una amplia red de protección para las operaciones de lavado de dinero, trasiego y venta de droga en Acapulco.
El otro testigo, identificado como Némesis, señaló que luego de la detención del capo Édgar Valdez Villarreal, en agosto del año pasado, la estructura de los Beltrán Leyva que formó el Cida, asumió el control “de toda la delincuencia” en Acapulco y Zihuatanejo.
Némesis identificó como los principales operadores del Cida a Benjamín Flores Reyes, El Padrino, y Moisés Montero Álvarez, El Koreano, detenidos por la Policía Federal el 1 en marzo de este año y el 1 de agosto pasado, respectivamente. También, Víctor Aguirre Garzón --quien insistentemente ha sido vinculado como primo del gobernador Ángel Aguirre-- y Carlos Antonio Barragán Hernández, El Melón. Ambos se encuentran libres mantienen una encarnizada guerra por la plaza contra una banda escindida del Cida que se hace llamar La Barredora, dirigida por Cristian Hernández Tarín y Heber Jair Sosa El Cremas.