WASHINGTON (apro).- Anthony Wayne, el nuevo embajador de Estados Unidos en México, deberá mantener la misma agenda de la relación bilateral que instrumentó y llevó a cabo su antecesor Carlos Pascual, subrayó el Departamento de Estado. “Nuestra agenda no cambia de embajador a embajador, ni con México ni con ningún otro país”, aclaró Mark Toner, portavoz del Departamento de Estado, al ser cuestionado si el nuevo emisario diplomático del presidente Barack Obama desarrollaría una nueva agenda ante el gobierno de Felipe Calderón. Wayne, quien fue confirmado el martes por el Senado estadunidense como embajador en México, se concentrará en dar seguimiento a la corresponsabilidad de Washington en la lucha contra el narcotráfico, el crimen organizado y los demás asuntos de la agenda bilateral en materia de seguridad. Toner, además, anotó que la relación con México se ubica entre los intereses de seguridad nacional de Estados Unidos. El vocero del Departamento de Estado estableció que Wayne seguirá apoyando los esfuerzos del gobierno mexicano en el combate al trasiego de las drogas, de armas, lavado de dinero y, en términos generales, en respaldar cualquier estrategia definida en la agenda bilateral para contener al crimen trasnacional. “Vamos a trabajar para abordar este asunto, ha habido algunos éxitos por parte de México en materia de la aplicación de la ley… y estamos comprometidos con México a mantener una alianza de largo plazo”, agregó el vocero del Departamento de Estado. Toner añadió que con base en la importancia que tiene México para los intereses de seguridad nacional de Estados Unidos, se espera que Wayne sea muy pronto juramentado como embajador para que de inmediato inicie sus labores en la capital mexicana.