El narcotráfico quiere "poner de rodillas" al gobierno de México: El País

martes, 30 de agosto de 2011 · 12:10
MADRID.,  (apro).- El diario El País dedica hoy uno de sus principales espacios a la tragedia registrada la semana pasada en Monterrey, Nuevo León, donde 52 personas perdieron la vida durante un incendio en el casino Royale provocado por una célula de Los Zetas. En el editorial, el rotativo español sostiene que los narcotraficantes mexicanos pretenden “poner de rodillas” al gobierno “creando una imagen de ingobernabilidad ante la opinión pública que le obligue a negociar un alto el fuego, al amparo del cual el narco seguiría disfrutando en la impunidad”. Sugiere, sin embargo, que el presidente Felipe Calderón no debe “refugiarse en la responsabilidad ajena, por muy cierta que esta sea”. La lucha contra el narcotráfico, dice, debe “incorporar a la sociedad entera” para “salvar la democracia”. Además, subraya que ya no es únicamente del Estado mexicano, “ni puede ser solución el envío de más agentes a Monterrey”, sino “la lucha es de la sociedad mexicana en su conjunto”. “Quien no denuncie, no actúe, no se oponga en la medida de sus posibilidades al cáncer del narcotráfico—dice el editorial—, estará por debajo de lo que en esta hora exige la nación. Y todo ello, encuadrado, potenciado, servido por unos poderes públicos que han de entender que pelean por la supervivencia de un México moderno, eficaz y democrático”. Bajo el título “Terror en México”, el diario propiedad del grupo Prisa, señala que “hablar de crimen, por muy organizado que esté, ya no describe adecuadamente la realidad”. “En México se libra una guerra múltiple: carteles de la droga contra la sociedad entre sí, por el dominio del territorio, y, siempre, contra el Estado”. Como ha dicho el presidente Calderón, “son verdaderos atentados terroristas a lo que tiene que hacer frente el país. Y de que el Estado prevalezca contra el terror dependerá el futuro de la democracia en México”. Recordó que le semana pasado un “grupo de facinerosos” irrumpió en un casino de Monterrey para prender fuego al local, ocasionando la muerte de 52 personas por asfixia, calcinación o pisoteadas cuando escapaban de las llamas. “Pero incluso un atentado tan enloquecido y monstruoso tiene su explicación. El hecho de que no sea el primer establecimiento de este género que sufre un atentado parecido apunta a una guerra entre narcos –hay cinco detenidos, sospechosos de pertenecer a los Zetas—que se atacan en sus presuntos intereses económicos, al tiempo que tratan de poner al estado de rodillas creando una imagen de ingobernabilidad ante la opinión que le obligue a negociar un alto el fuego, al amparo del cual el narco seguiría disfrutando en la impunidad”. Resalta que Calderón reaccionó “acusando a Estados Unidos de extrema lenidad, virtual indiferencia, ante el problema”. El Presidente, dice, ha exigido, por enésima vez, que cese “la criminal venta de armas de alto poder” a los carteles de la droga, así como que se combata sobre el propio terreno el inmenso negocio de la droga en las ciudades del gran vecino. Barack Obama respondió con la “comprensión y sentimiento” de rigor, pero “sin planteamientos concretos para combatir el mal”.

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