MÉXICO, D.F. (apro).- El Fondo Mundial para la Naturaleza (WWF) exigió hoy al gobierno del presidente Felipe Calderón la cancelación de las autorizaciones otorgadas a la constructora española Hansa Urbana para construir un proyecto turístico en Cabo Cortés, Baja California Sur. El organismo advirtió que el megadesarrollo acarreará impactos negativos en el área natural protegida de Cabo Pulmo, ubicada a 17 kilómetros del complejo y "descrita por la comunidad científica como la reserva marina más saludable del mundo". En rueda de prensa, Exequiel Ezcurra, consejero de WWF-México, advirtió que el proyecto urbano-costero representa una seria amenaza para la sustentabilidad económica, social y ambiental del Golfo de California. "Es un proyecto mal autorizado, mal consultado, aprobado en contra de la opinión pública y de la opinión interna de la Secretaría de Medio Ambiente y Recursos Naturales, así como de toda la evidencia científica que aconsejaba no avalarla", denunció. Aceptar sin decir nada sobre la eventual destrucción de un ecosistema tan valioso e importante para las comunidades locales, agregó Ezcurra, "sería un crimen para las generaciones futuras". Por su parte, Omar Vidad, director general de la WWF-México, puso en duda la viabilidad del proyecto; sostuvo que éste tendría una infraestructura por lo menos dos veces superior a la del municipio con más desarrollo turístico de la entidad, Los Cabos, que es de 11 mil 26 habitaciones, de las que prácticamente la mitad permanece desocupada a lo largo del año. Indicó también que Cabo Pulmo es un ejemplo de los beneficios ecológicos que brindan los ecosistemas saludables, "un modelo de desarrollo ambiental, social y económicamente exitoso reconocido internacionalmente". Argumentos similares han sido esgrimidos desde mediados del año pasado por diversas ONG, como Greenpeace y Wildcoast/Costa Salvaje, que abogan por la cancelación de los permisos otorgados al conglomerado español para levantar en la zona un complejo valorado en 2 mil millones de dólares. Sin embargo, la compañía a cargo del desarrollo sostuvo la semana pasada que sus edificaciones "no afectarán a Cabo Pulmo", y por el contrario se dijo blanco de una “campaña de desinformación".