Rumor de suicidio colectivo en la Sierra Tarahumara hace fluir ayuda

martes, 17 de enero de 2012 · 19:42
MÉXICO, D.F. (apro).- Laura Gurza, coordinadora general de Protección Civil de la Secretaría de Gobernación (Segob), rechazó que en la Sierra Tarahumara se registren suicidios masivos por la hambruna y sequía que padecen los indígenas rarámuris. “En Protección Civil no tuvimos reportes de ninguna especie alrededor de este tipo de actos de suicidio y mucho menos de orden masivo”, afirmó en conferencia de prensa la funcionaria federal. No obstante, reconoció que tampoco se puede negar que en la zona “hay una pobreza acumulada, milenaria, como la hay en otras zonas del territorio nacional, que aqueja de manera específica a esta etnia de los rarámuris”. Gurza comentó que en lo que va de la temporada invernal se han registrado 32 decesos, la mitad de ellos en Chihuahua, pero la mayoría –puntualizó– fueron causados por inhalación de monóxido de carbono. La cifra, añadió, no rompe con los índices de la temporada invernal, sobre todo si se toma en cuenta que las entidades que son más afectadas por las bajas temperaturas son Chihuahua y Durango. “El mismísimo gobernador desmintió este rumor (de suicidios de indígenas en la región tarahumara), y el responsable de esos comentarios, incluso por escrito, se retractó de las afirmaciones efectuadas”, señaló. El pasado domingo 15, Ramón Gardea, integrante del Frente Organizado de Campesinos Indígenas, denunció a una televisora local de Chihuahua que hombres y mujeres de la Sierra Tarahumara se estaban tirando a los barrancos o colgándose. “Las mujeres indígenas, cuando llevan cuatro o cinco días sin poder darle de comer a sus hijos, se ponen tristes, y es tanta su tristeza que hasta el 10 de diciembre (2011), 50 hombres y mujeres, pensando que no tienen que darle a sus hijos, se arrojaron al barranco”, dijo. La versión fue confirmada por Jesús Antonio Quiñonez, secretario del ayuntamiento de Carichí, en el estado de Chihuahua, quien denunció ante medios locales que debido a “la gran hambruna” que azota la Sierra Tarahumara, algunos jefes de familia rarámuris se han suicidado. Incluso en las redes sociales Twitter y Facebook fue uno de los temas más comentados el pasado sábado 14, y se lanzó una convocatoria para llevar alimentos, cobijo y medicinas a la sierra. La víspera, el gobierno de Chihuahua, que encabeza César Duarte, desmintió en un comunicado las aseveraciones sobre el suicidio masivo de tarahumaras por el hambre que padecen. “Sólo el que no conoce la idiosincrasia de la raza tarahumara podría creer semejante versión. Su formación en la dureza de la sierra los hace hombres y mujeres con un temple a toda prueba”, decía el comunicado. Además, reprochó que haya “gente sin escrúpulos que miente y engaña a personas de buena fe con este tipo de falsa información”. Cierto o no, la ayuda empezó a fluir hacia la zona de manera inmediata, o al menos esas fueron las instrucciones que dio el gobierno federal. Así, la Secretaría de Desarrollo Social ordenó el envío de un paquete de 100 mil despensas para auxiliar a las comunidades más necesitadas de la zona. El gobierno federal detalló que ha entregado apoyos por 120 millones de pesos, mil 296 toneladas de maíz, 648 de frijol, 51 de salchicha y 42 de leche para los 500 mil tarahumaras y campesinos que padecen hambruna en esa zona. En tanto, el jefe de Gobierno del Distrito Federal, Marcelo Ebrard, dio hoy el banderazo de salida a un tráiler con dos mil 500 despensas, cinco mil cobijas y diversos artículos de primera necesidad para las comunidades indígenas de Chihuahua. Por otro lado, la coalición Frente Indígena de Organizaciones Binacionales, organización de indígenas mexicanos radicados en California, Estados Unidos, comenzó a reunir donativos para llevar alimentos a esa población. José González, dirigente mixteco de la mencionada coalición, indicó que al menos una docena de comités de todo el estado de California acordó reunir fondos, comprar alimentos en México e ir a entregar la comida directamente a los habitantes de la sierra de Chihuahua. El sacerdote jesuita Javier Ávila, presidente de la organización no gubernamental Comisión de Solidaridad y Derechos Humanos, afirmó que la situación de emergencia alimentaria que vive la zona Tarahumara es recurrente cada año. En una entrevista con La Jornada, afirmó que los niños desnutridos mueren como cada año. “Sí hay niños que mueren por esa causa, pero tampoco es algo general”, dijo, y agregó que si se generó una alerta mayor fue por el amarillismo de los medios y las declaraciones de Ramón Gardea. El sacerdote jesuita, quien ha trabajado con las comunidades indígenas por más de 35 años, manifestó que desconocía que 50 tarahumaras se hubieran suicidado, como lo afirmó Gardea, pero además puso en duda esa información. “No me consta. Incluso me atrevo a decir que es falso. El rarámuri no es así, aguanta muchas más cosas que nosotros, como el hambre, el frío, la enfermedad. Los que los conocemos y tenemos un camino de toda la vida con ellos sabemos eso. Si hubiera suicidios, no son en forma generalizada ni son por eso. Serán por el consumo de alcohol o droga, pero no es una situación generalizada”, sostuvo. Luege desmiente sequía El titular de la Comisión Nacional del Agua (Conagua), José Luis Luege Tamargo, desmintió que la sequía que azota a varios estados del país desde hace 11 meses haya alcanzado a la Sierra Tarahumara. Afirmó que las cuatros entidades donde hay un severo problema de sequía son Chihuahua, Coahuila, Zacatecas y Durango, y que en el caso de la Tarahumara no es un problema porque tiene fuentes de acceso de agua, contrario a lo que sucede en la zona semidesértica de Chihuahua. Incluso garantizó que a pesar de la sequía, no faltará agua en la Sierra. De su lado, Laura Gurza afirmó que hay un paquete presupuestal etiquetado para este año por 22 mil millones de pesos para atender el problema de la sequía. “Una cifra sin precedentes”, agregó, pues el año pasado sólo se canalizaron 3 mil millones a ese rubro. Sin embargo, aclaró que la suma general variará una vez que concluya la evaluación de los recursos necesarios en siete entidades, a las que se les concedió declaratoria de desastre por la sequía. Dicha evaluación concluirá el próximo martes 24.

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