XALAPA, Ver. (apro).- El gobernador Javier Duarte presumió hoy a la prensa local que ya tiene una invitación del presidente electo, Enrique Peña Nieto, para incorporarse a trabajar en la administración federal… en 2017. “Se los digo ya puntualmente, recibí una invitación de parte del presidente electo, Enrique Peña Nieto para participar en su administración, sólo que la invitación es para enero del 2017, a partir del primer día, estaré yo integrado en el gobierno federal”, dijo. Duarte de Ochoa señaló que mientras llega ese momento seguirá participando con “gran emoción” y “orgullo” en los cuatro años que le restan como mandatario de los veracruzanos, “cargo –enfatizó– que trato de honrar todos los días”, a pesar de que la entidad se encuentra sumergida en una crisis de seguridad y entrampada en una espiral de deuda pública por más de 30 mil millones de pesos. En entrevista previa al arranque del desfile cívico-deportivo del 20 de noviembre en la capital del estado, Javier Duarte adelantó que en los movimientos políticos y administrativos, algunos de sus colaboradores habrán de presentar su renuncia en fechas por venir. Ello, por tener “intereses” y “aspiraciones” de participar en el próximo proceso electoral local. Sin adelantar nombres, el gobernador de Veracruz enfatizó que algunos de sus servidores públicos del actual gabinete local, podrían incorporarse al gobierno federal a invitación expresa de Enrique Peña Nieto. “Estamos en una administración que se renueva. De aquí al 2016 va a seguir habiendo más cambios, vienen cambios importantes en la administración federal, algunos integrantes de mi gobierno ocuparán cargos de la administración pública federal y el próximo año vendrá un proceso local y varios de mis funcionarios habrán de participar, no me lo han manifestado, pero al igual que ustedes (dirigiéndose a la prensa), advierto que muchos tienen el interés de participar”. Durante el desfile alusivo a la Revolución Mexicana, el mandatario permaneció rodeado de su principal equipo de colaboradores y flanqueado por el presidente del Tribunal Superior de Justicia, Alberto Sosa Hernández, y por el secretario de Seguridad Pública, Arturo Bermúdez Zurita. En lo alto de la catedral metropolitana, del edificio Nachita y del inmueble del Pasaje Enríquez, un grupo de francotiradores de la Secretaría de Seguridad Pública (SSP), enmascarados y siempre atentos al desarrollo del desfile, cuidaban de los pormenores del presídium principal. En la avenida principal, Juan de la Luz Enríquez, la nueva Policía de Proximidad Social y Policías Estatales vigilaban quién entraba y quién salía del desfile, apoyados en vallas metálicas y filtros de seguridad.