TUXTLA GUTIÉRREZ, Chis. (apro).- El exgobernador Pablo Salazar Mendiguchía fue trasladado por segunda ocasión al penal de El Amate, ubicado en el municipio de Cintalapa, luego de permanecer seis meses recluido en la prisión de Huixtla. La medida se tomó, luego de que un juez federal le concedió un amparo, el cuarto, contra la decisión de las autoridades penitenciarias de enviarlo a la cárcel de Huixtla el 16 de agosto pasado. Antes de que se cumpliera el mandamiento judicial, Pablo Salazar López, hijo del exmandatario, escribió su cuenta de Twitter, que “la autoridad tenía 24 horas para acatar la sentencia judicial. La cumplieron a las 13:45, llevándose en helicóptero a @psmendiguchia al amate”. Vía telefónica, el hijo del exmandatario, Pablo Salazar López, señaló a esta agencia que “no estuvieron bien sustentadas las supuestas amenazas anónimas de muerte” que recibió su padre, mismas que –dijo– sirvieron como pretexto para que la Procuraduría General de Justicia del estado (PGJE), la Secretaría de Seguridad Pública y un juez del ramo penal decidieran su traslado DE El Amate a Huixtla. “El único peligro para mi integridad y la de mi familia no son los internos, sino el gobernador Juan Sabines Guerrero”, señaló en esa ocasión el exgobernador en torno de las supuestas amenazas en su contra por parte de internos del penal de Cintalapa. Con éste suman cuatro los amparos ganados por Pablo Salazar Mendiguchía, aunque, según su hijo, por cada uno que gana, la PGJE acumula otro proceso penal en su contra, por lo que ya tiene al menos media docena de ellos por diversos delitos. “Estamos combatiendo los procesos en la justicia federal, realmente no se dan las condiciones en la justicia local para llevar los procesos con verdadera imparcialidad. Estamos esperando que se resuelvan los amparos, mismos que hemos ido ganando”, dijo por su parte el abogado César Cerisola.