Inicia pasarela de presidenciables: Peña, Quadri y Clouthier registran candidaturas
MÉXICO, D.F. (apro).- El primero, nervioso, poco acostumbrado a los grandes actos protocolarios de la política, pero arropado por maestros acarreados.
El segundo, con toda la parafernalia –guardaespaldas, poses muy hechas para las cámaras; acompañado por su esposa y por los principales líderes de su partido– de quien se sabe el puntero en las preferencias electorales.
El tercero, consciente de que nada puede perder, apenas acompañado de su esposa, su madre, sus cuatro hijos y dos de sus hermanos.
Así llegaron este jueves a la sede del Instituto Federal Electoral, Gabriel Quadri de la Torre, Enrique Peña Nieto y Manuel Clouthier Carrillo, abanderados, respectivamente, de los partidos Nueva Alianza y PRI-PVEM, y el aspirante independiente de origen panista, a solicitar formalmente su registro como candidatos a la Presidenta de la República.
En el primer día del periodo de solicitudes de registro de candidaturas presidenciales, las diferencias no sólo se vieron en la forma en que cada uno de aquellos llegó al IFE, sino en el formato de su presentación y en la manera en que cada uno fue recibido por las autoridades electorales.
Quadri, que llegó al IFE en los primeros minutos del día, no hizo uso de la palabra en el acto protocolario de la entrega de la documentación que fundamenta la solicitud de registro. Al término, pasó con sus acompañantes al auditorio, repleto de seguidores –sobre todo maestros con banderines del SNTE--, y en el que hablaron él y los líderes del partido que lo postula. Luego dio conferencia de prensa.
Contra los pronósticos, casi se llena el vestíbulo donde se armó el escenario para el acto protocolario. Los propios reporteros se sorprendieron de que, pasada la media noche, hubiera una buena cantidad de representantes de los medios de comunicación.
“No es que Quadri tenga mucho rating. Muchos ni siquiera lo conocíamos. Pero era el primero en solicitar su registro. Por eso teníamos que estar en la madrugada”, comentó un reportero.
La estrella, sin duda, fue Peña Nieto. Estaba citado a las 9 de la mañana. Llegó en una imponente suburban negra blindada que se apostó justo frente a la explanada. Atrás suyo, otras dos camionetas con agentes de seguridad.
Pero no bajó de inmediato. Esperó algunos minutos, que bastaron para que la explanada se colmara no sólo de reporteros y un centenar de gráficos, cámara en mano, sino también de funcionarios, empleados y empleadas del instituto.
Ya en la explanada, desde media hora antes, la cúpula priista aguardaba su arribo. Estaban todos: el presidente del partido, Pedro Joaquín Coldwell, y la secretaria general, Cristina Díaz, acompañados de los líderes de todos los sectores del partido; los consejeros y los representantes del PRI ante el IFE; los dirigentes de la campaña presidencial de Peña Nieto; legisladores del partido --notoria la ausencia de Manlio Fabio Beltrones-- y el acostumbrado séquito de acompañantes, secretarios y todo tipo de ayudantes de los líderes.
Hábilmente, el candidato priista aguardó en la camioneta. Una vez que la explanada se llenó de políticos, reporteros y curiosos, Peña Nieto salió del vehículo y, de la mano de Angélica Rivera, su inseparable Gaviota, subieron pausada y espectacularmente la escalinata que lleva a la explanada.
Muy hecha ya la jugada, Peña y la Gaviota atendieron todas las solicitudes de los fotógrafos y camarógrafos de prensa. Veinte minutos les llevó recorrer un tramo de menos de 200 metros. Todas las poses solicitadas fueron concedidas. La Gaviota, actriz acostumbrada a los reflectores –y que sin duda hace el mayor aporte al rating de Peña Nieto–, acaparó la atención por su presencia radiante y su permanente sonrisa.
Vuelo se dieron empleados y empleadas del IFE, que en masa salieron de sus oficinas, para tomarle fotos, con su celular, a la pareja que tan popular han hecho las televisoras.
Peña y esposa fueron recibidos por el consejero presidente del IFE, Leonardo Valdés Zurita, y el resto de los principales consejeros. Quadri también fue recibido formalmente así, pero para su esposa –que también lo acompañó-- no hubo la deferencia que tuvo Angélica Rivera: ésta, en el acto protocolario de la entrega de la solicitud de registro, estuvo a un lado de su marido el candidato.
La imagen lo decía todo: en torno de la exactriz, ajena su trayectoria de vida a la política, había una pléyade de los más experimentados políticos del país.
Muy distinta fue la presencia de Manuel Clouthier Carrillo, hijo del legendario Maquío. Llegó casi en solitario, con apenas una treintena de acompañantes, la mayoría familiares –su madre, su esposa, sus cuatro jóvenes hijos y dos de sus hermanos– y amigos.
Si no para los reporteros, sí para el personal del IFE pasó desapercibida su llegada. No fue recibido por los consejeros del IFE, que estaban enfrascados en otra reunión. No hubo protocolos y recepción formal para el. Justo como candidato “ciudadano” e “independiente”, debió acudir a la Oficialía de Partes a entregar su solicitud de registro como candidato.
Ningún consejero se le acercó, salvo Lorenzo Córdova que, de camino a su oficina, se lo topó. “Yo ya hice mi parte” (entregar la solicitud de registro), ahora les toca a ustedes”, le dijo el hijo de Maquío. “Con gusto lo veremos”, replicó el consejero.
Casualmente Lorenzo Córdova es uno de los consejeros, que junto con Marco Baños y Benito Nacif, han sido impugnados por Clouthier, por su negativa a aceptar la candidatura independiente del sinaloense, amparados en el artículo 116 de la Constitución, que ordena otorgar sólo a los partidos políticos el derecho de postular candidatos.
Inclusive, en su solicitud de registro, Clouthier acompañó la petición al IFE de que en las sesiones para aprobar los registros no participe ninguno de esos tres consejeros.
Como no hubo acto oficial para el aspirante independiente, éste optó por dar conferencia de prensa para expresar sus opiniones y, aun, sus sentimientos. Y sentimental fue desde la forma en que se acomodaron sus acompañantes en el podio de prensa: a su derecha, su esposa, su mamá y sus hermanos; a su izquierda sus jóvenes hijos, dos chicas y dos varones.
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Como aun es época de “veda” electoral o tiempo de “intercampañas”, los aspirantes “formales” no hicieron posicionamientos políticos. Definitivamente Peña Nieto rehusó dar conferencia de prensa. Siempre es riesgoso un encuentro con la prensa, y sus estrategas saben de la vulnerabilidad del candidato y optaron por no exponerlo al riesgo de un nuevo resbalón.
La declaración política se la dejaron al presidente del PRI, Pedro Joaquín Coldwell, quien en el acto protocolario afirmó:
“Acudimos a este órgano, no simplemente para cumplir con la formalidad de registrar a nuestro candidato a la Presidencia, sino con la convicción y la esperanza de que hemos iniciado una épica ciudadana para cancelar, de una vez por todas, 12 años de incompetencia, de multiplicación de la violencia, de afectaciones reiteradas de los derechos humanos y pervivencia del desempleo y la miseria.”
Horas antes, al arrancar el día, Quadri había expuesto algunas de sus propuestas, como la de aumentar la “racionalidad” en materia de políticas públicas. Puso como ejemplo lo irracional que significa gastar mucho más en subsidiar la gasolina que en ciencia y tecnología.
Confió en que una vez que empiecen las campañas formales en pos de la Presidencia, remontará su muy bajo porcentaje en las preferencias electorales que hoy muestran las encuestas.
No quiso responder a la pregunta de si nombraría secretaria de Educación Pública a Elba Esther Gordillo en caso de ganar la Presidencia. “México tiene muchas personas capaces de ocupar cualquier puesto en el gabinete”, evadió.
Manuel Clouthier fue el único que no se arredró. Respondió a todo. Dijo que no regresará al PAN, como se lo han pedido excorreligionarios. “Pa’tras ni para agarrar vuelo. Nunca hay que ver hacia a tras”, dijo.
Consciente de sus pocas posibilidades de ser registrado, el hijo de Maquío aseguró que hará campaña pese a todo –financiada por ciudadanos afines a su proyecto, dijo--, “pésele a quien le pese”.
En caso de que definitivamente el IFE le niegue el registro, dijo tener los “mejores abogados” para recurrir al Tribunal Electoral del Poder Judicial de la Federación para hacer valer sus derechos.
“Agradeció”, socarronamente, al presidente de su partido, Gustavo Madreo, ser el culpable de que “ande en algo más trascendente”. Madreo le negó la candidatura plurinominal al Senado de la República.
Despotricó contra la partidocracia –que ha estancado la transición política y hecho inoperante, y han secuestrado la alternancia--, y de manera indirecta a su expartido, que no ha hecho bien las cosas, dijo.
Emulando al líder negro Martin Luther King, cuyas ideas luego retomó Barack Obama, Clouthier dijo:
“Tengo el sueño de que México será un país culto, donde se promueva la verdad, se rechace la demagogia, la simulación y la mentira. Mi sueño, mis amigos, es que un día nuestros hijos vivirán en una nación en paz, donde impere la igualdad de oportunidades, la igualdad ante la ley.
“Yo tengo un sueño: que un día los niños de México crecerán con esperanza y sin miedo, porque en este país se exaltará el trabajo y la educación, como medio para acceder a las oportunidades, y a su vez esto servirá para ser mejores personas, y no para dar el paso a la criminalidad y a la violencia.”