Reino de Cristo se basa en el amor, no en violencia ni ejércitos: Benedicto XVI

domingo, 25 de marzo de 2012 · 12:42

MÉXICO, D.F. (apro).- Antes miles de personas reunidas al pie del Cerro del Cubilete, el Papa Benedicto XVI llamó este domingo a los católicos a resistir la tentación de una fe superficial y rutinaria, a veces fragmentaria e incoherente.

En la misa, celebrada en el Parque Bicentenario, también pidió a los fieles superar el cansancio de la fe y a recuperar la alegría de pertenecer a la Iglesia de Cristo.

Asimismo, condenó la violencia por encima del poder del amor y dijo que el reinado de Cristo no consiste en el poder de unos ejércitos para someter a los demás por la fuerza o la violencia, sino que se basa en un poder mucho más grande que gana los corazones: el amor de Dios que él trajo al mundo con su sacrificio.

El reinado de Cristo Rey no se basa en la violencia, sino en el amor, recalcó.

El pontífice dijo que en Latinoamérica y el Caribe los obispos han sentido la necesidad de revitalizar el Evangelio en cada una de las diócesis para que la gente no se deje llevar por otros credos a los que calificó de fragmentarios e incoherentes.

Agregó que se ha de superar el cansancio de la fe y recuperar la energía de ser cristianos.

El obispo de Roma se dijo complacido de estar en México y agradeció las palabras que expresó el arzobispo de León, José Martín Rábago, quien se refirió a la situación de violencia que priva en el país.

También pidió a los católicos mexicanos tener un corazón puro que les permita afrontar las dificultades, un corazón nuevo, no insensible y engreído sino humilde en el reconocimiento de las propias debilidades.

“Pidamos a la Virgen María que nos ayude a purificar nuestro corazón, especialmente ante la cercana celebración de las fiestas de Pascua, para que lleguemos a participar mejor en el misterio salvador de su hijo, tal como ella lo dio a conocer en estas tierras”, expresó.

Recordó que Juan Pablo II deseaba visitar el Cerro del Cubilete y el monumento a Cristo Rey, pero nunca pudo hacerlo.

“Seguramente se alegrará hoy desde el cielo de que el Señor me haya concedido la gracia de poder estar ahora con ustedes, como también habrá bendecido a tantos millones de mexicanos que han querido venerar sus reliquias recientemente en todos los rincones del país”, dijo el pontífice.

El Papa llegó al altar luego de sobrevolar el Cerro del Cubilete, en cuya cima se encuentra el Santuario de Cristo Rey.

A Benedicto XVI le fue entregado un sombrero de charro mexicano, el cual el pontífice no dudó en colocarse.

En medio de aplausos y a bordo del “papamóvil”, el obispo de Roma recorrió el Parque Bicentenario.

 

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