Comando "levanta" a exfiscal de Durango; hieren a su esposa

miércoles, 28 de marzo de 2012 · 22:59
MÉXICO, D.F. (apro).- Un grupo armado “levantó” esta tarde al exfiscal de Durango, Ramiro Ortiz Aguirre, y dejó heridas a siete personas, entre ellas a la esposa del exfuncionario, Elvira Álvarez Hernández. Durante su gestión como fiscal del estado, Ortiz Aguirre fue severamente cuestionado; incluso, en 2010 fue acusado de encabezar las bandas de secuestradores que operaban en Durango. De acuerdo con versiones obtenidas por Apro, un grupo de cinco hombres encapuchados llegaron a bordo de una camioneta y se estacionaron frente a las oficinas del exfiscal. Al bajar, portando armas largas, ingresaron a la casa de campaña ubicada en bulevard Dolores del Río y calle Mina, en la zona centro de la ciudad. Una vez dentro de las oficinas del comité de campaña, los encapuchados detonaron sus armas, un par de hombres sacaron a Ortiz Aguirre y lo subieron a la camioneta; mientras otros dos seguían disparando, alcanzando a herir a Elvira Álvarez Hernández, esposa de Ortiz Aguirre, quien se encontraba con él, así como con cinco estudiantes de la Facultad de Derecho de la Universidad Juárez del Estado de Durango (UJED). Ella, de apenas 25 años, resultó lesionada en el muslo de la pierna derecha por un impacto de bala. Fue trasladada a un hospital de la ciudad para recibir atención médica. Nadie más resultó herido. “La privación ilegal de la libertad del exfuncionario, ocasionó que de inmediato se activara el código de emergencia, por lo que las diferentes corporaciones policiacas, en compañía del agente del Ministerio Público, se trasladaron al lugar para constatar tal hecho”. Además, elementos pertenecientes a la Dirección Estatal de Investigación (DEI), fueron comisionados a esclarecer el caso. Ramiro Ortiz, se había registrado como candidato a dirigir la Facultad de Derecho (Fader) de la UJED y cuatro horas antes de su desaparición, junto con un pequeño grupo de estudiantes de esa facultad, así como por guardaespaldas pertenecientes a la Dirección Estatal de Investigación, tomaron por la fuerza las instalaciones de la FADER. Antes, el pasado 21 de marzo, el exfiscal junto con Netzahualcóyotl Rivera, otro de los candidatos registrados a dirigir la Fader, hizo pública su inconformidad por el registro de Raúl Montoya y denunció “contubernio” entre el rector de la Universidad Juárez del estado de Durango, Luis Tomás Castro Hidalgo. Argumentó que el catedrático incumplió requisitos marcados en la convocatoria, como el no separarse de su cargo como jefe de la división de estudios de postgrado. Antes, en la edición de Proceso del 27 de noviembre de 2011, fuentes de la Procuraduría General de la República (PGR), dieron a conocer que Ortiz Aguirre reprobó el examen de confiabilidad aplicado por la Procuraduría cuando se desempeñaba como fiscal estatal. Durante su desempeño como fiscal general, fueron encontrados más de 300 cadáveres en narcofosas. Sin embargo, uno de los casos que generaron más polémica durante su paso por la Fiscalía, fue la denuncia que hizo a Proceso don Leopoldo Valenzuela, Don Polo, la cual, se publicó el 13 de febrero de 2011. Don Polo denunció el secuestro de su hijo Leo, pero el fiscal Ramiro Ortiz lo “ignoró”, por ello, Don Polo inició su propia búsqueda y dio con su paradero, pero tampoco recibió ayuda para ir a rescatarlo. En su búsqueda, descubrió y denunció una red de secuestradores comandados –aseguró– por el entonces fiscal: En el punto 18 de una carta enviada a Felipe Calderón, el 18 de enero del año pasado, expuso: “Los policías antisecuestros al mando del fiscal Ramiro Ortiz detienen a los sospechosos y los ponen en mi contra. Quieren desaparecerme. Muerto yo, dan carpetazo al asunto.” –Lo que denuncia es muy fuerte. ¿No tiene miedo? –preguntó la reportera. Don Polo no resistió. Le fue imposible contener el llanto que le quitaba el aliento, lo sofocaba. –“¡Claro que tengo miedo! ¡Temo por mis hijas y mi esposa! Pero la nuestra ya no es vida… Tengo coraje con las autoridades porque me negaron ayuda cuando sabía dónde estaba. Estoy desesperado. Pienso en si mi hijo estará vivo, si pasará hambre, si estará enfermo, con sed. Si lo tendrán amarrado, si estará tirado, torturado en el monte; o tendrían el cinismo de matarlo para que no los delatara”, respondió con trabajo. Don Polo, fue asesinado el viernes 4 de febrero de 2011, cuatro días después de conceder la entrevista a Proceso. La noche previa a su asesinato Don Polo habló con su esposa. Le dijo que se sentía muy cansado, que no aguantaba más: “Esto no es vida. Si me matan me harían un favor…”.

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