EU, no México, decidirá reforma migratoria: Sarukhán
MÉXICO, D.F. (apro).- El embajador de México en Estados Unidos definió la relación bilateral con el país del norte en perfecto claroscuro. Para Arturo Sarukhán, el vínculo entre ambos países pasa por uno de sus mejores pero a la vez peores momentos históricos.
Durante la conferencia Escenarios de prospectiva: México-Estados Unidos 2030, organizada por el Centro de Investigadores sobre América del Norte (Cisan), el diplomático exaltó que por primera vez, “quizá desde que se negoció el TLC”, las dos naciones comparten una visión estratégica de futuro, integral, “para vincular todos los temas de la relación bilateral” como migración, seguridad fronteriza, lucha contra el crimen organizado trasnacional, agua, infraestructura, comercio o temas ambientales, y “tratar” de darle una trayectoria de largo plazo.
“La relación con el actual gobierno (estadunidense) es estupenda, lo que no quiere decir que no hay conflictos”, dijo el embajador Sarukhán.
Consciente de la contradicción, explicó que es a la vez uno de los peores momentos que ha transitado la relación fronteriza, reflejo de los temas de seguridad, migración, y la percepción entre las poblaciones.
“Si uno se fija en las opiniones públicas, tanto en México como en Estados Unidos, éstas sugerirían que vivimos uno de los peores y más conflictivos momentos de la relación bilateral. Por razones obvias: el tema del consumo de drogas ilícitas en Estados Unidos, el tema de dinero en efectivo y las armas que cruzan la frontera estadunidense hacia territorio mexicano.
“Por el otro lado, en Estados Unidos, el tema de la violencia fronteriza y el explosivo y enormemente tóxico debate sobre la migración y la presencia de 11 millones de personas de todo el mundo que viven sin papeles en Estados Unidos, colorea la manera en que muchos norteamericanos entienden y se relacionan con México”, fueron las palabras de Arturo Sarukhán en el auditorio Jesús Silva Herzog, del Posgrado de la Facultad de Economía, de la UNAM, en su primera visita a esa institución desde que asumió su cargo en febrero de 2007.
En el “corazón” de la relación bilateral está la agenda de seguridad, y por ello Sarukhán habló de la vulnerabilidad en la frontera del norte, que se “profundizó a raíz de la decisión de confrontar al crimen organizado trasnacional”.
“Por un lado México está haciendo un esfuerzo por combatir al crimen organizado, que crecientemente está involucrado en el tráfico de personas también. Necesitamos que Estados Unidos detenga el flujo de dinero y de armas que cruzan a México y que le da al crimen organizado en México el poder de las armas y de corromper”, expuso ante una selecta audiencia no mayor de 200 personas.
Sin embargo, el representante del Estado mexicano en la Unión Americana fue muy claro al señalar el conflicto migratorio como el tema central que impacta la relación bilateral.
Para Sarukhan, hijo del exrector José Sarukhán, quien presenció su ponencia, “no hay dos países en la faz de la Tierra más importantes, el uno para el otro”, que México y Estados Unidos.
“Es incalculable el impacto que estas dos naciones tienen para el bienestar, la prosperidad y la seguridad de millones de mexicanos y de americanos de los dos lados de la frontera. México tiene hoy 35 millones de mexicano-americanos, 11 millones de ellos mexicanos y 5 millones, aproximadamente, indocumentados viviendo en Estados Unidos.
“Por el otro lado, Estados Unidos tiene la mayor comunidad de expatriados fuera de su territorio viviendo en nuestro país, con 1.3 millones. Esto le da a esta relación una relevancia fundamental a la vida diaria de mexicanos y estadunidenses, de los dos lados de nuestra frontera”.
El embajador fue muy enfático en que es tarea de ambos países llegar a un punto de resolución en el tema, y que no ha sido una falencia del gobierno mexicano el estancamiento de una reforma migratoria en el país vecino.
“Quien crea que la reforma migratoria es un tema que va a darse por la capacidad de cabildeo o de negociación del gobierno mexicano está fumando demasiado de lo que estamos asegurando en México”, fueron sus palabras.
Dicha reforma, dijo, será una resolución interna, trabada por ser un tema “enormemente polarizante, que lamentablemente ha sido usado por voces xenófobas para estigmatizar a los migrantes y va a tener que confrontar una decisión compleja”.
Por parte de México, Sarukhán dijo que debe tomarse una decisión que no es popular y que “genera mucha polarización” en el país: hay que entender que sí, que emigrar es un derecho, pero hay que emigrar con papeles y por un punto de cruce. El objetivo del Estado mexicano es que todo ciudadano que viaja al extranjero lo haga de manera legal, encontrar mecanismos para que quien busque una oportunidad laboral fuera del país, lo haga de manera ordenada, segura y con pleno goce de sus derechos laborales. Yo le digo a los americanos que la pérdida de México, es su ganancia”, dijo sobre los connacionales que ya emigraron.