"El Ejército es el mayor violador de derechos humanos", acusa Fox
Ante estudiantes de la Universidad Iberoamericana con quien se reunió en su centro de estudios, el exmandatario presumió también que entregó a su sucesor, Felipe Calderón, un país en total estabilidad, sin violencia y con menos pobres.
“No me hice tarugo”, subrayó.
En la charla con los estudiantes de la Ibero plantel León, Fox prosiguió:
“Qué mayor atropellador de los derechos humanos que el Ejército Mexicano”.
Luego de referirse a los daños que, desde su perspectiva personal, está ocasionando la violencia que se vive en México, no sólo en términos de imagen ante el exterior, sino en ahuyentar las inversiones o en atrapar a miles de jóvenes ante la falta de oportunidades, el exmandatario sostuvo que “el propósito –de los ciudadanos y el próximo gobierno– debe ser salir de esta trampa, retirar al Ejército de las calles. Eso no sirve ni va a servir”.
Enseguida, cuestionó que militares y la Marina Armada de México parezcan tener “una carta de impunidad” con el pretexto de su labor para combatir a la delincuencia y dar seguridad al país.
“Tal parece que el tema de la seguridad nacional es un pretexto” para los abusos contra las garantías individuales de la población, agregó el expresidente.
Pidió a los estudiantes reflexionar y preguntarse si en verdad el Ejército está bajando el tráfico de drogas, o si está dando resultados (en la disuasión de la delincuencia) o si está mejorando las cosas.
Reconoció que uno de los temas que han incidido en la participación de los jóvenes con el crimen organizado –o como víctimas de éste– es la falta de oportunidades en la educación media superior y superior. “Ese es un problema que no hemos podido resolver como país”, admitió.
No obstante, otros países que vivieron situaciones similares a la de México, como Colombia, tampoco han logrado acabar con el problema generado por las drogas: “En Colombia no lograron cambiar las cosas, metieron la basurita debajo de la mesa, todo sigue ahí pero la visibilización de la violencia desapareció”.
Aunque en su confesión de parte, Fox Quesada reconoció que entregó el gobierno a su sucesor Felipe Calderón “con muchas cositas” que no pudo lograr, sostuvo que a cambio provocó no sólo la salida del PRI de Los Pinos, sino una reducción del presidencialismo autoritario “y que el Ejecutivo ya no mangoneara al Legislativo…”, aunque consideró que “ahora se pasó demasiado poder al lado del Legislativo…”.
Según su revisión del tiempo en que ocupó la Presidencia, se logró pasar “del gobierno autoritario al gobierno democrático”.
El siguiente paso, agregó, es dar un margen de acción al próximo presidente. Y puso como ejemplo el desempeño del expresidente de Brasil Ignacio da Silva, Lula.
“Demos un lulazo… Lula llegó por la izquierda, usó métodos de derecha como la economía de mercado, las inversiones, y el milagro se dio en Brasil”, concluyó Fox.