Hace PRI-Morelos "operación cicatriz" en apoyo a su candidato presidencial

domingo, 15 de abril de 2012 · 18:47
XOCHITEPEC, Mor. (apro).- En la cuna de Emiliano Zapata, héroe revolucionario y agrarista, el candidato priista a la gubernatura, Amado Orihuela Trejo, revivió para su campaña el lema famoso de los “científicos” de la dictadura porfirista: “Orden y progreso”, al tiempo que el aspirante presidencial Enrique Peña Nieto mencionó por primera vez en su discurso el Pronasol, programa emblemático del salinismo. “Los programas sociales pertenecen a los mexicanos y no a partido político alguno”, destacó Peña Nieto, quien se comprometió a darle continuidad al “Pronasol, a Progresa y a Oportunidades”, aunque no distinguió las diferencias entre el Solidaridad de la era de Carlos Salinas y el Progresa zedillista y el Oportunidades de los últimos 12 años de gobiernos panistas. Peña Nieto no firmó ninguno de sus “compromisos de campaña” en Morelos. Prometió que retornaría a la entidad. Criticó el crecimiento de la pobreza durante los últimos 12 años de administraciones federales del PAN y reiteró lo que en otros eventos ha mencionado: que revisará la estrategia de combate contra el crimen organizado. El aspirante presidencial del PRI acudió a Morelos, después de suspender su visita, el pasado 10 de abril, ante los brotes de inconformidad de grupos locales del tricolor, descontentos por las listas de candidatos a diputados federales y senadores. El descontento fue inevitable en este evento. A pesar de las estrictas medidas de seguridad, a las puertas del Centro de Convenciones de este municipio, habilitado para que Peña Nieto sostuviera un encuentro con cerca de 2 mil priistas, decenas de simpatizantes de César Cruz Ortiz, aspirante derrotado a alcalde de Temixco, y otros líderes municipales protestaron por las “imposiciones” en las candidaturas. Al finalizar el evento, Peña Nieto se acercó a los manifestantes y los saludó. No hubo ningún acuerdo específico. En decenas de cartulinas expresaban su inconformidad con las “listas”. Las heridas y divisiones entre los priistas de Morelos están frescas. Hace 15 días, en este mismo recinto, fueron detenidos unos jóvenes que llegaron con 20 granadas. Este antecedente provocó que el equipo de Peña Nieto decidiera suspender su visita planeada para el 10 de abril. La selección interna del candidato a gobernador dejó varios descontentos. Tan sólo como precandidatos a la gubernatura se inscribieron 15 políticos locales. La elección de Orihuela y la de candidatos a alcaldes polarizaron las posiciones y generó fuertes presiones para el “reparto” de las candidaturas. Finalmente, el priismo morelense es dominado por tres corrientes: la encabezada por Amado Orihuela, los simpatizantes y parientes de Manuel Martínez Garrigós, quien encabeza la lista de diputados plurinominales, y el de Marisela Sánchez Cortés, candidata también a diputada por la vía plurinominal. Orihuela ha hecho de su lema “Orden y progreso”, de reminiscencias porfiristas, la guía de su discurso. Durante su discurso, insistió en que el PRI le dará a Morelos “un cambio con orden y progreso”. Prometió que contará con centros de rehabilitación para jóvenes adictos, apoyará a niños en edad escolar e impulsará el desarrollo de la entidad “con orden y progreso”. Operación cicatriz La “Operación cicatriz” en Morelos permitió que en el templete estuvieran todos los candidatos a diputados federales y senadores, incluyendo a Lizbeth Hernández Lecona, la joven candidata a senadora, quien “se sacó la lotería” después de que el CEN priista le ordenara a Francisco Moreno Merino renunciar a su candidatura ante comentarios misóginos. Comparó a las “mujeres bonitas” con las meretrices. En el templete también estuvieron los candidatos Eliasib Polanco, por el quinto distrito federal; Andrés González García, del tercer distrito; Georgina Bandera Flores, del segundo; Hernández Lecona, candidata a senadora; Marisela Velázquez Sánchez, del tercer distrito; Guillermo del Valle Reyes, el otro aspirante al Senado; y Rodolfo Becerril Straffon, candidato del primer distrito electoral federal. También en la cúpula priista se observó una “operación cicatriz”. Por primera vez se vio a Emilio Gamboa Patrón, líder nacional de la CNOP y primer lugar a la lista de senadores plurinominales, acompañando a Peña Nieto. Los rumores al interior de la campaña indicaron que Gamboa Patrón estuvo distante por diferencias con Luis Videgaray, coordinador general. Otros miembros de la comitiva de Peña Nieto fueron Pedro Joaquín Coldwell, dirigente nacional del PRI; Miguel Ángel Osorio Chong, secretario de Organización del CEN priista; y el coordinador estatal de la campaña Jorge Meade Ocaranza, quien fue uno de los 15 aspirantes candidato a gobernador priista.

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