HUEJUTLA, Hgo. (apro).- En su nueva etapa de campaña, centrada en la información, Andrés Manuel López Obrador realizó una asamblea en este poblado de la huasteca hidalguense en la que pidió una vez más que el 1 de julio se vigilen las casillas y no le roben el triunfo como en el 2006. Ante unas tres mil personas de diversos poblados de la zona hidalguense, el candidato de la coalición Movimiento Progresista pidió a sus seguidores dejar a un lado el odio y que no se enfrenten a panistas ni priistas porque el “pleito es con los de arriba”. Al contrario, indicó, lo que tienen que hacer es hablar con ellos porque –afirmó– muchos votarán por él ya que también son afectados de las decisiones del gobierno, como el aumento de la gasolina. Luego de recibir collares y coronas de flores que le colocaron en el cuello y la cabeza, López Obrador acusó a un grupo de poder de apropiarse de todos los bienes nacionales como la explotación de minerales y metales preciosos. “Ellos se están quedando con los bienes del país, con las empresas públicas”, aseguró, e informó que sólo con las minas han concesionado 50 millones de hectáreas que representan la cuarta parte del país. “Ni en la época de Díaz se había enajenado tanto territorio del país. Por eso quieren imponer a Peña Nieto”, sostuvo. En un largo discurso de más de una hora, el aspirante de la izquierda acusó al candidato priista de ser un instrumento de ese grupo que ahora quiere apoderarse del petróleo. “Pero el petróleo es de la nación, es de lo poco que queda, si lo privatizan nos quedaremos sin presupuesto porque aporta un billón de pesos”, advirtió.