Propone Quadri perseguir de oficio el delito de trata

miércoles, 20 de junio de 2012 · 21:48
MÉXICO, D.F. (apro).- El especialista del Centro de Investigaciones y Estudios Superiores de Antropología Social (CIESAS), Óscar Montiel Torres, no pudo ejemplificar mejor sobre cómo el hombre considera a la mujer como objeto sexual, que con aquella imagen en la que el candidato presidencial del Partido Nueva Alianza (Panal), Gabriel Quadri de la Torre clavó su mirada a la edecán Julia Orayen, durante el primer debate organizado por el Instituto Federal Electoral (IFE). Al participar en la firma del Pacto contra la Trata de Personas, el abanderado del partido fundado por Elba Esther Gordillo se sorprendió y ruborizó cuando escuchó el ejemplo del investigador del CIESAS: “Con todo respeto al candidato, voy utilizar un ejemplo que vimos en el primer debate, en el IFE, donde una edecán se llevó la mirada de nuestro candidato y que esto tiene que ver con una construcción de la masculinidad: que si vemos a una mujer, la vemos como objeto sexual.” Montiel Torres aclaró que no se trataba de “una agresión” en contra del ambientalista, sino de una actitud “estudiada” de hombres hacia las mujeres. Agregó que Quadri después se disculpó y justificó que nunca había visto una playmate, sin embargo, señaló que “eso no es justificación”. “No es agresión, ni nada. Soy investigador y vemos como un fenómeno social cómo vamos cosificando a las mujeres y cómo en esta cosificación vamos cometiendo errores inconscientes y que eso nos permite entender cómo es la demanda sexual”, argumentó el especialista. Durante el encuentro con la Coalición contra el Tráfico de Mujeres y Niñas en América Latina y el Caribe, el aspirante del Panal; el presidente de esa fuerza política, Luis Castro Obregón y la candidata a jefa de Gobierno de la Ciudad de México, Rosario Guerra, escucharon la explicación de Montiel Torres, quien señaló: “Los hombres comunes y corrientes son los peligrosos en esta sociedad, porque no sólo son hombres aislados, son el resultado de una construcción masculina. Tiene que ver cómo construimos a las mujeres como objetos sexuales y después el paso que hay a mercancías sexuales…”. En el encuentro celebrado en el hotel Casablanca, Quadri también escuchó un par de historias sobre desaparición y feminicidios. Karla Oliva Meza relató el caso de su hermana Lucero, quien desapareció hace tres años en la capital de Chiapas y sigue sin saberse su paradero. Denunció que las autoridades la extorsionaron y le afirmaron que Lucero estaba muerta, “sólo para no seguir el trámite engorroso”. Ante el aliancista, las lágrimas se asomaron en el rostro de Karla y soltó: “muchas familias estamos temblando de miedo, porque yo quiero volver a ver a mi hermana, quiero que regrese. Quiero que se comprometa aquí ante todas las cámaras”. Otro caso fue el del asesinato de María Alejandra Muciño Márquez, quien murió en manos de su esposo, ahorcada y ante la mirada desconcertada de sus tres hijos menores de edad. Un homicidio dentro de “la violencia familiar”, y en el que la Procuraduría General del Estado de México cayó en “errores graves o de encubrimiento”, dijo María Antonia Márquez, madre de la víctima. Ella fue directa y con un aire de rabia lanzó: “quiero preguntarle al procurador del Estado de México, Alfredo Castillo Cervantes, si seguirá la impunidad, a pesar de todos los errores”, ya que el asesino de su hija está libre. María Antonia fue más allá: “También le pregunto (sic) al señor exgobernador del Estado de México, Enrique Peña Nieto, que no cierre los ojos… En el Estado de México se puede matar a cualquier mujer al fin que no pasa nada. Aquí reina la total impunidad”. Pero ni Peña Nieto, ni Josefina Vázquez Mota, ni Andrés Manuel López Obrador asistieron a firmar el Pacto en contra de la Trata de Personas, pese a que fueron invitados. Quadri de la Torre aprovechó y acusó a sus oponentes de “insensibles” y “desinteresados” por el tema: “Lamento que ninguno de los otros candidatos a la Presidencia hay venido, no sólo pierden ellos en términos morales, sino pierden una oportunidad de ser buenos políticos. Porque para ser buen político uno necesita tener esa sensibilidad en las yemas de los dedos y en el alma”. Afirmó que el clima de desapariciones, asesinatos y trata de personas es un “drama generalizado”. Mencionó, como ejemplo, las fosas encontradas en San Fernando, Tamaulipas, y en Nuevo León; así como los 25 mil cuerpos que hay en México sin reclamar, víctimas de la violencia que azota al país. Señaló también que México “no tiene cara” para pedirle a Estados Unidos que respete a los connacionales, cuando en el país no se respetan los derechos humanos de los centroamericanos, a quienes propuso “darles plenos derechos como ciudadanos mexicanos y tratar de que se queden en el país”. También enfatizó que debe existir un “esquema tripartita” de persecución del delito conformado por los ministerios públicos, derechos humanos y el propio poder judicial dentro de los procedimientos de denuncia y de impartición de justicia. Además, propuso la denuncia anónima sobre la trata de personas, y la implementación de cuerpos policíacos que persigan de oficio este crimen, “porque puede terminar en feminicidios”. Al final, el candidato del Panal les dejó un mensaje a sus contrincantes electorales: “Todos los políticos y candidatos deben empaparse del drama humano que hay detrás de estas distorsiones institucionales profundas, porque de otra manera las cosas  sólo se ven desde la frialdad de la política pública, del cambio en las instituciones o procedimientos jurídicos en la ley misma”. Sobre su actitud en el primer debate celebrado el 6 de mayo, donde se distrajo al mirar a Julia Orayen, ya no aclaró nada.  

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