MÉXICO, D.F. (apro).- El jefe de Gobierno del Distrito Federal electo, Miguel Ángel Mancera Espinosa, afirmó que trabajará, a partir de diciembre próximo con el presidente que determinen las instituciones, “se llame como se llame”. Sostuvo que por más pensamientos, ideas o líneas de trabajo que se tengan, su compromiso es primero con la gente. Por ello rechazó que a partir de diciembre próximo, cuando tome posesión el nuevo presidente, vaya a evitar encontrarse con él en eventos públicos, como lo hizo el actual jefe de Gobierno, Marcelo Ebrard, con Felipe Calderón tras los comicios de 2006 y las acciones emprendidas por Andrés Manuel López Obrador por el presunto fraude cometido en la elección. “Yo tengo un compromiso con la gente, primero. Puede ser una posición muy válida hablar de que hay un compromiso jurídico, que por supuesto existe. Pero el primer compromiso es con la gente y cuando la gente deposita la confianza en lo que se está diciendo, pues no se le puede fallar por más pensamientos, ideas o líneas de trabajo que se plantearan”, afirmó el virtual jefe de Gobierno. Luego, agregó que el siguiente compromiso es constitucional, como jefe de Gobierno del Distrito Federal, y en ese marco, dijo, se tiene que conducir, necesariamente. “¿A qué me lleva esto? Directamente a trabajar con el personaje, con el nombre que determinen las instituciones que es el presidente de la República, se llame como se llame. Sin ninguna duda”, declaró Mancera Espinosa en una entrevista con el periódico El Universal. Durante los primeros años del actual sexenio, Ebrard evitó aparecer en eventos públicos al lado de Felipe Calderón. El primer encuentro formal entre ambos fue el 1 de julio de 2011, durante el Consejo Nacional de Seguridad Pública que se llevó a cabo en el Campo Marte de la Ciudad de México. Dos meses después, el 2 de septiembre volvieron a saludarse durante la ceremonia del Quinto Informe de Gobierno de Calderón, lo que fue criticado por el entonces secretario de Desarrollo Social del Distrito Federal, Martí Batres, y derivó en su despido del gabinete de Ebrard.