Propone Sicilia agenda binacional ciudadana contra la inseguridad
LOS ÁNGELES, Cal. (apro).- Al dejar esta ciudad donde ha tenido el mayor apoyo hasta el momento, en nombre de la Caravana por la Paz, el poeta Javier Sicilia hizo un llamado a la sociedad civil de México y Estados Unidos para crear una agenda binacional que “supere el callejón sin salida que se ha generado con la visión militarista-policial de la guerra contra el narcotráfico, impuesta por y desde los gobiernos de los dos países”.
Momentos antes salir, la Caravana fue sorprendida por la visita de Francisco Durazo, hijo del exjefe de la Policía capitalina de mala fama, Arturo Durazo. El hijo de El Negro no quiso dar declaraciones; dijo que sólo acudió a solidarizarse con la misión pacífica de la Caravana.
Francisco Durazo, quien reside en esta ciudad angelina, se reunió por unos minutos con Javier Sicilia y les deseó buen camino.
En su cuarto día de actividades, la Caravana por la Paz viajó a la ciudad de Phoenix, Arizona, donde se ha aplicado una de las políticas más duras contra los inmigrantes, mientras que, paralelamente, se impulsa la posesión y venta de armas.
Ayer, al reunirse con agrupaciones de la sociedad civil de Los Ángeles, Sicilia destacó la importancia de integrar una agenda binacional construida desde la ciudadanía.
“Cuando los gobiernos pierden la claridad que permite mantener el rumbo y el diálogo entre dos países como lo ha sido en el caso de las relaciones entre México y Estados Unidos, es preciso que las sociedades civiles de ambas naciones desplieguen una diplomacia ciudadana que permitan crear puentes de entendimiento, mecanismos alternos de solidaridad y de construcción de una agenda binacional”, precisó el poeta.
Indicó que el diálogo entre la sociedad civil mexicana con su contraparte estadunidense, tiene que incluir a los sectores “duros” como son los republicanos, el Comando Norte y los medios de comunicación, porque como lo decía Benjamín Franklin: “O caminamos todos juntos hacia la paz o nunca la encontraremos”.
En la reunión entre los caravaneros y los angelinos, Sicilia consideró que parte de los errores estratégicos de esta “guerra” contra las drogas es que la diplomacia, entre los gobiernos mexicano y estadunidense, no ha hecho un esfuerzo serio para escuchar la opinión de la sociedad civil en ambos lados de la frontera.
“Tal vez, sin proponérselo, los dos gobiernos han decidido librar esta guerra en solitario, excluyendo a sus propias sociedades, que son actores importantísimos del conflicto. Los ciudadanos, en ambos lados de la frontera, son la principal base de apoyo para implementar cualquier estrategia de guerra o de paz. Ellos son los titulares del bono democrático que es necesario para lograr la gobernabilidad y la credibilidad, valores sin los cuales no se puede crear ninguna política pública”, manifestó el escritor.
Ausente de las decisiones, sin embargo, la sociedad es la que ha pagado el más alto costo de las erróneas estrategias de combate al crimen, destacó Sicilia e indicó que todos los días los ciudadanos tienen que enfrentar las impericias políticas de muchos funcionarios, militares, órganos de inteligencia y aparatos de seguridad, tanto de México como de Estados Unidos.
Dijo que esto es lo que puede unir a los ciudadanos de ambos países, sobre todo a los que viven en la región fronteriza y que son víctimas de estas estrategias erróneas.
“Los ciudadanos de México y de Estados Unidos anhelamos la paz por encima de las causas que dieron origen a esta guerra. Para los ciudadanos, las justificaciones políticas o de seguridad nacional no pueden estar por encima de la lógica de la paz”, manifestó Sicilia.
La Caravana por la Paz planea realizar en Phoenix, Arizona diversas manifestaciones de resistencia pacífica, entre las que destaca una contra Joe Arpaio, el jefe de la Policía del condado de Maricopa, que se ha caracterizado por su feroz rechazo a la inmigración indocumentada. Conocido como “el alguacil implacable”, Arpaio tomó la decisión de vestir de color de rosa a los inmigrantes indocumentados detenidos, en señal de sobajamiento. Por esta actitud, la Caravana por la Paz planea entregarle al jefe policíaco cientos de globos rosas.