Participan más de seis millones en macrosimulacro de terremoto
MÉXICO, D.F. (apro).- Con motivo del 27 aniversario de los sismos que provocaron uno de los peores desastres naturales en esta ciudad, las autoridades federales y capitalinas realizaron hoy macrosimulacro nacional en el que participaron poco más de 6 millones de personas.
En punto de las 10:00 horas sonó la alerta sísmica y miles de personas de esta ciudad y al menos 21 entidades del país pusieron en práctica las medidas de prevención y seguridad que personal de Protección Civil ha diseñado en caso de sismos de 8.1 grados de intensidad en la escala Richter.
Este año, por primera vez desde 1985, participaron activamente las secretarías de Gobernación (Segob) de la Defensa Nacional (Sedena) de Marina (Semar), la Policía Federal, Cruz roja y las áreas de Protección Civil de los estados.
Incluso el Servicio Sismológico Nacional, a cargo de la UNAM, participó en el megasimulacro registrando en su página los datos del supuesto sismo.
“Sismo 19 de Septiembre 10:00 hrs, a 44 Km al Sur de San Marcos, Gro. Magnitud 8.1. Se espera la ocurrencia de réplicas.
“Sismo 19 de Septiembre 11:00 hrs, a 44 Km al Sur de San Marcos, Gro. Magnitud 7.2”, se leía en su sitio web.
En la Ciudad de México, la administración de Marcelo Ebrard activó cientos de equipos de emergencia para medir su capacidad de respuesta de ante un sismo de capacidad destructiva.
El GDF desplegó más de seis mil funcionarios públicos y mil 500 brigadas de atención ciudadana apoyadas por personal de la Secretaría de Protección Civil y de Seguridad Pública locales.
De acuerdo con el gobierno del DF, sólo en esta ciudad participaron seis millones 773 mil personas y 17 mil inmuebles.
Un sismo de 8.1° Richter, según cálculos de las autoridades de Protección Civil del DF, habría tenido la capacidad de colapsar total o parcialmente 70 inmuebles.
A la par que se desarrolló el simulacro, el gabinete de crisis y reacción inmediata se instaló en el Centro de Control y Comando (C4), encabezado por el jefe de gobierno, Marcelo Ebrard, además del Centro Coordinador de operaciones en el que participan las 16 delegaciones, el gobierno federal y local, así como el Ejército, la Marina, la Comisión Federal de Electricidad y Pemex.
El secretario de Protección Civil, Elías Moreno Brizuela, informó que detalló que el objetivo del macromisulacro el evaluar el ejercicio de repliegue y desalojo de inmuebles, así como la actuación de las brigadas de emergencias y los cuerpos de reacción inmediata.
De los inmuebles que participaron en el megasimulacro, dijo que 10 mil 526 corresponden a escuelas.
Alrededor de 45 minutos después del simulacro, Ebrard Casaubón, explicó que en una situación real, ese es el lapso de tiempo en que las autoridades pueden salir a dar un primer reporte de daños, luego de revisar los diversos puntos afectados en la ciudad y lograr la comunicación entre las distintas autoridades.
Laura Gurza, coordinadora general de Protección de la Segob, comentó que 21 estados participaron activamente en el megasimulacro.
“El objetivo general de este ejercicio es analizar y evaluar las capacidades de coordinación y de comunicación entre las dependencias, entidades e instituciones frente a un sismo de grandes magnitudes” dijo.
De acuerdo con la UNAM, en los últimos 110 años, se han registrado 160 temblores con magnitud superior a los 6.5 grados en México. El de 1985 fue uno de los más intensos, con 8.1 grados en la escala de Richter.
Según la institución, la atención de los expertos está centrada en la brecha sísmica de Guerrero, ubicada entre Acapulco e Ixtapa, sin embargo en esa región no se registran movimientos telúricos desde los cuatro ocurridos entre 1899 y 1911, de entre 7.5 y 7.7 grados de magnitud.
En 2011 se registraron cuatro mil 168 temblores en el territorio nacional, con un promedio de entre 12 y 15 por día, debido a la interacción de cinco placas tectónicas: la Norteamericana, la del Pacífico, la de Ribera, la de Cocos y la del Caribe.
De acuerdo con Carlos Valdés González, jefe del Servicio Sismológico Nacional (SSN), a cargo de la UNAM, es en las fronteras entre esas placas donde se generan los temblores más importantes.
Recordó que los daños causados por el terremoto de 1985 en diversas zonas del DF replantearon los códigos de construcción y obligaron a establecer políticas públicas, protocolos de seguridad y estrategias preventivas.
Sin embargo, dijo, “sólo durante un temblor nos preocupamos. Sucedió con el del 20 de marzo de este año, que sólo llamó la atención unas semanas. No existen recordatorios frecuentes y este 19 de septiembre, más que una fecha para recordar, debe ser un llamado a actuar. Los sismos no avisan, su temporada va del primero de enero al 31 de diciembre, por lo que siempre debemos estar preparados”, subrayó.
Valdés Gonzáles recordó que la Ciudad de México está situada sobre un lago que aún satura el subsuelo. “Esto explica la vulnerabilidad de la urbe ante los temblores, aún los generados a grandes distancias, debido a que el suelo amplifica los efectos de las ondas, principalmente en la región centro, la más afectada en 1985”, recordó.
A ello se suman el crecimiento caótico de la mancha urbana en zonas vulnerables y de difícil acceso para los servicios de emergencia y que las viviendas se construyen con deficiencias estructurales, fuera del reglamento de construcción, con materiales de baja calidad y con peligro de accidentes como incendios.