Denuncia amenazas de muerte Casa del Migrante de Coahuila
SALTILLO, Coah. (apro).- Con el inicio del año llegaron nuevas amenazas de muerte contra integrantes de la Casa del Migrante que dirige el sacerdote Pedro Pantoja en esta ciudad.
Alberto Xicoténcatl Carrasco, directivo de la que también se conoce como Posada Belén, confirmó que el propio Pantoja Arreola ha recibido advertencias contra su vida, y sufrido robos y agresiones, motivos por los que –dijo– ya se interpuso una demanda ante la Procuraduría General de Justicia del estado (PGJ).
“La denuncia por amenazas se interpuso este miércoles ante la Procuraduría estatal”, reiteró.
El religioso contó a Apro que las intimidaciones comenzaron después de un incidente ocurrido durante la Navidad en un domicilio particular de la colonia Landín, donde murió un migrante hondureño, quien era menor de edad.
El migrante asesinado, explicó Pedro Pantoja, tenía alrededor de 10 días de haber dejado la Casa del Migrante.
Luego de ese incidente, desconocidos rompieron los vidrios de la camioneta del cura.
“El domingo me llamaron. Una persona muy enojada me insultó y amenazó de muerte”, aseguró Pantoja Arreola.
La persona que llamó se hizo pasar como familiar del migrante hondureño y también amenazó con matar a todos los que trabajan en el refugio, agregó.
Pedro Pantoja, quien recientemente recibió en Washington el galardón internacional de derechos humanos Letelier-Moffitt, del Institute for Policy Studies, señaló que las amenazas son una reacción a su trabajo en favor de los migrantes.
El obispo de Saltillo, Raúl Vera López, se solidarizó con Pedro Pantoja y anunció que convocará en lo inmediato a una reunión para analizar las posibles causas de la nueva andanada contra activistas sociales.
El obispo, quien el pasado 23 de diciembre emitió un mensaje navideño a las familias mexicanas, en el que destacó que hay muchas víctimas “de la violencia despiadada que se ensaña sobre nuestro pueblo”, dijo que desconocía si las amenazas contra los integrantes de la Casa del Migrante provienen del crimen organizado.
Por su parte, Xicoténcatl Carrasco aseguró que luego de las amenazas activaron protocolos de seguridad recomendados por instituciones estatales y nacionales.
Entrevistado en el noticiero saltillense Radio Zócalo, manifestó que integrantes de dicho centro siguen siendo blanco de amenazas y de acciones que atentan contra la defensa de los derechos humanos.
“En estos momentos desconocemos de dónde provienen las amenazas, sin embargo, ya hemos estado en contacto con autoridades, no únicamente de Coahuila, sino también autoridades federales, quienes están desarrollando algunos esfuerzos para justamente evitar que este tipo de amenazas puedan llegar a cumplirse, y que la autoridad haga evidente que está tratando y trabajando por preservar la seguridad de las personas que estamos trabajando dentro de la Casa del Migrante”, puntualizó.
De acuerdo con Carrasco, en este país “dar de comer a una persona, albergarlo, darle ropa, parecería que constituye una amenaza en contra de ciertos grupos (…) Parece que estamos afectando intereses muy grandes y complejos y por eso empiezan las amenazas”.
Añadió:
“En Casa del Migrante, desde 2009 no han cesado los actos de hostigamiento en contra del personal. Desgraciadamente en la mayoría de los caos se desconoce quiénes son, y en el caso de la última amenaza, que fue el 30 de diciembre, uno de mis compañeros contestó el teléfono, y una llamada telefónica, en un momento muy amable, después se torna bastante compleja y hasta cierto punto ofensiva. Empiezan a nombrar a miembro por miembro de la Casa del Migrante, diciendo que iban a atentar en contra de la vida de las personas”.
Seguramente, subrayó, las amenazas se deben a que “estamos tocando diferentes intereses. Constantemente hemos hecho diferentes denuncias públicas a nivel estado o federal, pero también a nivel internacional sobre la colusión de las autoridades y sobre todo también sobre las diferentes violaciones de los derechos humanos que las autoridades comenten en contra de las personas migrantes".
La Posada Belén es el refugio más grande e importante del noreste del país. En temporadas bajas recibe a aproximadamente 80 centroamericanos cada día, y hasta 300 migrantes en temporada alta.