Fugaz visita presidencial a la zona de desastre en Guerrero

miércoles, 9 de octubre de 2013 · 13:57
CHILPANCINGO, Gro. (apro).- El presidente Enrique Peña Nieto visitó de manera fugaz la capital guerrerense, donde “se tomó la foto” en la zona del desastre y encabezó una reunión de evaluación en la residencia oficial Casa Guerrero, el mismo lugar donde el gobernador Ángel Aguirre “bebía y bebía”, mientras torrenciales destrozaban la entidad en sólo dos días (Proceso 1925). La segunda visita de Peña a Chilpancingo se registra en medio de un contexto de protestas sociales por la tardía reacción oficial frente a las labores de reconstrucción en las principales ciudades de la entidad y las zonas rurales donde aún permanecen poblados incomunicados. Previo a la reunión, cerca de las 12:30 horas, el presidente recorrió junto a miembros de su gabinete y el gobernador Aguirre un tramo del encauzamiento del río Huacapa, una vialidad de 17 kilómetros que cruza de norte a sur esta ciudad, donde al menos la mitad de la arteria fue despedazada por la impresionante corriente que arrasó con personas, viviendas y vehículos. El Ejecutivo federal, gobernador, funcionarios de los tres niveles y mandos castrenses estuvieron únicamente 10 minutos en una franja de 100 metros de la vía, donde se tomaron la foto y se retiraron en medio de un impresionante dispositivo de seguridad y porras lanzadas por un grupo de transportistas aglutinados en la organización que dirige Mario Torres Cerecero, un funcionario de la Dirección de Transportes en la entidad señalado por fomentar la proliferación de ‘narcotaxis’ en Chilpancingo. Antes de subirse a la unidad blindada tipo Suburban, Peña preguntó a Aguirre dónde se encontraba la presa del Cerrito Rico, y el mandatario estatal señaló hacia el sur, provocando la risa de algunos ciudadanos, quienes corrigieron al gobernador indicando que se ubica al norte de la capital. “Viene borracho el gobernador”, expresó con sorna un grupo de mujeres. Proceso publicó el 22 de septiembre un reportaje titulado “Llovía y llovía y el gobernador bebía y bebía…”, de la reportera Gloria Leticia Díaz, en el que se destaca que la “noche del viernes 13 en Casa Guerrero, en Chilpancingo, el gobernador Ángel Aguirre abrazaba jubiloso a dos de sus predecesores: Rubén Figueroa Alcocer y René Juárez Cisneros. Afuera de la residencia oficial, la lluvia pertinaz provocaba que familias enteras abandonaran sus viviendas en las márgenes del río Huacapa, mientras en el resto del estado la tormenta tropical Manuel ya ocasionaba enormes estragos”. En esta ocasión, habitantes y académicos de esta capital, coincidieron en afirmar que la falta de alertamiento a la sociedad y el desfogue a destiempo de la presa dejaron una estela de muerte y destrucción en Chilpancingo y los municipios de Mochitlán y Quechultenango. La devastación provocada por la tormenta Manuel en esta capital exhibió la corrupción de autoridades al permitir, fomentar y tolerar asentamientos humanos en el cauce de barrancas y el río Huacapa. El saldo trágico en la capital de Guerrero es de ocho personas muertas, quienes fueron arrastradas por la corriente del río Huacapa y aplastadas por bardas colapsadas. La infraestructura hidráulica y vial sigue destrozada y 358 colonias de los más de 500 asentamientos que existen en la capital fueron afectadas. Es decir, al menos 2 mil viviendas presentan daños estructurales por los efectos de las inundaciones, indican reportes oficiales del ayuntamiento capitalino. El balance Durante la reunión en el salón de Las Banderas de la residencia oficial, el secretario de Desarrollo Agrario, Territorial y Urbano (Sedatu), Jorge Carlos Ramírez Marín, informó que hasta el momento han registrado 14 mil 564 viviendas con daños estructurales irreversibles en 22 estados. En Guerrero, las casas siniestradas ascienden a 8 mil 509 y falta por documentar 14 comunidades que siguen incomunicadas. En Chilpancingo son mil 295 viviendas dañadas, precisó el funcionario federal. El director de la Comisión Nacional del Agua (Conagua), David Korenfeld, informó que tendrán que demoler todo tipo de inmuebles que se encuentren a menos de diez metros del cauce del río Huacapa. De los 17 kilómetros que mide el encauzamiento del río, serán reconstruidos 8.1 y también se reubicarán vialidades y colonias completas asentadas prácticamente en el cauce en la parte norte y sur de esta capital. Sobre el caso de la laguna de Tixtla, que mantiene inundada una tercera parte de la cabecera municipal donde se permitió la construcción de asentamientos humanos de manera irregular, el funcionario federal dijo que se pretende limpiar la zona en un periodo de 30 a 50 días. Al respecto, el titular de Conagua reprochó la actitud de la sociedad tixtleca que, afirmó, se resiste a aceptar el mecanismo que pretende implementar la dependencia para drenar el agua de la zona urbana. El planteamiento consiste en seccionar las zonas de drenado mediante el cierre de algunas calles con costales rellenos de arena para liberar vialidades y moverse de forma gradual hacia la salida de la laguna. “La comunidad no ha querido autorizar esa manera y quiere que limpiemos, liberemos toda la laguna”, expresó el funcionario federal. Por su parte, el secretario de Comunicaciones y Transportes, Gerardo Ruiz Esparza, afirmó que para el viernes 11 se pretende reanudar la circulación de México al puerto de  Acapulco sobre la autopista del Sol y para finales de este mes en la carretera federal. También anunció la modificación del trazo de la carretera federal Tlapa-Marquelia, que conecta la región de la Montaña con la Costa Chica. El tramo que será replanteado es el que se ubica entre los municipios de Malinaltepec y Marquelia, donde la vía prácticamente se esfumó. El coordinador nacional de Protección Civil, Luis Felipe Puente, informó que se tienen identificadas 116 laderas que son consideradas de alto riesgo. De ellas, se han visitado 65 y se ha determinado que en 25 están asentadas pequeñas comunidades que deberán ser reubicadas definitivamente, es decir, unas 2 mil 412 viviendas que representan una población de 12 mil 258 habitantes. La secretaria de Desarrollo Social, Rosario Robles Berlanga, informó que a la fecha se han aplicado recursos del programa de Empleo Temporal Inmediato para la limpieza de comunidades en 64 municipios y 17 más se encuentran en proceso. Acerca del programa de adquisición de enseres domésticos para familias damnificadas, dijo que se va a aplicar en la mayoría de los 76 de los 81 municipios afectados, excepto la región de la Montaña. Se trata de otorgar una tarjeta con un monto de 10 mil pesos destinada para 22 mil personas, de las cuales se han entregado 8 mil 203 en Acapulco y mil 200 en Chilpancingo. En el caso de La Montaña, la funcionaria federal dijo que en esta zona se van a entregar paquetes de despensa. También, dijo que contínua la valoración de viviendas afectadas, no por inundación, sino por deslaves en la región más pobre y marginada del país. Al respecto, Peña Nieto consideró que  Guerrero y otras entidades del sureste mexicano son las entidades que viven condiciones de mayor rezago social y lamentó que los efectos de las tormentas Ingrid y Manuel, acentuaran esta condición. Enseguida, el presidente y su gabinete se retiraron de la residencia oficial Casa Guerrero dejando la promesa de reactivar la actividad económica en las zonas urbanas y ruarles de la entidad.  

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