Senado abre el sector energético a la IP
MÉXICO, D.F. (proceso.com.mx).- Tras 20 horas de discusión, en un largo monólogo entre opositores y la mayoría del PRI, PAN y Partido Verde, el Senado de la República aprobó en lo general y en lo particular modificaciones históricas a los artículos 25, 27 y 28 de la Constitución que permitirán asignar contratos con particulares para la exploración, explotación y comercialización de hidrocarburos y derivados, transforma a Pemex y a la CFE en “empresas públicas del Estado”, establece un modelo de contratos que abre las puertas a las concesiones, permite que las mineras puedan entrar al negocio del gas, expulsa al sindicato petrolero del Consejo de Administración de las nuevas empresas, crea el Fondo Mexicano del Petróleo, cuyo control estará en manos del titular de Hacienda, y establece nuevos órganos reguladores.
Al filo de las 10 de la mañana, el presidente de la Mesa Directiva, el priista Raúl Cervantes Andrade, informó que tras 20 horas y 30 minutos de debate en el pleno, y tras una lista de 219 oradores –la mayoría de la oposición-, se aprobaron las últimas reservas y cambios al artículo 25 por 93 votos a favor y 25 en contra y a los artículos 27 y 28 constitucionales por 92 votos a favor y 23 en contra.
El dictamen también dejó fuera al poderoso sindicato petrolero del Consejo de Administración de la futura empresa que sustituya a Pemex y le asignó un presupuesto millonario a la nueva Agencia Nacional de Seguridad Industrial y Protección al Medio Ambiente, calificada por el PRD como la “agencia Verde” por ser una demanda del PVEM.
Con un rostro que emanaba alegría, el coordinador de la bancada del PRI, Emilio Gamboa Patrón, afirmó que “en un par de años llegarán los beneficios a los bolsillos de los mexicanos” de la reforma energética.
Gamboa Patrón estuvo toda la sesión cabildeando y asegurándose de los votos priistas y pevemistas. Incluso, en la última y más difícil negociación, llamó al senador Carlos Romero Deschamps, del PRI, a aceptar el último cambio que se produjo en la minuta: quitarle el voto a los cinco consejeros del sindicato petrolero de los 15 que integran el Consejo de Administración de Pemex.
La “Chicanada”
La larga sesión del Senado estuvo a punto de naufragar ante la denuncia de la vicecoordinadora del PRD, Dolores Padierna, quien acusó a los presidentes de las comisiones dictaminadoras de realizar más de 13 cambios “de fondo” al dictamen que horas antes había sido aprobado por los senadores.
Padierna argumentó que, entre esos cambios “de fondo” estaban varios al artículo 27 que anulará, en los hechos, la posibilidad de una consulta popular en esta materia, ya que la reforma se considera un tema “para obtener ingresos del Estado” (los temas fiscales quedan fuera de la consulta, según lo aprobado en la Cámara de Diputados), cambia el verbo “podrá” por “deberá” en el modelo de contratos establecido en el cuarto artículo transitorio, que le abre la puerta a las concesiones, y permitirá que empresas concesionarias de minería puedan entrar al negocio del gas shale, y a las empresas contratistas de petróleo dar servicios de energía eléctrica.
Desde sus curules, Manuel Bartlett, del PT, Alejandro Encinas, del PRD, y Layda Sansores, de Movimiento Ciudadano, calificaron esta maniobra como un “chanchullo”, “marrullería jurídica”, “ilegal”, entre otras.
El coordinador del PAN, Jorge Luis Preciado, salió al quite para afirmar que no era grave y que estos mismos cambios podían ser presentados como “adéndum” durante el debate legislativo, de acuerdo con el reglamento. El mismo subió para presentar como modificación en lo particular la propuesta de nueva redacción del artículo 27 constitucional.
Otros senadores del PRI y del PAN admitieron estos cambios de última hora, pero afirmaron que no violaba el reglamento ni el procedimiento y que, en todo caso, “fue lo mismo que hizo el PRD durante la dictaminación de la reforma fiscal”, contraatacó Roberto Gil Zuarth, uno de los cinco negociadores del PAN en la reforma energética con los senadores del PRI y funcionarios de la Secretaría de Hacienda, presentes durante la sesión en la Cámara alta.
El presidente de la Mesa, el priista Raúl Cervantes Andrade, impasible, dejó que se desahogaran las protestas, pero no modificó el curso de la sesión.
Toma de Tribuna
Hubo otro amago de prolongar el debate, poco antes de que se aprobara el dictamen en lo general, cuando senadores del PRD hicieron una “toma de tribuna” en el momento que el senador Manuel Camacho subió para “darle la palabra” al general Lázaro Cárdenas. Mientras se reproducía el discurso de expropiación petrolera de 1938, los perredistas desplegaron una enorme manta que decía “No a la Privatización” y un cartel con la frase: “Quien empieza comprando la presidencia, termina vendiendo la patria”.
Los perredistas cantaron el himno nacional y permanecieron en la tribuna mientras los legisladores Fidel Démecis y Benjamín Robles Montoya, ambos del PRD, argumentaban en contra y parafraseaban el discurso “Yo Acuso”, del escritor francés Emile Zolá.
De inmediato, subió a la tribuna la panista Silvia Guadalupe Garza Galván para argumentar a favor de los cambios y reprocharle a los perredistas que fueron “incongruentes”. El priista Humberto Mayans Canabal, senador de Tabasco, fue el último en hablar a favor, en lo general.
La votación para aprobar el dictamen fue de 95 votos a favor del PRI, PAN y Partido Verde, contra 28 votos del PRD, PT, Movimiento Ciudadano y 2 del PAN que subieron a tribuna para fundamentar su voto en contra: el juarense Javier Corral y el bajacaliforniano Ernesto Ruffo. Fueron los únicos del blanquiazul que denunciaron las prisas y la imposición del Pacto por México y la “partidocracia”.
El discurso del panista Javier Corral, uno de los más esperados en esa noche, fue aplaudido por legisladores del PT y del PRD. Corral argumentó que “Pemex ha sido el botín de un sinnúmero de pillos de varios partidos”. Indicó que fue el financiador de varias campañas. “¡Qué modelo no se agota así!”, afirmó el legislador.
Corral indicó que las privatizaciones del pasado dejaron monopolios o duopolios corruptos y que, entre las empresas más depredadoras, están las trasnacionales petroleras. El panista le reviró a sus correligionarios que citaron a Gómez Morín: el fundador de Acción Nacional no estaba a favor de las concesiones.
Por su parte, el senador del PT, Manuel Bartlett, argumentó en tribuna que Enrique Peña Nieto cumplía los supuestos de “traidor a la patria”, la única acusación que provocó que priistas como René Juárez Cisneros, exgobernador de Guerrero, subieran a tribuna para hacer una encendida defensa del primer mandatario.
Segob: no a la cadena nacional
Hasta las 7 de la mañana, tras largas horas de discusión, el director general de Radio, Televisión y Cinematografía de la Secretaría de Gobernación, Andrés Chao, respondió mediante oficio a la petición del legislador perredista Zoé Robledo para que la sesión se transmitiera en señal de televisión abierta en cadena nacional.
Gobernación argumentó que esto no era posible por “lo indeterminado de la sesión del debate”, porque era necesario dar “la seguridad jurídica a los concesionarios” y porque se limitaría “el derecho a la información” de los televidentes para ver otro tipo de contenidos.
La sesión en vivo fue transmitida sólo por el Canal del Congreso.