XALAPA, Ver. (apro).- Grupos ambientalistas en defensa del bosque de la niebla conocido como La Joyita, así como de la zona de humedales y bosque tropical en Alto Lucero, ubicado como proyecto minero Caballo Blanco, se manifestaron en la capital del estado. Los ambientalistas que quieren evitar que La Joyita se convierta en un desarrollo residencial y comercial protestaron en las instalaciones de la Secretaría de Medio Ambiente (Sedema) del estado, en donde el titular de la dependencia, Víctor Alvarado Martínez, los dejó plantados para una reunión ya pactada. En protesta por separado, en las instalaciones de la Procuraduría Federal de Protección al Ambiente (Profepa), integrantes de La Asamblea Veracruzana de Iniciativas y Defensa Ambiental (LA VIDA) fustigaron a la dependencia federal de que continué como cómplice de la empresa canadiense Goldgroup para que ésta desarrolle sus excavaciones para buscar minerales en la zona montañosa de Alto Lucero, pese a lo frágil que es el ecosistema. Con pancartas y gritos, los integrantes de La VIDA entonaron Las Mañanitas y colocaron un pastel a la entrada de las instalaciones, para acusar que durante 365 días la Profepa sólo ha sido una dependencia de parapeto ante los daños que ha ocasionado la minera en el territorio veracruzano. En la Sedema, los integrantes del Comité de Defensa Ciudadana de La Joyita bloquearon la calle de Juárez por varios minutos en protesta, porque el titular de Medio Ambiente los dejó plantados, mientras tanto la devastación y la maquinaria pesada continúan los trabajos de construcción en esta zona, a costa de tumbar árboles en una zona considerada como de los “últimos pulmones” de la capital del estado. “Queremos que se detenga la tala de árboles que se está dando en dicho predio, es necesario que el gobierno entienda y haga una expropiación de La Joyita, porque los indicios son claros, es parte del bosque de la niebla”, expresaron los inconformes. También denunciaron que con la complacencia del titular de la Sedema, Víctor Alvarado, el ayuntamiento de Xalapa emitió permisos para continuar la urbanización de este vestigio del bosque de niebla y por ende la destrucción de árboles.