MONTERREY, N.L. (proceso.com.mx).- Un joven de 18 años fue asesinado de un balazo esta madrugada por un policía municipal de Guadalupe, porque huyó cuando el uniformado le marcó el alto por considerarlo sospechoso.
El adolescente fallecido fue identificado como Eduardo Cerda Villarreal, quien recibió un tiro en el abdomen que le disparó el policía Rodrigo Castañeda Oláis, un exmilitar que tenía ocho meses en la corporación.
En conferencia de prensa ofrecida esta mañana, el alcalde priista guadalupense, César Garza Villarreal informó que el agente permaneció en el lugar de los hechos tras el crimen y fue puesto a disposición de las autoridades judiciales para que responda por el delito que consideró grave.
El edil explicó que en los primeros minutos de este viernes 1 de marzo, los agentes Castañeda y Brenda Guadalupe Reyna Carreón, que circulaban en en la patrulla 127, pidieron apoyo a la central de la corporación por una persecución que efectuaban.
En calles de la popular colonia Hacienda San Miguel, los policías perseguían a dos sujetos que consideraron sospechosos porque “al ver la presencia policial echaron a correr”, relató el alcalde.
En el cruce de las calles Acapulco y Fidel Velázquez, el policía Rodrigo Castañeda desenfundó su pistola Pietro Beretta 9 milímetros y disparó en tres ocasiones.
Una bala lesionó en el estómago a Eduardo Cerda Villarreal, domiciliado en la colonia Mixcoac.
El joven quedó muerto en la banqueta, frente a una vulcanizadora.
Fue su acompañante, un familiar, quien corrió a su casa buscando auxilio. Esta persona dijo después que los dos habían salido de un cajero automático y al ver a los policías echaron a correr por temor a ser despojados del dinero que habían retirado.
Garza Villarreal ofreció el pésame a los familiares y dijo que el municipio se compromete a correr con los gastos que originó el crimen.
También anunció que acudirá con su esposa al funeral del crimen y que el Ayuntamiento se encargará de darle seguimiento al caso para que se haga justicia.
El alcalde informó que Rodrigo Castañeda incumplió con los protocolos, pues los agentes saben que no deben disparar a personas desarmadas, aunque emprendan una huida.
“Se les instruye de que queda estrictamente prohibido usar el arma de fuego en contra de personas desarmadas, que huyan ante la presencia policiaca, no importa que se les marque el alto y hagan caso omiso de esta orden. Incluso si huyen y se encuentran armados, solo se puede hacer uso del arma para repeler una agresión armada”, dijo en la conferencia.