Derrota de AMLO en 2012 "fue un suicidio electoral": Costa Bonino
MÉXICO, D.F. (apro).- A pesar de no tener cargo alguno, el exjefe de Gobierno capitalino, Marcelo Ebrard, mantiene una incesante actividad política, así sea en lo oscurito.
La semana pasada, por ejemplo, desató a los demonios al escribir en su cuenta de Twitter que el principal error de la izquierda en la campaña presidencial del 2012 fue moverse al centro “demasiado tarde”.
En respuesta, uno de los estrategas políticos del candidato presidencial de las izquierdas, el polémico Luis Costa Bonino, quien tuvo que replegarse después del escándalo del pase de charola, le respondió a Ebrard por la misma vía. Sin rodeos, Costa Bonino responsabilizó al exfuncionario capitalino de jugar contra la izquierda en la pasada campaña.
El debate surgió luego de que Ebrard planteó la necesidad de construir un polo progresista de las izquierdas como contrapeso a la restauración priista.
Inmediatamente después, el columnista de La Jornada, Julio Hernández, jaló la hebra del tema:
“Tal vez @m_ebrard acepte comenzar la construcción de ese PoPo (polo progresista) con autocrítica respecto a lo q se hizo en 2012. ¿Hablamos de eso, Marcelo?”, invitó el periodista y Ebrard accedió con un “hablemosdeloquequieras”.
Un día después, Ebrard respondió que hay que construir un espacio progresista (PRO) con el PRD-PT-MC, AMLO y la sociedad civil, “la división es la debilidad frente al PRI”, escribió.
Luego dio respuesta a dos preguntas lanzadas por el columnista de La Jornada. Le inquirió si consideraba que la corriente de Los Chuchos que apoya a Ebrard, han llevado al PRD a un acercamiento con el presidente Enrique Peña Nieto “que es excesivo y dañino para las izquierdas” a lo que el exmandatario contestó, escueto: “Sí, demasiado”.
La otra, fue la que abrió el debate virtual con Costa Bonino.
“¿Cuál consideras el principal error q impidió a AMLO el triunfo en 2012?” fue la pregunta del columnista. A lo que Ebrard respondió con un día de retraso: “que error se cometió en la campaña 2012? Moverse al centro tarde”.
La respuesta de Ebrard desencadenó decenas de tuits del estratega político, asesor de las campañas presidenciales de los actuales presidentes de Uruguay, José Mujica, y de Perú, Ollanta Humala, en los que lo responsabiliza de haber sido el detractor interno de la campaña de López Obrador.
Entre otras cosas, lo acusa de provocar la pérdida de cientos de miles de dólares a la campaña por su inasistencia a repetidos llamados de producción para spots del tabasqueño.
“Más errores? No haber podido hacer un spot con el “gabinete designado” de AMLO, porque tú no querías estar?”, le inquirió.
Según Costa Bonino, la participación de Ebrard en el spot del gabinete designado era importante porque al no aparecer se comunicaría división, debilidad y conflicto entre él y el candidato presidencial.
También lo acusó de estrangular económicamente la campaña y armar “desde dentro la emboscada del ‘charolazo’” durante una cena en casa del empresario Luis Creel, organizada por Luis Mandoki, en la que Costa Bonino habría pedido dinero a empresarios para la campaña del tabasqueño y de la que, según él, López Obradorestaba enterado.
“El candidato y TODO el comando sabía que yo iría a esa cena a presentar la estrategia y las necesidades de la campaña”, comentó en su cuenta de Twitter @luiscostabonino.
El estratega político de origen uruguayo afirmó que Ebrard hizo todo lo necesario para que AMLO no accediera a la Presidencia y restaurar al priismo.
Sin embargo, también responsabilizó a López Obrador de su propia derrota al afirmar que pese a que en mayo tenía ganada la elección, tras el escándalo del “charolazo”, el tabasqueño decidió perder.
“Mandoki y yo fuimos los responsables de la campaña que lo había hecho superar a EPN fin de mayo. Fue un suicidio electoral”, escribió Costa Bonino en su cuenta.
Asimismo, afirmó que el fundador del Movimiento de Regeneración Nacional (Morena) “hubiera tenido coraje y ganas de ganar, hubiera mantenido su equipo y hubiera ganado”.
Y consideró que el tabasqueño atribuyó el ascenso de su campaña a su carisma, no a su campaña y que por ello “creyó que podía prescindir de su estratega”.