Incumplen encapuchados y Rectoría de la UNAM sigue en su poder
MÉXICO, D.F. (apro).- Los estudiantes que mantienen tomada la Torre de Rectoría de la Universidad Nacional Autónoma de México (UNAM) endurecieron su postura este miércoles, luego de que las autoridades universitarias ampliaron la denuncia en su contra por la “toma ilegal” del edificio, el pasado viernes 19.
Pese a que los jóvenes se comprometieron a liberar el inmueble esta tarde, finalmente decidieron dar marcha atrás debido a que no encontraron eco a su demanda de un diálogo público con el rector José Narro Robles.
En una asamblea realizada en el auditorio Che Guevara de la Facultad de Filosofía y Letras, alrededor de 200 estudiantes resolvieron mantener un plantón en la Rectoría y formar “un cinturón de seguridad” para evitar un posible desalojo por parte de la Policía Federal (PF).
Los estudiantes habían convenido entregar las instalaciones de Rectoría si Narro Robles y el abogado de la institución se comprometían a participar en un diálogo público, en un plazo no mayor a 48 horas, y si se retiraban las acusaciones penales en su contra.
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Además, reiteraron su solicitud para que la UNAM se desista de las denuncias penales en contra de los cinco alumnos expulsados del CCH Naucalpan y se les otorgue la reinscripción en el plantel.
También exigieron que todo cambio de los planes de estudios y programas se realice con la participación de la comunidad estudiantil y no con un método vertical, como actualmente opera.
En un comunicado, el abogado de la Universidad, Luis Raúl González Pérez, informó que ratificó la denuncia penal y amplió la pruebas ante la Procuraduría General de la República (PGR) contra quienes resulten responsables de la “ocupación ilegal” de la Torre de Rectoría.
Según González Pérez, entregó un documento a los inconformes en el que les informa que solicitó al Ministerio Público actuar en contra de quienes participaron en la toma del edificio, el pasado viernes 19, y por la posible sustracción de bienes universitarios.
Asimismo, les advirtió que la Universidad “no cederá ante exigencias, cualquiera que éstas sean, enarboladas mediante la violencia y la cerrazón, contrarias a la legalidad”.
En ese sentido, sostuvo que la devolución de las instalaciones “no está sujeta a condición o pretensión alguna que sea contraria al orden jurídico o a los valores fundamentales” de la Universidad.
Y como una muestra de que la mayoría de los universitarios está en contra de las acciones emprendidas por los jóvenes que tomaron la Rectoría, la UNAM informó en un comunicado que un total de 115 mil 664 universitarios exigieron el desalojo inmediato de los inconformes, a través la firma de tres pronunciamientos distintos.
Las firmas incluyen a estudiantes, académicos, trabajadores e integrantes de las áreas económico-administrativas, así como a los 32 consejeros universitarios, alumnos de bachillerato, licenciatura y posgrado, y 104 organizaciones estatales y gremiales de egresados de la UNAM, con sede en la mayor parte de los estados del país y tres en el extranjero, detalló.
En sendas misivas los universitarios hicieron patente su “rechazo a las conductas violentas como forma de expresar demandas o promover soluciones a las mismas”, y exigieron la liberación de las instalaciones para regresar a la normalidad.
Los consejeros universitarios señalaron que las acciones de los ocupantes de la Torre de Rectoría no hacen más que “inhibir la auténtica participación estudiantil” y fortalecer las posiciones y argumentos de quienes quieren ver abolida la educación pública y gratuita.
Es preocupante, añadieron, que ciertos grupos aprovechen cualquier oportunidad para realizar actos violentos, y por sus acciones se tienda a criminalizar la protesta social.
“En nuestra comunidad existen las condiciones para que la razón, la tolerancia, los argumentos y las ideas sean los elementos que guíen nuestras acciones”, subrayaron los consejeros.
A la solicitud de los miles de universitarios se sumó la de Guillermo Soberón Acevedo, rector de la UNAM de 1973 a 1981, quien se pronunció a favor del uso de la fuerza pública para el desalojo de la Rectoría.
–¿Es necesario recurrir al uso de la fuerza pública?, le preguntaron a Soberón en el marco de la inauguración del Tercer Congreso de Alumnos de Posgrado que se realizó en Ciudad Universitaria (CU).
“Ya, absolutamente. Yo creo que ya el rector ha dado los pasos necesarios y las denuncias se han formulado, y que esto siga su curso, pero no se pueden desentender de aplicar la ley donde hay que aplicarla”, respondió.
Incluso consideró que las autoridades federales se han tardado en actuar. “Ya se tardaron, siempre se tardan”, subrayó, y calificó como incuantificables los daños materiales y el perjuicio moral que ha sufrido la UNAM.