Atacan maestros de Guerrero oficinas del SNTE

jueves, 25 de abril de 2013 · 22:58
CHILPANCINGO, Gro. (apro).- Una vez más integrantes del magisterio disidente, aglutinados en el Movimiento Popular Guerrerense (MPG), salieron a las calles de esta capital para arremeter ahora contra la sede de la sección 14 del Sindicato Nacional de Trabajadores de la Educación (SNTE), donde se alojan las oficinas del ala institucional. Por su parte, agentes de la Policía Ministerial y Preventiva estatal instalaron retenes en entradas y salidas de esta capital para evitar que los dirigentes de la Coordinadora Estatal de Trabajadores de la Educación en Guerrero (CETEG), Gonzalo Juárez Ocampo y Minervino Morán, salgan de la entidad, confirmaron a Apro fuentes oficiales. Durante la madrugada, este reportero constató que agentes policiacos que rondan el perímetro donde se encuentra el plantón y la sede de la CETEG, sobe la calle Rufo Figueroa al sur de esta capital, portan las fichas técnicas, con fotografías, de los principales dirigentes del movimiento magisterial. Lo anterior, en acatamiento a la disposición del gobernador, Ángel Aguirre Rivero, quien desde ayer anunció que se van a ejecutar las órdenes de aprehensión que existen en contra de los dirigentes cetegistas, luego de las acciones violentas protagonizadas por los integrantes del Movimiento Popular Guerrerense (MPG), quienes destrozaron e incendiaron sedes partidistas y oficinas gubernamentales en esta ciudad, indicó la fuente. Por su parte, el vocero de la CETEG, Minervino Morán, anunció que con el resto de los dirigentes del magisterio disidente buscan la posibilidad de amparares en contra de cualquier orden de aprehensión, y advirtió que las movilizaciones del MPG continuarán durante estos días. Incluso, los integrantes del MPG, donde convergen integrantes del magisterio disidente, normalistas y diversos sectores sociales, volvieron a marchar en esta capital y, en esta ocasión, destruyeron los ventanales del edificio del la sección 14 del SNTE, localizado frente al edificio de la Procuraduría estatal sobre el paseo Alejandro Cervantes, al sur de esta capital. Lo anterior, durante una manifestación convocada por estudiantes de la Normal Rural Raíl Isidro Burgos de Ayotzinapa, quienes repudiaron la liberación de dos agentes ministeriales que estaban presos en el penal capitalino, acusados de haber asesinado a dos normalistas durante el desalojo de diciembre de 2011 sobre la Autopista del Sol. El martes 23 fueron liberados los policías ministeriales Ismael Matadamas Salinas y Rey David Cortés Flores, mediante un amparo otorgado por un Tribunal Colegiado del Poder Judicial de la Federación, luego de considerar que no había pruebas suficientes para inculpar a los agentes por el homicidio de los normalistas Gabriel Echeverría de Jesús y Jorge Alexis Herrera Pino. Por ello, el contingente encabezado por normalistas demandó juicio político para Ángel Aguirre; castigo a los autores materiales e intelectuales del crimen de los normalistas, así como el cumplimiento de la recomendación de la CNDH, que emitió hace más de una año por estos hechos de violencia, donde participaron policías federales y estatales en un operativo coordinado por autoridades de ambos niveles gubernamentales. La manifestación en general fue pacífica, pues caminaron portando coronas fúnebres sobre la lateral del bulevar Vicente Guerrero, vía paralela a los carriles centrales de la A utopista del Sol, y se dirigieron en primera instancia a la sede de la Procuraduría estatal, donde se manifestaron frente a una centena de policías estatales que resguardaban el inmueble con equipo antimotín. A pesar de esta situación, la protesta no se radicalizó y los jóvenes se dirigieron al penal capitalino, donde hicieron un homenaje póstumo a sus compañeros asesinados y enseguida regresaron hacia el campamento de la CETEG, lugar de donde había partido el contingente. Mientras los normalistas de Ayotzinapa realizaban el acto conmemorativo, los cetegistas atacaron la sede de la facción institucional del magisterio en la entidad, provocando sólo daños materiales, debido a que el inmueble previamente había sido desalojado para evitar una confrontación entre ambos grupos sindicales.

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