Ubican al regiomontano Dionisio Garza en lista de paraísos fiscales

viernes, 5 de abril de 2013 · 13:46
MÉXICO, D.F. (apro).- El empresario mexicano Dionisio Garza Medina, miembro del Consejo de Administración de Grupo Alfa y hermano del exvicario general de los Legionarios de Cristo, Luis Garza, figura entre los 130 mil millonarios y 120 mil empresas del mundo que colocan sus ganancias en paraísos fiscales, de acuerdo con una investigación dada a conocer por el Consorcio Internacional de Periodistas de Investigación (ICIJ), por sus siglas en inglés). Luego de una investigación periodística que duró 15 meses, el ICIJ subió a su sitio web, www.icij.org, un adelanto del análisis a unos 2.5 millones de archivos digitales procedentes de las Islas Vírgenes Británicas, las Islas Cook y otros sistemas difíciles de rastrear. Los datos financieros confidenciales filtrados a la organización revelan las identidades de miles de personas acaudaladas de 170 países que van desde funcionarios europeos y ejecutivos corporativos, dictadores asiáticos y sus hijos, incluso médicos y dentistas estadunidenses que han acumulado cantidades inmensas de dinero en paraísos fiscales situados en el extranjero. Entre los primeros millonarios y empresas que los 86 periodistas del ICIJ dieron a conocer, está el regiomontano Dionisio Garza Medina quien estuvo 16 años al frente de Grupo Alfa y es además hermano de Luis Garza Medina, poderoso miembro de los Legionarios de Cristo y hombre muy cercano, en su momento, al fundador de esta orden, Marcial Maciel. Grupo Alfa es un conglomerado de empresas conformado por Alpek, Nemak, Sigma, Alestra y Newpek, compañías con las que sostiene fuertes representaciones en mercados como el automotriz, por su producción de aluminio para motores. Es también uno de los principales productores de poliéster en el país y de petroquímicos industriales y a través de su firma Sigma, tiene una presencia muy fuerte en el mercado de alimentos. En telecomunicaciones, Alfa figura por la compra en 2011 de 100% de Alestra en México, dejando a AT&T con sólo una subsidiaria en el país. Según la información revelada por el ICIJ, Garza Medina evadía el cobro de impuestos a través de la firma Vercors Private Limited, mediante la figura de inversionista. Pese a que los periodistas no encontraron registro vigente de la operación o registro social de esa empresa, el empresario no contestó a las solicitudes de comentarios sobre las pruebas en su poder. “Garza Medina no respondió a la solicitud de comentarios. Un vocero de Alfa, de la cual Garza Medina fue director general hasta 2010, se negó a responder a las preguntas diciendo que esto es un asunto privado del Sr. Garza no relacionado con Alfa”, señaló la ICIJ en el archivo del único empresario mexicano expuesto hasta el jueves. Garza Medina dejó Alfa el 31 de marzo de 2010 con el argumento de dedicarse a proyectos personales y desde entonces se le conoce más por su incursión en el negocio de la educación. Apenas el pasado 14 de marzo junto con un grupo de empresarios asumió el control de la Universidad Interamericana para el Desarrollo (UNID). Antes él y sus socios ya habían adquirido la Universidad Regiomontana y además son inversionistas mayoritarios de Advenio, grupo enfocado al cuidado y desarrollo infantil. Garza Medida es el primer mexicano en aparecer en la lista de empresarios con inversiones en paraísos fiscales, pero podría no ser el único porque no han sido revelados todos los nombres de alrededor de 120 mil empresas y fideicomisos extraterritoriales y de cerca de 130 mil personas, entre quienes se encuentran multimillonarios de Europa del Este e Indonesia, ejecutivos de empresas rusas, médicos estadunidenses y traficantes de armas. Entre los nombres que dio a conocer el ICIJ este viernes también destacan: Jean-Jacques Augier, cotesorero de la campaña electoral del 2012 del presidente Francois Hollande, de Francia, y director de una empresa con sede en las Islas Caimán y que hizo inversiones en China. Augier dijo al periódico francés Le Monde y a la Agencia de la Prensa Francesa que no hizo algo ilegal ni impropio. Aceptó haber destinado fondos para inversiones en China pero rechazó tener una cuenta personal en Islas Caimán. Hollande por su parte negó estar enterado de las investigaciones de su amigo y dijo que si hay algo ilegal, debe ser investigado. De paso comentó que la persona que participó en la filtración de la información fue Olga Shuvalova, esposa del sub-primer ministro de Rusia, Igor Shuvalov. Otros millonarios identificados por los periodistas del ICIJ son: María Imelda Marcos Manotoc, gobernadora de una provincia y la hija mayor del expresidente Ferdinand E. Marcos; la baronesa Carmen Thyssen-Bornemisza, la coleccionista de arte más rica de España y viuda del billonario Thyssen, que fue dueño de una empresa de acero; Bidzina Ivanishvili, primer ministro de Georgia y el hombre más pudiente del país. También Bayartsogt Sangajav, exministro de Finanzas de Mongolia; el presidente de Azerbaijan, Ilham Aliyev y su familia; y Denise Rich de Estados Unidos, compositora y exesposa de Marc Rich, comerciante petrolero. El ICIJ colaboró con The Guardian, Asahi Shimbun, Le Monde, The Washington Post y más de 40 organizaciones informativas más a fin de descifrar y reportar el contenido de los millones de datos obtenidos. En su publicación en Internet, que tituló “Secreto a la Venta”, la organización refirió que su investigación “levanta la cortina del sistema extranjero y brinda un vistazo transparente en el mundo secreto de los paraísos fiscales y las personas y compañías que los usan y se benefician con ellos”. Los archivos, agregó el ICIJ “ilustran la forma en que el hermetismo financiero en otros países se ha propagado con fuerza alrededor del mundo, permitiendo a los ricos evadir impuestos, alimentando la corrupción y los problemas económicos tanto en países ricos como pobres”. La actual crisis bancaria que amenaza a Chipre, dijo, “constituye un ejemplo de la manera en que los sistemas extranjeros pueden afectar la estabilidad financiera de un país entero”. El organismo que tiene su sede en Washington, Estados Unidos, consideró que si bien las cuentas bancarias confidenciales y los paraísos fiscales no son ilegales, revelar las vastas sumas de riqueza involucradas tiene el potencial de generar “casos agudos de vergüenza” y consecuencias políticas en numerosos países, aunque sea tan sólo por revelar en forma pormenorizada las cantidades de dinero.

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