Gracias a celular dan con presunto cómplice del crimen de hermanos Páramo

martes, 7 de mayo de 2013 · 21:09
CHIHUAHUA, Chih. (apro).- La Fiscalía General del Estado (FGE) informó que los datos localizados en el teléfono celular de Diego Alejandro Páramo González, asesinado la madrugada del sábado 4 junto con su hermano Alfredo David, fue fundamental para dar con la persona que “los puso” en el lugar en el que serían victimados. El historial de llamadas que se realizaron desde y hacia ese teléfono, hallado en la bolsa del pantalón del mayor de los hermanos Páramo –sepultados la tarde de este martes– fue analizado por expertos en Informática Forense, publicó este martes El Diario de Juárez, de acuerdo con información proporcionada por una fuente de la FGE. Las conversaciones de texto dieron la pauta para dar con Jonathan Lozoya, amigo de los hermanos Páramo y quien estaba relacionado con los homicidas. Fue una conversación entre Jonathan y Diego Alejandro que se prolongó durante aproximadamente 25 minutos, y en la que, por el contenido de los textos, se pudo establecer que eran amigos, entre otras cosas, detalló la fuente. En la última parte de la conversación, Jonathan le pide a Diego Alejandro que se vean en la esquina de avenida De las Águilas y calle Quetzal. Diego envía un último mensaje a otro teléfono para avisar que va a salir, que va con su novia y que su hermano Alfredo David va con él. Según lo publicado por el rotativo, 10 minutos después, ya en el lugar acordado, los hermanos Páramo fueron asesinados a bordo del automóvil de su propiedad. Señaló que inmediatamente después de que se obtuvo la información contenida en el chip del teléfono, personal de la FGE procedió a localizar y detener a Jonathan Lozoya, quien al ser interrogado corroboró la información que se había obtenido del celular de Diego Alejandro. El teléfono móvil de Lozoya también fue analizado por peritos de Informática Forense, quienes pudieron establecer a qué números se había comunicado éste mientras conversaba vía texto con Diego Alejandro, explicó la fuente. Ante esa evidencia, expuso, el detenido no tuvo más remedio que proporcionar la identificación de la persona que le solicitó específicamente que citara a los hermanos Páramo en el lugar donde posteriormente serían sacrificados. Lozoya explicó a los agentes que lo interrogaron que Diego Alejandro tenía un adeudo con su presunto homicida por estupefacientes. Ayer por la noche, el gobernador César Duarte Jáquez presumió que a 35 horas del doble homicidio, éste ya había sido esclarecido. El mandatario estatal adelantó que elementos de la FGE habían aprehendido a Jonathan Lozoya, de 25 años, como cómplice en el asesinato de los hijos de los periodistas David Páramo y Martha González. De acuerdo con las indagatorias, dijo, Jonathan era amigo personal de Diego Alejandro y fue utilizado como señuelo para llevar al lugar del crimen a las dos víctimas, una de las cuales, Diego Alejandro, adeudaba 10 mil pesos por enervantes que comercializaba. “Ha sido perfectamente cotejado el uso de los teléfonos, por lo tanto tenemos perfectamente identificados al autor intelectual y a los dos autores materiales. Todas las policías, estatal, federal y la Procuraduría General de la República, están rastreando para dar con el paradero de los responsables”, abundó Duarte. Destaca ausencia de David Páramo en sepelio de sus hijos Acompañada por familiares y amigos de sus hijos, Martha González Nicholson sepultó esta tarde a Diego Alejandro y David Alfredo Páramo González. Del brazo de su hermano –quien arribó del extranjero– y otros dos familiares, Martha se mantuvo de pie, sólo miraba al cielo para contener su dolor y no derrumbarse. Rezaba. La celebración religiosa se realizó en el mismo panteón, donde el sacerdote conminó a la familia de Diego Alejandro y David Alfredo, de 21 y 23 años, respectivamente, a apoyarse en su fe para aceptar la realidad y resignarse. Los dos hermanos crecieron juntos, murieron igual y permanecerán en el mismo sepulcro, en el cementerio Santa Fe, al sur de esta ciudad. Periodistas locales, estudiantes universitarios y la familia materna de los jóvenes despidieron a los hermanos Páramo González entre el dolor, la incredulidad y la exigencia de justicia. El padre de los jóvenes, David Páramo, avisó que no acudiría al funeral de sus hijos. Hasta ahora se desconocen los motivos.

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