Busca Segob destrabar conflicto con autodefensa de Guerrero

miércoles, 24 de julio de 2013 · 11:12
XALTIANGUIS, Gro. (apro).- Habitantes del poblado de Xaltianguis, municipio de Acapulco, decidieron esta noche mantener el bloqueo sobre la carretera federal México-Acapulco –en apoyo al grupo de autodefensa que mantiene retenidos a más de 15 soldados del 56 Batallón de Infantería–, aunque también decidieron acudir este jueves a una mesa de diálogo propuesta por representantes de la Secretaría de Gobernación (Segob). Luego de que fueran rebasadas las autoridades estatal y municipales para destrabar el conflicto, Jaime Martínez Veloz, comisionado nacional para el Diálogo con los Pueblos Indígenas, hizo llegar a los inconformes la propuesta de la Segob para reunirse el jueves 25 en las oficinas de la dependencia en la Ciudad de México. Antes, los manifestantes, más de mil personas entre niños, mujeres y hombres, habían rechazado la propuesta de que una comisión se dirigiera a Acapulco para entablar un diálogo con el alcalde de Acapulco, Luis Walton Aburto. El rechazo se extendió hasta el gobernador  Ángel Aguirre, quien los atendería este jueves en la residencia oficial Casa Guerrero en Chilpancingo. Los habitantes de este lugar, unidos por historias de terror relacionadas con asesinatos, secuestros y extorsiones, acordaron mantener el bloqueo para exigir el retiro del Ejército, que incursionó en este histórico poblado a partir de la decisión de ciudadanos de armarse para confrontar directamente a la delincuencia. La acción de los pobladores ocurre a dos días de que el comandante de la 27 Zona Militar, Mario Lucio González, advirtió que se desarmaría al grupo de autodefensa y consignaría a sus dirigentes ante las autoridades porque, advirtió, el Ejército jamás se va a coordinar con civiles armados que se encuentran fuera de la ley. Cerca de las 15:25 horas, y después siete horas de bloqueo, el asesor del Ejecutivo estatal, Ernesto Aguirre Gutiérrez, arribó al lugar de la protesta acompañado por el dirigente de la Unión de Pueblos y Organizaciones del Estado de Guerrero (UPOEG), Bruno Plácido Valerio, y otros funcionarios, a bordo de un helicóptero oficial que aterrizó en la cancha de futbol del poblado. El sobrino del gobernador Aguirre se dirigió al líder del grupo de autodefensa de Xaltianguis adherido a la UPOEG, Miguel Jiménez, a quien le notificó la propuesta oficial y lo exhortó a liberar la importante vía que conecta con el centro turístico de Acapulco. Enseguida, Aguirre Gutiérrez –quien ha asumido de facto las funciones del secretario de Gobierno– ordenó al activista Bruno Plácido difundir el mensaje oficial al resto de los manifestantes, quienes se mantuvieron en la carretera y, cinco minutos después, se retiró del lugar en la aeronave, dando por descontado que el conflicto estaba resuelto. Incluso, en sintonía con el discurso oficial, a las 17:10 horas la Secretaría de Seguridad Pública (SSP) estatal en su cuenta de Twiter informó: “En estos momentos se encuentra libre la circulación en carretera federal Acapulco-Xaltianguis, conduzca con precaución”. Sin embargo, cuando el dirigente de la UPOEG, Bruno Plácido, se dirigió a los inconformes y, micrófono en mano pidió liberar la vía argumentando que autoridades municipales y estatales atenderían a una comisión para destrabar el conflicto, los manifestantes lo abuchearon y rechazaron el ofrecimiento. Entonces decidieron mantener el bloqueo y exigieron la presencia en el lugar del gobernador Aguirre y del alcalde porteño, Luis Walton. “Cuando los políticos andan pidiendo el voto, van directamente a las comunidades. Por eso las autoridades tienen que venir al lugar de la protesta”, expresó una mujer. Otro poblador, con lágrimas en los ojos y voz entrecortada, reprochó el hecho de que a partir de la conformación del grupo de autodefensa el Ejército ha intensificado su presencia en Xaltianguis para hostigar a los ciudadanos que decidieron armarse para confrontar directamente a los narcotraficantes. “Si los soldados hubieran estado aquí en otro momento, los delincuentes no habrían matado a mi padre”, acusó el joven. La multitud estalló en gritos de reproche a las autoridades gubernamentales y rebasaron al dirigente de la UPOEG, que se tuvo que replegar para hacer llamadas desde celular. Luego los ciudadanos acordaron resguardar a los niños en las casas y reforzar los dos puntos donde mantienen bloqueada la carretera federal, así como cinco accesos a este poblado que también se encuentran obstruidos. Hasta las 23:00 horas de este miércoles, el bloqueo carretero se mantenía y los habitantes de este lugar, ubicado a 50 kilómetros al norte del puerto de Acapulco, se mantienen a la expectativa del resultado de la mesa de diálogo que se realizará al mediodía con representantes de la Segob. Desde las 8:00 horas los inconformes bloquearon la carretera federal 95 México-Acapulco para manifestar su respaldo al grupo de autodefensa adherido a la UPOEG. Unos 15 militares destacamentados en el lugar permanecen rodeados por pobladores que demandan la presencia de autoridades gubernamentales para que asuman el compromiso de no desarmar al grupo de autodefensa. La queja reiterada de los pobladores es que cuando la violencia estaba en su punto más alto, ninguna autoridad resguardó la zona. Y fue a partir de la conformación del grupo de autodefensa respaldado por la UPOEG que el Ejército emprendió una campaña de hostigamiento en contra de los ciudadanos que decidieron armarse para defender sus vidas. Los inconformes señalaron que desde el viernes 19 los militares llegaron al lugar con el pretexto de implementar campañas de labor social, hecho que fue calificado como algo insólito. No obstante, autoridades castrenses se han enfocado en hostigar a los dirigentes del grupo de autodefensa y, en respuesta, los pobladores salieron a manifestarse para exigir la salida del Ejército.  

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