"Caro Quintero nunca debió ver la luz del día como un hombre libre", dicen en EU

domingo, 11 de agosto de 2013 · 08:12
MÉXICO, D.F. (proceso.com.mx).- Funcionarios de agencias de seguridad estadunidenses manifestaron su indignación por la liberación del narcotraficante Rafael Caro Quintero y se comprometieron a continuar los esfuerzos por llevarlo ante la justicia por el asesinato de un agente antidrogas (Enrique Camarena). De acuerdo con AP, la Asociación de Antiguos Agentes Federales Narcóticos de Estados Unidos se dijo “indignada” por la liberación del capo y culpó de ello a la corrupción en el sistema judicial mexicano. En un comunicado, dicha organización indicó que “la liberación de este violento carnicero no es más que otro ejemplo de cómo los esfuerzos de buena fe de Estados Unidos para trabajar con el gobierno mexicano puede verse frustrados por las poderosas fuerzas de la oscuridad que trabajan en las sombras del sistema de justicia mexicano”. “Rafael Caro Quintero nunca debió ver la luz del día como un hombre libre”, afirmaron los veteranos. La agrupación solicitó que el gobierno de Estados Unidos pida la extradición del narcotraficante a ese país para que enfrente a la justicia. El Departamento de Justicia estadunidense se dijo “extremadamente decepcionado” por la liberación, la cual calificó de “sumamente alarmante”. En tanto que la DEA ofreció que seguirá con los esfuerzos para garantizar que Caro Quintero enfrente cargos en Estados Unidos por los crímenes que cometió. El exdirector regional de la DEA en México, Edward Heath, quien identificó el cuerpo de Camarena y actualmente es asesor de seguridad privada, dijo que la liberación refleja la falta de cooperación del gobierno del presidente Enrique Peña Nieto frente a la avanzado por Felipe Calderón. “Estas personas llegan y, de repente, la cortina se baja”, afirmó. Caro Quintero fue sentenciado a 40 años de prisión por el secuestro y asesinato en 1985 del agente de la DEA Enrique Camarena, pero un tribunal federal ordenó su libertad al considerar que fue enjuiciado indebidamente por una corte federal por delitos de fuero estatal. El sinaloense de 61 años salió de la prisión de Puente Grande, en Jalisco, la madrugada del viernes tras cumplir 28 años de su condena.

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