Científico experto en Laguna Verde denuncia hostigamiento laboral en la UNAM
MÉXICO D.F., (apro).- El físico matemático Bernardo Salas Mar acusó a la directora de la Facultad de Ciencias de la UNAM, Rosaura Ruiz Gutiérrez, de negarle el permiso para viajar a Rio de Janeiro, Brasil, en octubre próximo, para participar en la conferencia “Política Nuclear en México”, invitado por el centro de Investigaciones BRICS.
En un comunicado, el experto universitario, quien desde hace años ha denunciado una serie de irregularidades en la planta nucleoeléctrica de Laguna Verde, comentó que la respuesta de la funcionaria universitaria fue la siguiente: “Bernardo Salas no tiene permiso para trasladarse a Brasil, de lo contrario se le podrá sancionar con el despido”.
Según Salas Mar, el hostigamiento laboral y la violación a sus derechos humanos por parte de Ruiz comenzaron desde el inicio de su gestión como directora de la Facultad de Ciencias.
Comentó, por ejemplo, el caso de la clausura del laboratorio radiológico “donde yo realizaba las investigaciones que revelaron la contaminación radiactiva en torno a la Central Nuclear de Laguna Verde (que podría ser la causa de las enfermedades y muertes ocurridas en las cercanías de esta central nuclear), y me ha prohibido usar los equipos detectores de radiación, impidiéndome así brindar ayuda humanitaria a los afectados por la radiación en Hermosillo, Sonora; Tlaquepaque, Jalisco, y Vega de Alatorre, Veracruz”.
También le ha impedido asistir y presentar sus trabajos de investigación en los congresos internacionales de Protección Radiológica realizados en Medellín, Colombia (2011), Cuzco, Perú (2012), y Río de Janeiro, Brasil (abril 2013), “y ha calificado mis informes anuales de trabajo como ‘no satisfactorios’”, apuntó.
De igual manera, sostuvo, “redujo mis ingresos económicos en 50% al cancelarme mi ‘prima de desempeño académico’; me ha discriminado por mi categoría de técnico académico y ha violado mi derecho humano a la investigación”.
Según el físico matemático, Rosaura Ruiz Gutiérrez lo acusó de fraude contra la UNAM y de robar una fuente radiactiva de Bario-133, “misma que la Comisión Nacional de Seguridad Nuclear y Salvaguardias determinó, luego de una investigación, que la doctora Ruiz siempre tuvo en su poder”, apuntó.
De acuerdo con Salas Mar, ha solicitado que esas acusaciones se canalicen a través del Tribunal Universitario o del Ministerio Público, pero “mis peticiones han sido ignoradas”, por lo que acusó al rector de la UNAM, José Narro Robles, “de ser cómplice” de Ruiz Gutiérrez “por acto u omisión de todas estas acciones en mi contra”.
El extrabajador de Laguna Verde advirtió que habrá retraso en las investigaciones sobre la contaminación radioactiva en la planta de Laguna Verde, debido al cierre del Laboratorio Radiológico de la UNAM, para el que se invirtieron 5.5 millones de pesos.
Sobre Laguna Verde, reiteró que desde 2010 concluyeron los trabajos para repotenciar la planta, y aunque se habla de una inversión de mil millones de dólares –dijo– no se ha obtenido energía adicional, por lo que podría tratarse de un fraude.
“Solo hay que esperar que se emita el dictamen que podría ser favorable a la Comisión Federal de Electricidad. No se ha obtenido un solo kilowatt por la nueva repotenciación, por lo tanto a la fecha puede seguirse hablando de un fraude, pero ya tienen el dictamen que dirá que no hay fraude que perseguir”, señaló.
En entrevista con el semanario Proceso en julio de 1996, Salas Mar denunció que desde que inició sus operaciones comerciales, en 1991, la planta nucleoeléctrica de Laguna Verde operaba ya “en extremas condiciones de inseguridad y, en varias ocasiones, ha sido declarada en estado de emergencia".
El físico matemático, quien hasta el 21 de mayo de ese año fue técnico del Departamento de Protección Radiológica, explicó al periodista Ricardo Ravelo: "Hay fallas técnicas por el uso de aparatos obsoletos; improvisación de técnicos; violación de la normatividad de operación de la planta; falsificación de piezas originales; errores y negligencia del personal encargado de la seguridad".
En 1989 se efectuó la última auditoría a la planta, cuando era gobernador de la entidad Dante Delgado Rannauro. La revisión estuvo a cargo de técnicos españoles y concluyeron que operaba en perfecto estado.
Desde su ingreso a Laguna Verde, en 1985, Salas Mar detectó fallas. Desde entonces sugirió cambiar aparatos, cumplir con las normas de seguridad y desechar el equipo en mal estado: "Hice todo lo que estuvo a mi alcance, pero me gané enemigos. Mis jefes me relegaron y me impidieron el acceso a los aparatos. Nunca han corregido nada. Prevalecen las fallas. Lo grave es que Laguna Verde representa un peligro y es urgente hacer algo."
Egresado del Instituto Politécnico Nacional y oriundo de Poza Rica, Salas Mar, especializado en espectrometría Gamma, mostró en aquella ocasión informes sobre accidentes en Laguna Verde, y los oficios en los que alertó a sus jefes sobre las anomalías.
Entrevistado en su domicilio, aclaró que no estaba en contra del proyecto Laguna Verde, pero sí se oponía a la inseguridad y la corrupción "que solapan los altos mandos de la planta".
Informó entonces que sin que la Comisión Nacional de Seguridad Nuclear y Salvaguardias (CNSNS) y la Secretaría de Medio Ambiente hicieran hecho algo para impedirlo, cientos de toneladas de material radiactivo de desecho –madera, guantes y ropa, entre otros– se quemaban en un incinerador que opera dentro de la central desde 1991. La denuncia de esas y otras irregularidades le valieron su despido.
Sobre las declaraciones de Salas, la doctora Catalina Stern, secretaria general de la Facultad de Ciencias hizo llegar la siguiente aclaración a la redacción de proceso.com.mx misma que a continuación se reproduce de manera íntegra.
En referencia al artículo que apareció publicado en la página web de su prestigiosa revista el 17 de septiembre de 2013, en el cual el Físico Matemático Bernardo Salas Mar hace una denuncia, y haciendo uso del derecho de réplica que por ley toda persona tiene, me permito informar lo siguiente:
Desde el año 2000, año en que fue contratado para trabajar como Técnico Académico en la Facultad de Ciencias, el Lic. Salas Mar, por iniciativa propia, ha tomado una gran cantidad de muestras físicas en todo el país que ha calificado como contaminadas con radiactividad. Sin embargo, nunca ha entregado un informe de su trabajo en el que incluya la metodología utilizada como corresponde a un trabajo técnicamente correcto, ni sus resultados han sido publicados en ninguna revista de investigación, lo cual pone en duda que sus conclusiones hayan sido evaluadas o corroboradas por otros integrantes de la comunidad científica nacional y/o internacional. Por otro lado, el Lic. Salas Mar no sólo ha emitido y publicado en periódicos y revistas de circulación nacional opiniones a nombre de la UNAM sin ningún aval institucional, sino que en estas publicaciones firma o aparece citado como Doctor, Investigador o Profesor, títulos todos ellos que no le corresponden. También, el Lic. Salas Mar ha impartido conferencias y asistido a congresos nacionales e internacionales presentando, ilegítimamente a nombre de la UNAM, las conclusiones no corroboradas de sus mediciones. Es por estos motivos que en los últimos años no se le ha autorizado al Lic. Salas Mar presentar trabajos en congresos a nombre de la Facultad de Ciencias, lo que no impide que pueda hacerlo a título personal, cosa que ha hecho sin ningún contratiempo.
Cabe añadir que Bernardo Salas Mar nunca pudo poner en funcionamiento el equipo del laboratorio al que estaba adscrito en la Facultad de Ciencias, por lo que, desde 2009 y antes de que esta administración entrara en funciones, el Consejo Departamental de Física decidió cerrar dicho laboratorio. En febrero de 2013, el Consejo Técnico de la Facultad de Ciencias, después de hacer un análisis detallado de su trayectoria, recomendó que el Físico Matemático Bernardo Salas Mar no se mantuviera como personal académico de la dependencia.
Por lo anterior, consideramos aclarado que el problema entre la Facultad de Ciencias y el Físico Matemático Salas Mar es de probidad académica y no de otra índole.