Acusan en Jalisco a 13 policías por sus ligas con el narco
GUADALAJARA, Jal. (apro).- Al menos 11 agentes de la policía de Zapopan y dos de la Fiscalía General de Jalisco son acusados de mantener nexos con el crimen organizado.
El martes, el fiscal general, Luis Carlos Nájera, reconoció que se investiga a dos agentes de esa dependencia por brindar protección a un cártel del narcotráfico al que se le ubica como el responsable del atentado contra el periódico Mural (en abril) y de varios ataques ocurridos contra algunos antros en donde fallecieron ocho personas.
Nájera confirmó que en días pasados se detuvo a un grupo de ocho sujetos y dos mujeres de nacionalidad colombiana quienes reconocieron su participación en ataques a diferentes antros de la ciudad. Se presume que los delincuentes eran protegidos por los agentes mencionados.
Los hombres capturados por la Fiscalía son: Miguel Ángel Anaya Sánchez, Max González Ortiz, Christian Alan Giovanni Rodríguez Pérez, Jaime Aarón Covarrubias, Bryan Emmanuel Nápoles Pérez, Armando Tinajero, Salvador Anaya Sánchez y José Antonio Luna, reconocido como líder de ese grupo.
Las mujeres capturadas son Érika Castañeda Ramírez y Aura Marcela Jaramillo Acevedo, ambas de nacionalidad colombiana.
Según las declaraciones de los detenidos, el pasado 31 de marzo atacaron el antro Ruta 66 ubicado entre la calle 66 y Javier Mina, y otro bar conocido como El Clásico, localizado sobre la misma avenida de Javier Mina la calle Cairo.
El saldo fue de ocho civiles asesinados luego de esos ataques con granadas de mano y armas de grueso calibre.
Días después, en la madrugada del 17 de abril, los delincuentes lanzaron dos artefactos explosivos en contra de las instalaciones del diario Mural, ubicado en el cruce de Mariano Otero y López Mateos, en una agresión que sólo dejó daños materiales.
El objetivo de todos esos ataques, según revelaron los criminales a las autoridades estatales, “era calentar la plaza” y provocar inestabilidad en Jalisco.
A los detenidos se les aseguraron diferentes armas de fuego, municiones y droga que mantenían ocultas en dos fincas; una de ellas ubicada en Jardines de Guadalupe y otra en Colinas de Santa Anita, en Tlajomulco.
Por otra parte, en Zapopan y luego de un arraigo que se prolongó por más de 60 días, 11 gendarmes fueron puestos a disposición del juez Sexto Penal, acusados de brindar protección a narcotienditas que operaban en los barrios de El Batán y Atemajac del Valle.
La detención de esos uniformados se logró después de la captura de Jorge Robles Salazar, un expolicía del municipio quien dijo que él se encargaba de pagar a los agentes que colaboran con uno de los cárteles que operan en el municipio para permitir la venta de droga y no ser molestados en sus operaciones.