CHILPANCINGO, Gro. (proceso.com.mx).- Dos hombres ejecutados a los que se les dejó un narcomensaje, fueron encontrados esta madrugada en el primer cuadro de esta capital, donde a pesar de la presencia policiaca y de militares en las calles no se ha podido revertir la inseguridad y violencia. El hallazgo de los cadáveres se reportó a las 02:00 horas de este miércoles 1 sobre la calle Benito Juárez frente al edificio gubernamental Vicente Guerrero, ubicado en pleno centro de Chilpancingo. De acuerdo con reportes oficiales, las víctimas que hasta el momento permanecen en calidad de desconocidos estaban amordazados, con impactos de bala en el tórax. En el lugar fue dejado el siguiente narcomensaje: “Esto le va a pasar a secuestradores, ratas y extorsionadores. Atte. La Empresa. Ya llegó el que andaba ausente, se me concedió volver”, refieren los reportes. La escena violenta fue observada por decenas de ciudadanos quienes comentaron, a través de las redes sociales, el ambiente de violencia e inseguridad que prevalece en esta capital. Paradójicamente este hecho ocurre a pesar de que Chilpancingo está sitiado por policías federales, estatales y soldados que mantienen una vigilancia especial en las instalaciones de la feria y retenes en entradas y salidas de la ciudad. El alcalde priista Mario Moreno Arcos, quien se ha declarado incompetente para revertir los efectos de la narcoviolencia, ha declarado que en Chilpancingo se vive un clima de paz y seguridad. No obstante, las autoridades locales promueven un festejo popular que es considerado como la narcoferia de Chilpancingo. El 14 de diciembre el portal electrónico de Proceso dio a conocer que el gobierno de Ángel Aguirre Rivero y la administración del alcalde priista Mario Moreno subsidian y promueven una feria que en lugar de fomentar la cultura y tradiciones, exalta la narcocultura en esta localidad colapsada por los secuestros, extorsiones y asesinatos. A pesar de que la delincuencia tiene secuestrada a la ciudad y que públicamente comerciantes han denunciado la situación de terror que se vive, el ayuntamiento capitalino y el gobierno estatal aportaron recursos públicos para financiar el festejo popular donde la principal atracción son grupos musicales procedentes del estado de Sinaloa que se dedican a cantar narcocorridos. La feria de Chilpancingo denominada de “Navidad y Año Nuevo” fue secuestrada por la delincuencia y los comerciantes ahora son extorsionados y en caso de que no paguen la cuota al narco, simplemente los expulsan de los terrenos de la celebración ubicados en los antiguos viveros de la colonia Los Ángeles, situada al oriente. Incluso, durante la anterior administración municipal, el palenque de gallos fue suspendido por autoridades locales ante la grave crisis de inseguridad provocada por la narcoviolencia que desde entonces tiene asfixiada a la sociedad chilpancinguense. Sin embargo, desde diciembre de 2011 el gobernador Aguirre decidió reactivar el palenque de gallos y en la edición de este año, el elenco musical está copado por representantes de los narcocorridos sinaloenses que exaltan hazañas del cártel dirigido por Ismael El Mayo Zambada y Joaquín El Chapo Guzmán. El alcalde Mario Moreno sintetizó el sometimiento de las autoridades locales ante la delincuencia al señalar que “no es Batman, Supermán, ni el Llanero Solitario” para revertir los efectos de la narcoviolencia en la capital del estado. Incluso, el presidente del patronato de la feria, Arturo Zamora Gutiérrez, trabajador de Ricardo Moreno -el hermano del alcalde capitalino- ha reconocido públicamente que el caso de las extorsiones a los comerciantes que participan en el festejo es algo “normal” y “nadie lo puede evitar”.