Frustran sindicatos "agandalle" del PRD en mitin del Zócalo
MÉXICO, D.F. (apro).- Del brazo de Cuauhtémoc Cárdenas, líderes de la Unión Nacional de Trabajadores (UNT), de organizaciones campesinas, sociales y demás integrantes del Frente Amplio Social (FAS), desplazaron a perredistas, incluyendo al dirigente nacional Jesús Zambrano, quienes no marcharon del Angel de la Independencia al Zócalo, sino que llegaron directamente a instalarse en el templete ubicado frente a Palacio Nacional.
Después de dos horas de movilización, los líderes de Telefonistas, Francisco Hernández Juárez; del STUNAM, Agustín Rodríguez; de ASPA, Carlos Manuel Díaz Chávez Morineau; Cárdenas Solózano; Manuel Camacho Solís, así como Raúl Álvarez Garín y el senador Miguel Barbosa --ambos en sillas de ruedas por sus problemas de salud--, se encontraron con un templete “tomado” perredistas que no marcharon, pero sí estaban en primera fila del acto de protesta.
Jesús Zambrano, dirigente del PRD estaba escondido, junto a la diputada Verónica Juárez. Por ahí se observó también a Pablo Gómez, quien participara en el Consejo Rector del Pacto por México, así como la silueta de José Narro.
Cuando los sindicalistas arribaron al templete, se anunció la presencia del padre Miguel Concha. También andaba por ahí Ifigenia Martínez.
De inmediato, Hernández Juárez organizó a los dirigentes sindicales y extendió la manta --que portaron por horas en las calles-- contra la reforma energética. Fue llamando uno a uno a los líderes del FAS y así fueron echando para atrás las filas de perredistas.
Sin embargo, el secretario general del PRD, Alejandro Sánchez Camacho, y la senadora Dolores Padierna se lograron colar junto a los líderes sindicales. Su corriente interna, Izquierda Democrática Nacional (IDN), fue la que más movilizó a los militantes. Por ahí se vio al contingente de Alianza Democrática Nacional.
Además acudieron militantes de Vanguardia Progresista, también del PRD, de la agrupación Taxis Panteras AC. Sólo el senador Luis Sánchez marchó con los sindicalistas. Y como tal, no hubo contingente de Nueva Izquierda (NI), la tribu hegemónica al interior del perredismo.
En el recorrido, la UNT convocó a trabajar con la izquierda y los partidos políticos. En todo momento demandó la libertad de los “presos políticos” de Aquila, Michoacán; que el campo sea para beneficio de los trabajadores no del los empresarios.
Los dirigentes sindicales también advirtieron que estarán atentos a los actuales intentos del gobierno federal por desaparecer la seguridad social.
“Los trabajadores del campo y ciudad, y también los aglutinados en partidos políticos, ¿por qué no decirlo?, hemos presentado iniciativas en beneficio de México”, señaló el orador mediante un altavoz, trepado en una camioneta blanca que guió el camino del contingente principal.
A través de consignas y pancartas la gente exigía su derecho constitucional a ser consultada sobre la reforma energética o cualquier acción gubernamental. Los jóvenes portaron camisetas con el hashtag usado en Twitter #Quemeconsulten.
Se suma Cárdenas
Las organizaciones sindicales citaron en el Angel de la Independencia, pero el contingente de los líderes se concentró a la altura de La Palma, sobre Reforma. Adelante se instaló el contingente del PRD, de la corriente Izquierda Democrática Nacional (IDN), la que marcharon los secretarios generales del PRD nacional y del Distrito Federal, Alejandro Sánchez Camacho y Enrique Vargas, respectivamente.
Detrás de ellos, Alianza Democrática Nacional (ADN), y después los sindicatos. Primero la UNT, luego los universitarios, telefonistas, pilotos. De Mexicana de Aviación se hicieron presentes unos cuántos trabajadores; los mineros ni sus luces; los del Sindicato Nacional de Trabajadores del Seguro Social (SNTSS) como tal no, debido a que en días pasados se reafiliaron a la CNOP del Partido Revolucionario Institucional (PRI), pero dispersos se encontraban algunos empleados del sector salud.
En el cruce de las avenidas Insurgentes y Reforma, se incorporó Cárdenas, quien saludó uno a uno a los dirigentes sindicales y se sumó a la marcha del brazo de Carlos Manuel Díaz, dirigente de ASPA.
Después llegó el senador Barbosa en silla de ruedas, así como Laura Itzel Castillo y el perredista Carlos Navarrete, quien se ubicó junto a Max Correa, líder de la Central Campesina Cardenista (CCC).
También se sumó a la movilización el Consejo Nacional de Organismos Rurales y Pesqueros (Conorp), que por la mañana marchó del Monumento de la Revolución a la Secretaría de Desarrollo Social (Sedesol).
Los del Frente Popular Francisco Villa (FPFV), uno de los contingentes más numerosos, exigieron en todo momento la “libertad de Efraín Villanueva”.
Luego llegó Ricardo del Valle, dirigente de la Asociación Sindical de Sobrecargos de Aviación (ASSA), y Benito Martínez Orozco, del Frente Amplio Sindical, así como la Unión Nacional de Trabajadores Técnicos y Profesionistas Petroleros (UNTTYPP).
A las 18:20 horas habló Cárdenas, el único orador, después del pase de lista de las organizaciones sindicales.
Lo inusual de la marcha fue la poca presencia de la policía capitalina desde Reforma hasta el Zócalo.
Una sorpresa más: nunca apareció el contingente de los llamados “anarquistas”.
El acceso al Zócalo, la seguridad, el templete y las dos pantallas instaladas a la altura del asta bandera fueron negociados entre el PRD y el Gobierno del Distrito Federal (GDF).
Las estimaciones preliminares apuntaban a la participación de unos 30 mil manifestantes.
De cualquier modo, esta marcha no se compara con la protagonizada en la mañana por la Coordinadora Nacional de Trabajadores de la Educación (CNTE) y el Sindicato Mexicano de Electricistas (SME), quienes no rebasaron los mil 500 manifestantes, aun sumados jóvenes del movimiento #Posmesalto y, ahí sí, de un grupo de los autodenominados “anarquistas”.
El saldo, en ambas marchas, fue blanco.