MÉXICO, D.F. (apro).- Bajo una modalidad distinta a la aplicada en Michoacán, el gobierno federal oficializó hoy su intervención en el estado de Guerrero, otra de las entidades asolada por la delincuencia. El Comisionado Nacional de Seguridad (CNS), Manuel Mondragón y Kalb, y el gobernador perredista Ángel Aguirre Rivero acordaron poner en marcha un ‘plan emergente’, particularmente en la capital de Chilpancingo, una de las más convulsionadas. Dicho plan consistirá en presencia permanente de policías federales, así como la instalación de filtros bajo la custodia de personal del Ejército y de la Marina. Al término del encuentro que duró escasos 30 minutos, Mondragón y Kalb afirmó que la idea es garantizar la tranquilidad de los guerrerenses. El funcionario federal también condenó el ataque contra el líder de la Cámara Nacional de Comercio (Canaco), Pioquinto Damián Huato, ocurrido el pasado miércoles 29.