MÉXICO, D.F. (apro).- El presidente Enrique Peña Nieto se lavó las manos y dejó la competencia absoluta a Guerrero, para decidir sobre la permanencia del gobernador Ángel Aguirre. Esa “es una definición propia de allá”, subrayó en breve entrevista al descender del avión presidencial en el Aeropuerto Internacional de México, luego de una gira por Coahuila. Ya antes, el pasado 30 de septiembre pasado, cuatro días después del ataque contra estudiantes de la Escuela Normal de Ayotzinapa, Peña Nieto aventó la bolita al mandatario guerrerense cuando dijo: “El gobierno federal no puede sustituir las responsabilidades que tienen los propios gobiernos estatales”. Añadió: “Demos espacio y dimensión a lo que ha pasado ahí. Es un asunto que merece especial atención, pero también demandando que el gobierno del estado asuma su propia responsabilidad”. Sobre la desaparición de poderes en Guerrero, la presidenta de la Comisión de Gobernación del Senado, la priista Cristina Díaz Salazar, manifestó este viernes que la petición impulsada por el PAN se dictaminará el próximo martes 21. Ayer, el pleno del Senado turnó a dicha comisión la solicitud de aplicación de la Fracción V del artículo 76 de la Constitución, presentada por el coordinador panista Jorge Luis Preciado Rodríguez, con las firmas de 30 senadores de su partido. Una vez que la Comisión de Gobernación apruebe el dictamen del asunto en cuestión, enviará al pleno el análisis que aprueben sus integrantes. La Ley Reglamentaria de la Fracción V del Artículo 76 de la Constitución establece que si el Senado determina que han desaparecido los poderes, se debe nombrar un gobernador provisional en tres días, quien deberá rendir protesta ante el pleno. Según la ley, el gobernador provisional que sea nombrado por el Senado cuenta con tres meses para convocar a elecciones.