Advierten que extracción de hidrocarburos no convencionales provocará daños devastadores

martes, 18 de marzo de 2014 · 13:59
CHIHUAHUA, Chih., (apro).- Organizaciones civiles y particulares de esta ciudad promoverán un frente común para demandar a sus legisladores federales que se informen sobre los daños devastadores que generará la técnica de fracturación hidráulica o fracking, utilizada en la exploración y explotación de pozos para la extracción del gas shale y petróleo. Expertos en el tema de advierten desde ahora que las cinco entidades en las que se pretende emplear esa técnica para extraer hidrocarburos no convencionales --Nuevo León, Tamaulipas, Coahuila, Veracruz y Chihuahua-- podría generar un importante desabasto de agua, ya de por sí escasa en la zona norte. Convocados por el senador panista Javier Corral Jurado, un grupo de expertos, como el geólogo investigador de la Universidad Nacional Autónoma de México (UNAM), Luca Ferrari Pedraglio; la investigadora en industrias extractivas a Fundar, Aroa De la Fuente; el investigador Jorge Villarreal-Padilla de la asociación Alianza contra el Fracking (a la que pertenece también Fundar); Francisco Cravioto, de Fundar y Javier Valdés Villarreal, agricultor coahuilense experto en estudios de fracking, participó en el foro “Impacto ambiental y social del fracking”. Corral Jurado advirtió en dicho foro que “los legisladores aprobaron de madrugada un adéndum para otorgar una doble concesión a las empresas mineras”, actividad relacionada con el fracking por los fines que persiguen de extracción. Con la reforma, advirtió, cambiarán radicalmente los conceptos de propiedad de Nación y compartirá con extranjeros la renta petrolera. “El duopolio de la televisión comercial ha cumplido su papel de distraer a la población sobre el verdadero fondo de reforma energética o, más grave, no ha significado cambio alguno en el modelo de extraer hidrocarburos, gas o petróleo, cuando el cambio climático debería llevar a fuentes sustentables, frente a fuentes fósiles”, explicó el legislador. El objeto del foro es informar a la ciudadanía sobre los impactos que ya ocasiona la fracturación hidráulica, para incidir en la aprobación de las leyes secundarias de la reforma energética, porque una vez aprobadas, no habrá marcha atrás, de acuerdo con Javier Valdés. Esto, luego de que en lugares como en Francia, han logrado prohibir la aplicación del fracking en el 2011, para la extracción de cualquier hidrocarburo y la prohibición se basa en el riesgo de salud humana y medio ambiente. El principal cuestionamiento en el foro fue es si vale la pena aplicar el fracturación hidráulica. Mientras la Alianza Mexicana contra el fracking trabaja por la prohibición de esa técnica, Javier Valdés indicó que por lo menos deberían regularla, ya que el agua que inyectan es altamente contaminante y por lo menos en los pozos de Coahuila, cuando sale el líquido combinado con alrededor de 260 químicos, la dejan a la intemperie. Luca Ferrari, del Centro de Biociencias de la UNAM, desmitificó la propuesta de gobierno federal, para vender la reforma energética como el milagro de la explotación y extracción de hidrocarburos. “Para justificar la reforma energética hicieron varias promesas: que bajará el costo de combustible, que generará muchos empleos, se dijo que con la reforma se permitirá reducir progresivamente la emisión de contaminantes a la atmósfera e hicieron énfasis en que habrá mucho gas natural”. Detalló que el país importa anualmente entre el 26 y 41% del gas. ¿Cómo le vamos a hacer si queremos producir más gas?, ¿En qué se basan promesas?, cuestionó. México prevé replicar lo que hizo Estados Unidos, que incrementó la extracción del gas y petróleo no convencional. Estados Unidos busca, dijo Ferrari, posicionarse como la nueva Arabia Saudita, porque asegura que tendrá petróleo para los próximos cien años. “Los datos de esa propaganda no están comprobados”. Explicó que antes de aprobar las leyes secundarias que buscan impulsar la llamada “revolución energética” en Estados Unidos y que busca replicar México son extraer gas y petróleo no convencional con la fracturación hidráulica; se debe preguntar por qué se dejó de explotar el recurso y cuál es el costo económico, energético y socio ambiental y principalmente, si vale la pena que México explote el petróleo y gas de lutita (shale). “Primero tenemos que entender que el gas y el petróleo de lutita, son recursos distintos a los que se han explotado hasta ahorita. Es muy distinto porque el petróleo convencional está en rocas permeables en comunicación una con otra, el gas o líquido puede fluir”, indicó. Mientras tanto, los hidrocarburos no convencionales son grandes acumulaciones formadas por miles de años, se requiere construir pozos verticales para inyectarles agua y otros químicos. Esa técnica utiliza de 9 a 29 millones de litros de agua, mezclada con hasta 260 químicos, inyectados en el subsuelo a una presión de 8 mil libras para un sólo polo de extracción de gas shale o petróleo. El petróleo o gas no convencional se encuentran en rocas impermeables, encapsulada en la roca que no lo deja flui, por lo que se requiere perforarlas de manera horizontal una vez que se inyectaron los químicos con el agua, para fracturar la roca, que vuelven a tomar su forma y es necesario perforarlas o fracturarlas varias veces. Es por eso que en las zonas donde se ha realizado el fracking se generan terremotos con mayor intensidad, aun cuando no son conocidas como regiones sísmicas. Los hidrocarburos no convencionales se explotan cuando ya no hay más convencionales o se están terminando. En el caso de México, alcanzó su pico de producción en el 2004. La cantidad de agua y de químicos, requieren de un intenso movimiento de tráilers para su transportación, lo que generará un impacto terrible en las zonas donde se aplique, por el deterioro de carreteras y caminos, así como por el desabasto de agua y la contaminación que generen. El experto de la UNAM advierte que se puede recuperar un poco de ese gas, pero la productividad es muy baja. Explica que ahora hay decenas de barriles diarios por cada pozo, pero se acaban más pronto esos pozos de hidrocarburos no convencionales, sólo el 10 por ciento se recupera o menos. “Son recursos caros, cada pozo cuesta entre 6 y 10 millones de dólares, no es tanto una gran novedad porque hay yacimientos conocidos anteriormente, pero no se explotaban por caros”, abundó. Además, el agua que inyectan con los químicos sale de nuevo a la superficie y deben hacer algo con ella pero no está regulada ni tienen basureros o lugares especiales para almacenarla, dijo a su vez, Javier Valdés Villanueva, ya que en Coahuila ya se exploran pozos con esa técnica. “El agua sale otra vez, tienen que hacer algo con ella, la mezclan con varias soluciones y muchas veces la dejan al aire libre; algunos casos se vuelve a utilizar, a veces llega a ríos y suelos luego de supuestamente tratarla, pero no es posible quitar todos los químicos”, alertó. Se trata de químicos con diferentes tóxicos, venenosos, cancerígenos, traen problemas genéticos y de mutación, de acuerdo con estudios que han realizado, detalló. Luca Ferrari comparó a las empresas que les concesionan la extracción como las que tienen área de planeación pero no de mantenimiento. Las otras entidades que son potencialmente ricas en hidrocarburos son Nuevo León, Tamaulipas, Coahuila, Veracruz y Chihuahua, esta última aún se encuentra en etapa de estudio, pero de acuerdo con Petróleos Mexicanos (Pemex), la zona de Ojinaga, Coyame, Manuel Banavides y el Este de Juárez (la zona del Valle de Juárez), son los puntos donde aseguran que hay mayor cantidad. Esa zona está relacionada con la cordillera llamada Eagle Ford, que coincide con los estados americanos de donde extraen hidrocarburos actualmente. El estudio que realiza el Instituto Mexicano del Petróleo para conocer si hay probabilidades de explorar las zonas señaladas ha costado 30 mil millones de pesos, afirmaron los ponentes. Otra diferencia entre hidrocarburos convencionales y no convencionales, es que los convencionales se explotan primero y son más fáciles de extraer, son energía barata porque no tienen un alto costo, pero los segundos son energía muy cara y poco eficiente, se acaban más rápido los pozos y sólo se recupera el 10% por ciento aproximadamente. Cada pozo cuesta entre 6 y 10 millones de dólares. Ferrari informó que en Estados Unidos trabajan con 65 mil pozos perforados con fracking, mientras que en México apenas llevan seis de ese tipo. ¿Cuánto cuesta el hidrocarburo no convencional? Luca Ferrari dijo que la mitad de las compañías gastan más en producir que el precio al que venden el petróleo. Estados Unidos, prosiguió, se ha mantenido de milagro porque ha habido tasa de interés muy baja, casi de 0 y algunas compañías se han endeudado. “Para que se sigan explotando el precio no puede bajar de 110 el precio del petróleo”, explicó. En cuanto al costo económico del gas de lutita o gas shale para las compañías, resulta caro porque éstas no ganan de la producción de gas sino de otras cosas. “Ganan las compañías que entraron inicialmente y se hizo burbuja especulativa, los primeros que entran al juego ganan porque compran a menor precio las parcelas y las venden a alto precio, ganan por compra de parcela y ganan los bancos de inversión” alertó. Además ganan las empresas perforadoras y los transportistas, mientras que las compañías que generan los daños colaterales, no pagan nada para remediarlos, advirtió Javier Valdés. Los bancos ganan por las fusiones de compañías, ya que hay una correlación inversa con el precio del gas, la baja de precio es fomentada por los bancos porque fomentaron que las compañías debían venderse o fusionarse entre ellas, ya no se gana por producir las cosas sino por artimañas financieras que hay detrás, es la financiación de la economía, dijo Ferrari Pedraglio. Según Luca Ferrari, de acuerdo con estudios recientes sobre la tasa energética convencional, el petróleo es extremadamente caro porque con un barril de petróleo sólo se saca uno o dos barriles de petróleo no convencional. “El aumento de reservas no se traduce en energía disponible, se requiere más energía, se tiene que cortar la curva de producción. Lo que se hace es bajar la pirámide energética. Cuando nos dicen que hay recursos gigantescos de gas shale y petróleo es cierto, pero la ganancia es muy pequeña, no se va a sacar la gran mayoría de esto porque no tiene ganancia energética, además del impacto ecológico”, insistió. Otros impactos En Coahuila, indicó Jesús Valdés, en un año se registraron más de 200 muertes por accidentes carreteros donde vehículos se impactaron de frente con trailers que transportaban sustancias para el fracking. Los expertos coincidieron en que los choferes que trasladan los químicos y agua para la fracturación hidráulica muchas ocasiones manejan cansados por las largas jornadas de trabajo y para ganar más en horas extras, como ha sucedido con las mineras. “El proceso de fracturación hidráulica implica mil viajes de trailers para llevar y luego recuperar el agua, por el tráfico pesado sobre los caminos”. La Secretaría de Transportes de Texas, calculó que han erogado 40 mil millones de dólares para la reparación de caminos dañados en zonas explotación de gas shale. “Las compañías pagan menos de la mitad, el daño colateral no lo pagan”, aseveró. México pasó el pico de extracción de petróleo convencional en 2004, era segundo campo más grande del mundo desde 1976, pero la explotación acelerada disminuyó del 63% al 20%. De acuerdo con los expertos, en México calculan perforar menos de 20 pozos contra 65 mil de Estados Unidos, aunque aún no se sabe cuándo comenzarán a extraer, porque apenas se conoce que hay coincidencia entre ambos países en las zonas rocosas del sur de Estados Unidos y norte de México. “No es una nueva revolución energética, han trastocado el fondo. Estamos como ratas hambrientas comiendo el fondo del cartón del barril”, ejemplificó Ferrari. Energía sustentable, la solución Aroa de la Fuente detalló que aún no hay claridad en las autoridades federales sobre cómo y en qué cantidades se va a explotar hidrocarburos no convencionales. Únicamente, dijo, se conocen las zonas ya señaladas. “En Chihuahua se detectaron cuencas hidráulicas, pero aún no realizan fracking, está en estudio preliminar, en Nuevo León y Coahuila sí lo han realizado pero aún todo está en proceso”, explicó basada en respuestas que obtuvo Fundar a través del sistema Infomex. En Coahuila hay seis pozos, pero tres no resultaron negociables y dos más al parecer, tampoco lo son. “Extraer hidrocarburo no convencional no es rentable por los altos costos de la técnica, transportación, uso de energía, químicos, entre otros factores, y la recuperación del recurso es muy baja, entre el 4 y 10%. Además, dijo, no se genera la cantidad de empleos que prometen. A su vez, Jorge Villarreal-Padilla, de la Alianza contra el Fracking, indicó que la energía con fuentes renovables es una alternativa sustentable competitiva contra las fuentes fósiles convencionales y no convencionales. Sin embargo, al demostrar que si una familia y todos los ciudadanos, consumen energía no renovable, se acaba el negocio para quienes están interesados en que se ponga en marcha toda la reforma energética. En México, advirtió, se consume cada vez más energía y los recursos de petróleo se van a subsidiar el consumo de energéticos que son de fuentes fósiles. En 1999 la inversión en el petróleo era siete veces mayor y cada vez se extrae menos. Con la energía renovable se puede reducir 21 millones de toneladas más de emisiones de gas efecto invernadero que CO2. Asimismo dijo que en breve las autoridades darán a conocer el programa federal de cambio climático con el compromiso de disminuir 88 millones de toneladas, cuando lo ideal es bajarla en al menos 270 millones de toneladas. Villarreal-Padilla comentó que en el aspecto fiscal hay un impacto en el Producto Interno Bruto (PIB) por toda la generación del desarrollo industrial por cadenas productivas. Hay una derrama económica importante en materia de empleos con 9 gigas de capacidad instalada que generaría hasta 64 mil empleos directos en omentos de implementación. Javier Valdés, quien también es miembro del Consejo Consultivo para el Desarrollo Sustentable, explicó que en la Unión Europea se comprobó que con el fracking hubo una afectación en la salud, por 300 mil litros transportados en tráilers, para cada pozo al que inyectaban con arena y químicos. Y en México, advirtió, no hay regulación hasta ahora, por lo que urgió a los legisladores a tomar en cuenta esa observación. “Hay lagunas que no prevé la ley, si sigue así, cualquier empresa va a poder entrar porque ley se lo ve a permitir y una vez aprobadas las leyes secundarias, ni el presidente de la República lo va a detener. Se requiere mucha regulación y vigilancia, participación, esto tiene más picos que un cerrucho”, alertó. Por su parte, Francisco Cravioto de Fundar, advirtió que la ley da prioridad a la industria extractiva que a otras actividades, como agricultura, ganadería, entre otras actividades primarias.

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