Contaminación atmosférica pone en riesgo competitividad y salud de mexicanos

martes, 25 de marzo de 2014 · 14:13
MÉXICO, D.F., (apro).- La contaminación atmosférica constituye por sí sola el riesgo ambiental para la salud más importante en México y en el mundo. Y no sólo eso, en México, según el más reciente reporte del Sistema de Cuentas Económicas y Ecológicas México 2012, del Instituto Nacional de Estadística, Geografía e Informática (INEGI), desde 2009 el costo por contaminación atmosférica es de 532 mil 679 millones de pesos. Además, el Sistema Nacional de Salud señala que la mortalidad por enfermedad respiratoria es la tercera causa de muerte en niños y niñas de cero a cuatro años. En ese sector de la población el 90% de las muertes es por infección respiratoria aguda y el 6% por asma. Asimismo del año 2000 al 2010 el porcentaje de nacimientos con bajo peso se incrementó de 5.9% a 8.9% En el marco del Congreso Hacia Ciudades Saludables y Competitivas, Dan Greenbaum, presidente de Health Effects Institute (HEI) afirmó que entre el 53 y 65% de la población vive justo en zonas de alto impacto, donde se concentran los mayores niveles de contaminación misma que –confirmó-- está asociada a muertes por cáncer en los pulmones, infartos cardíacos y cerebrales. En México, comentó, de acuerdo con los últimos datos encontrados en The Global Burden of Disease 2010, en ese año se registraron 20 mil 500 muertes prematuras por contaminación. Rafael Pacchiano Alamán, subsecretario de Gestión para la Protección Ambiental de la Secretaría de Medio Ambiente y Recursos Naturales (Semarnat), reconoció por su parte que la calidad del aire en el país sigue siendo un reto. México, refirió, tiene dos principales emisores de contaminantes de gases de efecto invernadero. El primero, a partir del 2010, es el sector de autotransporte que utiliza combustibles de baja calidad y provoca que haya altas emisiones. “También provoca que haya una flota que no tiene la mejor tecnología disponible y que se registre mucha contaminación en zonas urbanas”, abundó. Gustavo Alanís Ortega, director general del Centro Mexicano de Derecho Ambiental (CEMDA) señaló que la contaminación ambiental es un factor de riesgo para que se pierda la competitividad porque los ciudadanos deciden vivir en lugares con mejor calidad de vida y aire más limpio. Por ello, dijo, desde hace más de un año más de 100 representantes de organizaciones sociales, autoridades federales y locales, académicos, empresarios y cámaras industriales iniciaron un proceso de diálogo con el fin de identificar las mejores alternativas, programas y acciones que contribuyan a tener aire limpio en México. De ese proceso surgieron propuestas enmarcadas en tres líneas de acción: Actualización y creación de normas y fortalecimiento de sus mecanismos de aplicación; gestión vehicular, renovación de flota, tecnología y combustibles limpios, e información, comunicación y participación de todos los sectores. 7 millones de muertes por polución en 2012 En todo el mundo, en 2012, unos siete millones de personas –una de cada ocho muertes en el mundo—murieron a consecuencia de la exposición a la polución, cifra que duplica “con creces” las estimaciones anteriores, reveló hoy la Organización Mundial de la Salud (OMS). Según los datos más recientes de la OMS, de las enfermedades asociadas a la contaminación atmosférica, el 40% de las personas mueren por cardiopatía isquémica, otro tanto igual por accidente cerebrovascular, 11% por neumopatía obstructiva crónica, 6% por cáncer de pulmón y 3% por infección aguda de las vías respiratorias inferiores en los niños. La organización también tiene registro de las muertes por contaminación del aire de interiores. En estos casos, el 34% muere por accidente cerebrovascular, 26% por cardiopatía isquémica, 22% por neumopatía obstructiva crónica, 12% por infección aguda de las vías respiratorias inferiores en los niños y 6% por cáncer de pulmón. De acuerdo con la OMS los nuevos datos revelan un vínculo más estrecho entre la exposición a la contaminación atmosférica en general y la del aire de interiores con las enfermedades mencionadas. Las nuevas estimaciones, precisa, no solo se deben a un conocimiento más amplio de las enfermedades provocadas por la contaminación atmosférica, sino a una mejor evaluación de la exposición humana a los contaminantes atmosféricos gracias a mediciones y tecnología más avanzadas. Esto ha permitido a los científicos –abunda—analizar más pormenorizadamente los riesgos para la salud a partir de una distribución demográfica más amplia que incluye ahora las zonas rurales, además de las urbanas. Por regiones, refiere el organismo, los países de ingresos bajos y medianos en las Regiones de Asia Sudoriental y del Pacífico Occidental soportaron la mayor carga relacionada con la contaminación en 2012, con un total de 3.3 millones de muertes relacionadas con la contaminación del aire de interiores y 2.6 millones de muertes relacionadas con la contaminación atmosférica. En el caso de la contaminación del aire de interiores, la OMS encontró que 4.3 millones de muertes en 2012 se dieron en hogares en los que para cocinar se utilizan estufas de carbón, leña y biomasa. Y lo peor es que, según el organismo, se estima que dos mil 900 millones de personas viven en hogares en los que se utiliza leña, carbón o bosta como combustibles principales para cocinar. Respecto a la contaminación atmosférica, la OMS estima que en 2012 se produjeron 3.7 millones de muertes a causa de fuentes urbanas y rurales en todo el mundo. María Neira, Directora del Departamento de la OMS de Salud Pública, Medio Ambiente y Determinantes Sociales de la Salud, afirmó que los riesgos debidos a la contaminación atmosférica “son superiores a lo que previamente se pensaba o entendía, en especial para las cardiopatías y los accidentes cerebrovasculares”. En la actualidad, dijo, hay pocos riesgos que afecten tanto a la salud en el mundo como la contaminación atmosférica y “las pruebas apuntan a la necesidad de medidas concertadas para limpiar el aire que todos respiramos”. Por su parte, el doctor Carlos Dora, Coordinador de la OMS en el Departamento de Salud Pública, Medio Ambiente y Determinantes Sociales de la Salud, sostuvo que la “excesiva contaminación atmosférica” es a menudo una consecuencia de políticas que no son sostenibles en sectores como el del transporte, la energía, la gestión de desechos y la industria pesada. Por ello, señaló que en la mayoría de los casos, será también más económico a largo plazo aplicar estrategias que den prioridad a la salud debido al ahorro en los costos de la atención sanitaria, además de los beneficios para el clima. “La OMS y los sectores de la salud desempeñan una función única para traducir las pruebas científicas sobre la contaminación atmosférica en políticas que pueden marcar la diferencia y aportar mejoras que salvarán vidas”, apuntó Dora. Por ejemplo, refirió que este mismo año la OMS publicará unas directrices sobre la calidad del aire de interiores en las que se aborda el uso de los combustibles domésticos, y se analizan los datos sobre la exposición a la contaminación atmosférica en general y la del aire de interiores y la mortalidad conexa, además de la información actualizada sobre las mediciones de la calidad del aire en 1600 ciudades de todas las regiones del mundo.

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