Exige la CIDH a Obama garantizar derechos de niños migrantes
MEXICO, D.F. (apro).- La Comisión Interamericana de Derechos Humanos (CIDH) hizo un llamado al presidente estadunidense Barack Obama para que su gobierno garantice los derechos de niños migrantes que viajan solos, procedentes de México y Centroamérica, y que, de acuerdo con datos del Departamento de Seguridad Interna, suman 47 mil en lo que va del año.
Además pidió a los gobiernos de los países expulsores de migrantes a tomar medidas urgentes para resguardar los derechos de los menores en sus respectivos países.
En un comunicado, la CIDH alertó sobre los abusos denunciados por ONG cometidos por elementos de la Patrulla Fronteriza contra menores que llegan sin documentos a la frontera sur de Estados Unidos, así como por su prolongada retención en condiciones de hacinamiento.
Luego de hacer un reconocimiento a la postura de Obama, quien calificó el fenómeno como una “situación humanitaria urgente” para enseguida convocar a autoridades de los países expulsores, la CIDH destacó que, según estimaciones del estadunidense Departamento de Seguridad Interna, en lo que va del año unos 90 mil niños migrantes habrían cruzado solos la frontera sur de ese país, y que del 1 de enero al 31 de mayo pasado, al menos 47 mil 17 menores fueron detenidos por la Patrulla Fronteriza.
De la última cifra, apuntó, 46 mil 188 salieron de El Salvador, en tanto que de Guatemala sumaron 11 mil 479; de Honduras 13 mil 282, y de México, 11 mil 577. El resto, 829, salieron de otros países, agregó la CIDH.
El organismo de la OEA retomó datos del más reciente informe del Alto Comisionado de las Naciones Unidas para los Refugiados (ACNUR), Children on run, en el que se reproducen entrevistas con niños y niñas de México y Centroamérica en situación migratoria irregular en Estado Unidos.
De acuerdo con el reporte, 58% de los niños entrevistados declaró haber salido de sus países de origen debido a “la violencia por parte de actores del crimen organizado, tales como cárteles del narcotráfico y pandillas; violencia doméstica y, en el caso de México, el reclutamiento forzado por parte de redes de trata de personas”.
El organismo de derechos humanos resaltó que, una vez detenidos, muchos niños están siendo retenidos durante más de 72 horas, el tiempo legal establecido para su aseguramiento.
La CIDH indicó que “recibió información preocupante de organizaciones de derechos humanos sobre los abusos sufridos por los niños durante su detención, incluyendo acceso insuficiente a comida y agua; hacinamiento y condiciones insalubres en celdas y centros de detención migratoria; escasez de mantas, colchones, ropa de cama limpia; además de más de cien denuncias de abuso físico, verbal y sexual por parte de los agentes”, hechos que por cierto fueron denunciados ante el Departamento de Seguridad Interna estadunidense.
En el Día Internacional del Refugiado, la CIDH llamó al gobierno de Barack Obama a “garantizar que se implementen procedimientos que permitan identificar adecuadamente a las niñas y niños migrantes que podrían requerir protección internacional o que tengan otras necesidades especiales de protección, así como garantizar su acceso pleno a procedimientos de protección internacional o protección complementaria”.
También recomendó a los gobiernos de los países expulsores de menores a atender las causas de la migración forzada, como son la violencia, la pobreza y la falta de seguridad humana.
Además, recordó que “la detención de una niña o un niño como consecuencia de su situación migratoria irregular representa una violación de los derechos del niño”.
Los relatores especiales sobre los Derechos de la Niñez y los Derechos de los Migrantes, Rosa María Ortiz y Felipe González, respectivamente, apuntalaron el llamado a Estados Unidos para que tome en cuenta las razones por las que los pequeños están huyendo de sus países de origen y con ello modificar su política migratoria.
Ortiz exhortó al gobierno y sociedad estadunidenses a revisar “las vulnerabilidades y riesgos” que enfrentan los niños migrantes, así como velar por que “el principio del interés superior del niño y el principio de unidad familiar sean consideraciones primordiales en todas las políticas, leyes, procedimientos y medidas que se implementen con relación a estos niños”.
Para la comisionada los menores migrantes “deberían recibir esa protección integral que en tantas ocasiones les ha sido prometida y todavía no se refleja en políticas, leyes y práctica en materia de migración”.
El relator especial Felipe González resaltó que la migración masiva de niñas y niños migrantes representa “una crisis humanitaria que comprende cifras récord”.
Ambos han podido constatar como “nuestros niños están muriendo o siendo víctimas de diversas formas de violencia en muchas partes de la región, y en este contexto hay algunos que han podido huir de esas formas de violencia, tanto dentro como fuera de sus países”.
Felipe González, también relator especial para Estados Unidos, consideró que “esta situación es una bomba de tiempo”, por lo que urgió a los países expulsores a abordar los problemas que originan la migración forzada, entre ellos “la desigualdad, pobreza, inseguridad y corrupción”.