Noriega Sáenz renunció de palabra, aclara comisionado

viernes, 6 de junio de 2014 · 13:37
MÉXICO, D.F. (apro).- En medio de los reclamos por la falta de atención, la Comisión Ejecutiva de Atención a Víctimas (CEAV) se encuentra sumida en una grave crisis interna. La destitución presumiblemente ilegal de la comisionada presidenta María Olga Noriega Sáenz, quien reclama su reinstalación, tiene al organismo dividido y ocupado en restaurar heridas internas más que en priorizar su tarea básica: la atención a víctimas de la violencia. Ayer, Noriega Sáenz denunció en los micrófonos de MVS Noticias que fue víctima de acoso laboral durante siete meses y, más aún, que su remoción de la presidencia fue ilegal. El comisionado Julio Hernández Barros pidió este viernes derecho de réplica para dar su versión de lo sucedido e invitar “cordialmente” a la expresidenta del CEAV a que se reintegre a la institución, aunque sólo como comisionada. De entrada, el invitado reconoció que el pasado 29 de abril Noriega Sáenz fue removida de su cargo como presidenta del CEAV después de que, en la sesión de ese día, ella renunció de palabra, por lo que los otros seis comisionados redactaron un oficio en el que aceptaron la renuncia y la firmaron, con el aval de la secretaria técnica. Respecto del amparo que solicitó la expresidenta del organismo que atiende a las víctimas del delito del país, refirió que esperarán a que el juez Ricardo Gallardo Vara resuelva el asunto de fondo y si decide que Noriega Sáenz debe ser reinstalada en su cargo como presidenta, el resto de los comisionados acatará la resolución. Sin embargo, advirtió que el periodo de Noriega Sáenz concluye en octubre próximo. En tanto se resuelve el asunto judicial le hizo un llamado público a que retome sus funciones pero sólo como comisionada. “Para nosotros ella sigue siendo comisionada, sigue tendiendo sus derechos y facultades como comisionada. “De las últimas cuatro sesiones sólo ha ido a una. Va poco a la comisión y la requerimos, yo la invito a que regrese a la comisión, a que deje de lado todos estos dimes y diretes, la necesitamos en la comisión”, señaló Hernández Barros. El comisionado reconoció que sí hicieron señalamientos al reglamento de la Ley General de Víctimas enviado por el ejecutivo porque tienen facultades para ello y que se votó por mayoría enviar las observaciones a la Secretaría de Gobernación (Segob) y a la Comisión Federal de Mejora Regulatoria (Cofemer), a lo que Noriega Sáenz se negó. “Había cuestiones de fondo que merecían ser comentadas, entre ellas la poca participación de la sociedad civil. El resultado final no le gustó a ella y no lo firmó y dijo que tampoco lo iba a enviar”, acusó Hernández Barros. Fue en ese momento, añadió, que Noriega Sáenz se levantó de la sesión y anunció verbalmente su renuncia a la presidencia y a la CEAV. “Lo dijo frente a los seis comisionados y frente a la secretaria técnica que da fe de estos hechos”, sostuvo el comisionado. También reconoció que el jueves pasado se reunió con Mauricio Centurión, colaborador de la expresidenta de la CEAV, para ofrecerle un cheque, pero no como “soborno” como lo denunció su excompañera y el propio Centurión, sino como su finiquito por sus servicios. Hernández Barros dijo que Centurión se desempeñaba como asesor de Noriega Sáenz y percibía un sueldo de más de 150 mil pesos mensuales. Esa, dijo, fue la razón por la que el actual presidente de la CEAV, Jaime Rochin, decidió desistir de sus servicios. “Le salía muy caro” a la comisión, apuntó. El cheque por 800 mil pesos que se le ofreció a Centurión, precisó, equivalía a los tres meses de sueldo que se le debe otorgar como finiquito a un empleado y a los tres meses, de octubre a diciembre, que no se le habían pagado al asesor de Noriega Sáenz, “ni un centavo más, ni un centavo menos”, subrayó. El comisionado negó también que se haya cambiado la chapa de la oficina de la expresidenta y que se hayan sacado sus cosas a un pasillo y también negó que no tenga secretaria que la apoye. “Cuando renuncia se va y deja abierta la oficina, entonces se cierra y se le echa llave, misma que se pone a disposición de su secretaria y de ella, incluso ella sigue ocupando su oficina”, sólo que ahora sólo como comisionada, no como presidenta. De las secretarias sostuvo que están a su disposición y si no ha querido ocuparlas “es cuestión de ella”, sostuvo.

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