Capturan a cinco "cocineros" de la masacre en Allende, Coahuila

martes, 19 de agosto de 2014 · 20:17
MÉXICO, D.F. (proceso.com.mx).- Cinco hombres detenidos en Allende, Coahuila por delitos contra la salud, confesaron haber sido “cocineros” o sicarios que servían al crimen organizado entre 2011 y 2012, cuando se reportó la desaparición de más de 300 personas en esa localidad. Según el diario Vanguardia, que cita al jefe de Seguridad Pública de Allende, Jesús Alberto García Pecina, en lo que va del año han sido capturados al menos 10 narcomenudistas durante operativos permanentes, quienes realizaban sus ilícitas actividades en bicis o motocicletas para intentar pasar inadvertidos ante la Policía. El funcionario indicó que al menos cinco de los detenidos –consignados ya ante las autoridades federales– confesaron que trabajaron como “cocineros” o sicarios de la delincuencia organizada durante los años en que la región fue asolada por grupos armados. De acuerdo con la Procuraduría de Coahuila, hay reportes de más de mil 800 desapariciones de personas en toda la entidad, principalmente en los municipios de Allende, Zaragoza, Villa Unión, Morelos y Zaragoza, de las que tan solo en el municipio de Allende se estiman alrededor de 300. En Zaragoza, Morelos, Villa Unión y Allende se ubicaron ranchos, fincas y casas que entre el 2011, 2012 y 2013 fueron habitadas por presuntos integrantes de la delincuencia organizada, mientras que otros inmuebles fueron utilizados como casas de seguridad. El diario Vanguardia recuerda que en febrero pasado el gobierno de Coahuila y autoridades federales realizaron en el norte de la entidad un operativo relacionado con la masacre y hallaron restos que son analizados para confrontar el ADN con el de personas que buscan a desaparecidos. La masacre de Allende y el norte de Coahuila supuestamente se debió a una venganza de Miguel Ángel Treviño –uno de los principales líderes de Los Zetas– contra dos de sus socios que denunciaron ante las autoridades estadunidenses el tráfico de narcóticos que realizaba esa organización delictiva por la frontera de Piedras Negras. Además, supuestamente estas personas se habían quedado con alrededor de 5 millones de dólares producto de un mes de ganancias del narcotráfico. Uno de los socios que traicionó a Treviño fue identificado como Héctor Moreno Villanueva, junto con su allegado José Luis Garza Gaytán, quienes huyeron a Estados Unidos cuando fueron descubiertos. La tragedia para las familias masacradas inició cuando Moreno y Garza se involucraron en actividades del narcotráfico luego de regresar de Monterrey, en donde estudiaron en prestigiadas universidades privadas: el Instituto Tecnológico y de Estudios de Monterrey y la Universidad Regiomontana. El ataque de los narcos a esas familias comenzó la tarde del 18 de marzo del 2011, cuando decenas de sicarios provenientes de Tamaulipas cercaron el pueblo de Allende y después de cerrar los accesos por carretera comenzaron a llevarse a hombres, mujeres, niños y ancianos de al menos 10 lujosas residencias. Los pistoleros que arribaron en cerca de 40 camionetas buscaban cumplir una venganza de Z40 y Z42 contra Héctor Moreno y José Luis Garza. La venganza también incluía al capo de Piedras Negras Mario Alfonso Cuéllar, quien junto con Héctor y José Luis ya había huido a Estados Unidos. Durante tres días los sicarios estuvieron levantando familias de Allende, Nava y Piedras Negras; incluyeron a los trabajadores domésticos y los albañiles que construyeron residencias para las familias Moreno Villanueva y Garza Gaytán. Una semana después regresaron con maquinaria pesada y comenzaron a destruir paredes, techos y pisos. También dejaron que las viviendas fueran saqueadas por los pobladores de Allende. Después de una infructuosa búsqueda, a algunas les prendieron fuego o les dispararon con armas de grueso calibre. Alguno de los integrantes de las familias, alrededor de 80, fueron llevados a un rancho propiedad de José Luis Garza Gaytán, ubicado en el kilómetro siete de la carretera Villa Unión Allende, donde los asesinaron y sus restos los desaparecieron incinerándolos en contenedores. Las semidestruidas residencias quedaron como un “monumento al horror” de los que vivió la región en el primer trimestre del 2011. Sin embargo, en meses recientes han atraído a decenas de “turistas”, que las recorren como parte de un “narcotour”, lo que molestó a las autoridades y pobladores. En julio pasado, el gobierno de Coahuila solicitó a Estados Unidos la extradición de Héctor Moreno Villanueva, Mario Alfonso Cuéllar y José Luis Garza Gaytán, implicados en la masacre de Allende, Nava y Piedras Negras.  

Comentarios